Hermann Boerhaave, el maestro de Europa

Naukas

¿Qué es un genio? ¿Alguien que se especializa en una cosa y no hace otra en toda su vida alcanzando la excelencia? Puede ser. Pero ¿cómo llamar a una persona que fue profesor de tres disciplinas distintas, sin haber estudiado formalmente ninguna de ellas, y que influyó a toda una generación en dos continentes? Muy fácil: Maestro.

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Hermann Boerhaave nació en Voorhout, al lado de Leiden, en la República Holandesa, el 31 de diciembre de 1668. Su padre, Jacob Boerhaave, era ministro de la fe calvinista y su madre, Hagar Daalders, era hija de un fabricante de instrumentos náuticos. Tras la muerte de su madre, su padre se casó con Eva de Bois, hija de un ministro calvinista de Leiden, que fue quien crió a Hermann y a sus ocho hermanos menores.

La educación de Hermann empezó en casa, donde su padre le enseñaba los clásicos y a conocer la Biblia, con la idea de prepararlo para el ministerio. Tras asistir a una escuela de latín asociada a la Universidad de Leiden, se matriculó con 15 años en la Facultad de Artes de la universidad, donde absorbería la nueva forma de Burchar de Vorlder de enfocar el estudio de las materias naturales, basada en el cartesianismo, la experimentación y las matemáticas.

Ante la insistencia de su padre Hermann se matriculó en la Facultad de Teología, pero privadamente comenzó a estudiar lo que de verdad le atraía: la medicina. En este estudio clandestino le ayudó sobremanera un puesto que consiguió en la bien surtida biblioteca de la universidad, donde pudo devorar a sus anchas todo lo publicado sobre medicina y química. En aquella época las disecciones de cadáveres eran públicas en la República y Hermann asistió a todas las que pudo, sobre todo las de Anton Nuck.

Un incidente en una barcaza de las que circulan por los canales holandeses a modo de autobús, terminó con las aspiraciones de Hermann de convertirse en ministro calvinista. Hermann se había enzarzado en una discusión filosófica que terminó algo acaloradamente y desde entonces empezó a correr el rumor insistente de que Boerhaave era seguidor de la filosofía de Spinoza, algo que para un calvinista está solo un escalón por encima de ser adorador del diablo.

En 1693 Hermann se encontraba con un título en teología inservible y un conocimiento profundo de medicina y química. Intentar oficializar su título en Leiden le habría supuesto no solo una cantidad importante de dinero sino también tener que cursar estudios varios años. Así que se dirigió a la Universidad de Harderwijk donde era mucho más barato, e infinitamente más fácil, obtener un título de doctor en medicina. Hermann presentó su tesis De utilitate explorandorum excrementorum aegris, ut signorum (o sea, «De la utilidad de examinar los excrementos de los enfermos como signo de su enfermedad») y en julio era doctor en medicina. Se instaló en Leiden y abrió una consulta.

El prestigio médico de Hermann creció rápidamente y en 1701 se le ofreció un puesto de profesor de medicina en la Universidad de Leiden. Al año siguiente solicitó y se le concedió el permiso para dar conferencias privadas de anatomía y química. Sus cursos fueron extremadamente populares.

Aspecto de típico de una conferencia de Hermann Boerhaave en 1715
Aspecto típico de una conferencia de Hermann Boerhaave en 1715

En 1709, Hermann pasó a ser profesor de de botánica y medicina aunque no tenía ni formación formal ni experiencia en botánica. Sin embargo, llegó a convertirse en uno de los botánicos de referencia en Europa, reorganizando y expandiendo el jardín botánico de la universidad y publicando dos catálogos, Index plantarum (1710) e Index alter plantarum (1720), que se convirtieron en referencias obligadas en la época.

En 1718 fue nombrado profesor de química, algo para lo que tampoco había estudiado formalmente. Durante la siguiente década dio clases durante cinco horas por la mañana y ejercía de médico por las tardes.

En 1729, harto ya del formalismo de las clases, renunció a sus puestos en la universidad, aunque siguió impartiendo lo que hoy llamaríamos seminarios de medicina y de química experimental, siempre en el laboratorio. Solo dejó de dar clases, por encontrarse muy débil, en abril del año de su muerte, 1738.

El prestigio de Boerhaave como médico venía de su “método” pedagógico, que incorporaba los descubrimientos de los dos siglos anteriores (frente a algunos profesores que seguía enseñando a Galeno) con una filosofía basada en el experimento y en el “razonamiento mecánico”. Boerhaave afirmaba que un médico tenía que conocer y ser ducho en matemáticas, mecánica, química y aplicar estos conocimientos a una mejor comprensión del cuerpo humano, de su estructura, movimientos internos y propiedades observables.

Boerhaave publicó su método en repetidas ediciones de varios textos. En Institutes medicinae (1708) introducía los principios generales de la teoría médica y la fisiología; en Aphorismi de cognoscendis et curandis morbis (1709) presentaba de forma organizada distintos diagnósticos y tratamientos; y su Libellus materiemedica (1719) era una farmacopea con referencias cruzadas con sus Aphorismi.

Sin embargo la obra más importante de Boerhaave fue un libro de química. En Elementa chemiae (1732) Boerhaave es completamente diferente a los autores que le preceden: en vez de ser un libro recetario, Boerhaave hace hincapié en la investigación experimental y en la demostración de los principios teóricos. No solo eso, sino que además introduce nuevas formas para establecer estos principios, como el uso sistemático de los termómetros de Daniel Fahrenheit para el estudio del calor, o el de la bomba de aire para el de las propiedades del aire. Los Elementa se convirtieron en el modelo para la química “académica” o “filosófica” de mediados del siglo XVIII.

Kasteel Oud Poelgeest, residencia de Boerhaave cerca de Leiden, donde creó un jardín botánico que rivalizaba con el "Hortus cliffortianus" de Linneo.
Kasteel Oud Poelgeest, residencia de Boerhaave cerca de Leiden, donde creó un jardín botánico que rivalizaba con el «Hortus cliffortianus» de Linneo.

Pero, por encima de todo, Hermann Boerhaave fue un maestro. Albrecht von Haller lo llamó communis Europae praeceptor, el maestro general de Europa. En el tiempo que fue profesor en Leiden tuvo más de 1900 alumnos (una cifra enorme para la época) y dirigió 178 tesis para la obtención del doctorado en medicina. Sus estudiantes establecieron un curriculum basado en el que Boerhaave había creado para Leiden en, entre otros lugares, Edimburgo, Viena, Gotinga, Moscú y Filadelfia. Entre sus alumnos más prominentes estuvieron Albrecht von Haller (suizo, padre de la fisiología moderna), Carl Linnaeus (sueco, padre de la taxonomía moderna), Julien de la Mettrie (francés, uno de los padres del materialismo durante la Ilustración), Pieter van Musschenbroek (holandés, inventor del primer condensador), además de cuarenta miembros de la Royal Society, incluidos cuatro secretarios y un presidente.

Este post ha sido realizado por César Tomé López (@EDocet) y es una colaboración deNaukas con la Cátedra de Cultura Científica de la UPV/EHU.

1 comentario

  • Avatar de M. Romera

    Su clásico epónimo es el síndrome de Boerhaave: rotura esofágica causada por vómitos intensos, manifestada por dolor torácico y enfisema subcutáneo del cuello.

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