Estalactitas y estalagmitas, unas viejas chivatas

Fronteras

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Las estalactitas se forman desde el techo hacia el suelo y las estalagmitas al revés. Aclarada esta duda que todos tenemos y da igual las veces que nos lo repitan que para la próxima se nos vuelve a olvidar (a quien no le pase que tire la primera piedra – absténganse profesionales en la materia) vamos a conocer un poco más sobre estas formaciones milenarias que se pueden admirar a lo largo y ancho del planeta.

20160806_141936Pero, cómo se forman. Pues se trata de un proceso relativamente sencillo aunque extremadamente lento. El agua de filtración a través de las grietas del terreno en las proximidades de una caverna puede disolver ciertos compuestos, normalmente calcita y aragonito (carbonato cálcico) y yeso (sulfato cálcico). La cantidad de mineral disuelto depende, entre otros factores, de la concentración de dióxido de carbono y temperatura de la disolución. Cuando esta solución alcanza una caverna llena de aire, la descarga de dióxido de carbono altera la capacidad del agua para mantener estos minerales en disolución, provocando que precipiten.

Las estalactitas aparece como resultado de los depósitos minerales continuos transportados por el agua que se filtra normalmente en una cueva, aunque no siempre, en especial los de bicarbonato cálcico que precipitan en carbonato cálcico y se deposita dando lugar a las mismas.

En cambio, las estalagmitas sondepósitos de minerales que se forman por precipitación química y que se forman en el suelo de las cuevas de caliza debido a la decantación de soluciones y la deposición de carbonato cálcico.

Por lo general las estalagmitas aparecen debajo de las estalactitas de modo que si pasa el tiempo suficiente llegan a unirse y forman una columna. Esto depende mucho de la altura de la gruta dado que se estima que son necesarios entre 4.000 y 5.000 años para que se formen 2,5cm de estas estructuras.

Así que es más que justo que por muchas cuevas que visitemos y por más estalactitas y estalagmitas que observemos, en todos los casos terminemos sorprendidos por el paciente trabajo llevado a cabo por la madre naturaleza.

En España, por mencionar algunos lugares, podemos encontrarlas en la Cueva de Nerja (Málaga) donde además se han datado unas pinturas que podrían ser la primera obra de arte conocida de la historia de la humanidad; en la Sierra de Atapuerca (Burgos), donde se sitúa el famoso yacimiento en el que han aparecido restos de al menos cuatro especies de homínidos diferentes; en la Cueva de Valporquero (León), con hasta siete salas visitables; así como en La Cueva del Soplao en San Vicente de la Barquera (Santander) con más de 4km abiertos al público o las Cuevas del Drac (Mallorca) en las que se desciende a más de 25 metros bajo el nivel del suelo.

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Cueva de Eisriesenwelt. Wikimedia Commons

Por supuesto también se pueden admirar en otros muchos emplazamientos a nivel mundial. Por ejemplo, en el parque nacional Phong Nha-Kẻ Bàng de Vietnam (Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO) se encuentra la Cueva de Phong Nha, la segunda más grande le país con casi 8 km de longitud en los que se albergan 14 grutas y un río subterráneo; en Austria se puede visitar la mayor cueva de hielo del planeta: Eisriesenwelt o ‘el mundo de los gigantes de hielo’ la cual se sitúa a más de 1600 metros de altitud, está compuesta por un domo calcáreo y tiene una longitud de 42Km y en el Estado de Nuevo León (México) se pueden visitar las Grutas de García, descubiertas en 1843 por un sacerdote y en las que se pueden admirar divertidas formas entre las estalactitas y las estalagmitas como la mano del muerto, el gorila o el árbol de navidad, entre otras.

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Valor científico

Obviamente este tipo de estructuras no solo son interesantes a nivel turístico sino que la ciencia se sirve de ellas para numerosos fines, sobre todo relacionados con dataciones dado que por el modo en que se forman y su enorme longevidad, su análisis da lugar a descubrimientos que de otro modo sería complicado y son grandes testigos del clima.

Así pues, en 2015 un estudio con participación española pudo dividir en dos etapas la historia climática de los Pirineos durante el enfriamiento conocido como Younger Drya (una muy fría y árida y otra con mayor disponibilidad de agua) .Precisamente, esta distinción se efectúo a partir del análisis de una estalagmita de la Cueva de Seso (Huesca) y puede servir para establecer analogías con el cambio climático actual.

Por otro lado, gracias a los datos obtenidos de una de las estalagmitas de la galería inferior de la cueva cántabra de La Garma, un estudio ha permitido reconstruir cómo se desplazaban los vientos y qué presiones predominaban en el sur de Europahace 12.846 años, al inicio del Dryas Reciente, que fue un período de brusco enfriamiento al final de la última glaciación, en el Pleistoceno. Entonces, el frente polar se desplazó hacia el sur, afectando plenamente a Cantabria. La tendencia cambió entre 12.150 y 11.800 años antes del momento actual, cuando los vientos del Atlántico se desplazaron de nuevo hacia el norte, dando lugar a un predominio de las altas presiones en el sur de Europa.

20160806_142314Los resultados fueron posibles gracias a la aplicación, por parte de los científicos de la Universidad de Cantabria, de modernas técnicas de análisis geoquímico (magnesio, isótopos estables de oxígeno y de carbono) y a la extraordinaria calidad de las estalagmitas de La Garma. Estas permiten reconstruir la evolución del clima con una precisión inferior a un año, con lo que están proporcionando información muy valiosa para comprender los mecanismos que gobiernan el cambio climático.

Y lejos de lo que se pudiera pesar, no solo resultan útiles cuando se encuentra intactas después de miles de años sino que gracias al descubrimiento de estructuras compuestas de estalagmitas organizadas en círculo, junto a restos de combustión de fuego en la gruta francesa de Bruniquel, cerca de Toulouse, se sabe que los primeros representantes europeos de los neandertales (cerca de 140.000 años antes del hombre moderno) hicieron suyo el espacio de grutas profundas y construyeron en el mismo estructuras complejas con ayuda del fuego.

Este hallazgo, publicado en Nature hace unos meses, aporta una visión inédita sobre estos homínidos. La composición está a 336 metros de la entrada y su organización, según los investigadores, no es fruto del azar. En total hay unas 400 estalagmitas o trozos de estas, de un peso estimado global de 2,2 toneladas. Los restos de fuego revelan que antes del Homo sapiens los primeros neandertales sabían utilizarlo para circular en un espacio cerrado.

Referencias:

Bartolomé, M. et al. “Hydrological change in Southem Europe responding to increasing North Atlantic overturning during Greenland Stadial 1”. Proceesings of the National Academy of Sciences (PNAS)

Lisa M. Baldini et al. “Regional temperatura, atmospheric circulation, and sea-ice variability within the Younger Dryas Event constrained using a speleothem from northem Iberia” Earth and Planetary Science Letters 419: 101-110, 2015.

Jacques Jaubert et. al. “Early Neanderthal constructions deep in Bruniquel Cave in southwestern France” Nature 534: 111–114(02 June 2016) doi: 10.1038/nature18291

Sobre la autora: Maria José Moreno (@mariajo_moreno) es periodista

Nota: Las fotos, salvo indicación en contra, corresponden a las Grutas de García, y fueron tomadas por la autora.

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