La tesis defendida por Jon Ander Merino en la Facultad de Letras de la Universidad del País Vasco/Euskal Herriko Unibertsitatea, bajo la dirección del profesor David Lasagabaster del Departamento de Filología Inglesa y Alemana de la UPV/EHU, ha demostrado que el aprendizaje integrado de contenido y lengua extranjera, es decir, la enseñanza mediante una lengua extranjera de contenidos tanto de la propia lengua como de contenido no lingüístico, mejora la adquisición de dicha lengua. La tesis lleva por título ‘El efecto del Aprendizaje Integrado de Contenido y Lengua Extranjera (AICLE) y su intensidad en las lenguas curriculares: un estudio longitudinal’.
AICLE es el acrónimo de ‘Adquisición Integrada de Contenido y Lengua Extranjera’, concepto surgido y empleado desde la década de los 90 en Europa. Se trata de un término genérico referido a diversos enfoques de enseñanza donde una lengua adicional a la materna (L1) se emplea como medio para aprender y enseñar contenido no lingüístico (CNL) y, a su vez, como fin para el aprendizaje de la propia lengua. De hecho, uno de los objetivos principales de su implementación en los sistemas educativos es la mejora en el aprendizaje de la lengua extranjera (LE), cuya enseñanza convencional basada en la forma suele percibirse como ineficaz y donde otras iniciativas como la introducción temprana no han tenido los resultados deseados.
La investigación de Jon Ander Merino ha medido el efecto del Aprendizaje Integrado de Contenido y Lengua Extranjera (AICLE) en el aprendizaje del inglés como lengua extranjera (ILE), de euskera y de castellano en la Educación Secundaria Obligatoria (ESO) durante un año. Para ello, evaluó a un total de 393 participantes en dos fases, todos ellos estudiantes en el primer ciclo de la ESO en centros públicos de la Comunidad Autónoma del País Vasco, de Cantabria y de La Rioja, sin AICLE o con AICLE en menor (AICLE-) o mayor (AICLE+) número de sesiones semanales.
Los análisis en ILE revelaron resultados iniciales superiores para los estudiantes con AICLE en las cuatro destrezas evaluadas (comprensión lectora y auditiva, y producción escrita y oral) y en las competencias evaluadas en euskera y castellano (comprensión y producción escritas). El análisis longitudinal mostró una evolución similar en ILE entre los alumnos sin AICLE y AICLE-, aunque superior para los alumnos en AICLE+, evidenciando la relevancia del número de sesiones semanales AICLE en el aprendizaje en ILE. La evolución en euskera fue parecida entre el alumnado con y sin AICLE, y en castellano se observaron diferencias intergrupales únicamente en la producción escrita favorables a los estudiantes con más exposición curricular a esta lengua.
En la tesis también se controlaron variables como sexo, nivel sociocultural e inteligencia no verbal. Las diferencias según sexo y nivel sociocultural fueron similares en los grupos con y sin AICLE. Asimismo, no se observaron diferencias entre varones y mujeres en el efecto de AICLE en el aprendizaje de ILE. El efecto de AICLE según el nivel sociocultural ofreció resultados menos concluyentes pues, si bien la evolución de los distintos niveles socioculturales es similar en los grupos AICLE+ y sin AICLE, en el grupo AICLE- la evolución del alumnado en el nivel sociocultural más bajo fue menor. En cuanto a la inteligencia no verbal, no se observaron diferencias en el aprendizaje del ILE según esta variable entre estudiantes con AICLE. En el grupo sin AICLE, no obstante, se observó un progreso más bajo entre el alumnado con niveles de inteligencia menores que entre los de niveles mayores.
Finalmente se presentan en este trabajo algunas implicaciones pedagógicas derivadas de los resultados obtenidos, como que el número de sesiones AICLE puede desempeñar un papel crucial en el aprendizaje del inglés como lengua extranjera. Así mismo, este estudio ha contribuido a demostrar que el AICLE no supone un impacto negativo en el conocimiento de las dos lenguas oficiales del País Vasco, aunque se ven imprescindibles investigaciones posteriores, ya que la implantación de AICLE es todavía una excepción en los sistemas públicos de educación.
Edición realizada por César Tomé López a partir de materiales suministrados por UPV/EHU Komunikazioa
Naia Pereda
Cuando lo he leído no me ha sorprendido nada. Mis hijas llevan dando «Science» desde primaria y siempre he defendido que el nivel de inglés que tienen ahora se debe más a estas clases que a la propia asignatura de inglés. Creo (y no es deformación profesional) que además las asignaturas de Ciencias son las más idóneas para impartirlas en inglés. Aprenden mucho vocabulario, a elaborar frases sencillas y a expresarse con precisión en una lengua que no es la suya. Tengo curiosidad por conocer el enfoque de la tesis y los parámetros que se han evaluado.
Iñaki Agirre
Interesante. No obstante, esa mejora del conocimiento en inglés tiene un precio. Según las investigaciones de Algher, Cabrales y Carro en la CC.AA. Madrid, el conocimiento de Science de los alumnos con AICLE es significativamente inferior al llegar a 6º, empeorando según el nivel sociocultural.
Herpes simplex
Te has adelantado Iñaki. Si los alumnos/as de primaria y ESO aprenden Ciencias en Inglés, su lengua materna, de acuerdo con las capacidades mentales propias de su edad, ¿cómo van a aprender las mismas Ciencias los alumnos/as españoles AICLE si utilizan para aprenderlas una lengua que no dominan tan bien como los niños/as ingleses? Que aprendan inglés con AICLe es una obviedad. Tener más vocabulario, construir frases sencillas. ¡Claro que sí! Pero eso no es aprender Ciencias. Eso no es adquirir competencias científicas… Para eso no hay que hacer ninguna tesis doctoral. La tesis habría que hacerla para confirmar esta otra suposición: Los conocimentos y destrezas científicas son mucho menores en los niños con AICLE. Es más, cuanto más AICLe, peor. Obviamente, hasta llegar a un nivel que, desde luego no es el B1 ni el B2. Por cierto, ¿cómo se preparan los profesores/as las clases de Ciencias en, pongamos, un 4º de la ESO? ¿Acaso lo hacen reflexionando en inglés B2? Yo creo que todo este paripé habría que desmontarlo y empezar a mejorar la didáctica del inglés en Primaria, aumentando también el nº de horas. Os dejo mis reflexiones en la web: http://www.diariocordoba.com/noticias/cordobaandalucia/biling-ismo-made-in-andalucia_609412.html
Héctor Mauricio Mejía Núñez
es cierto, yo lo he aprendido leyendo libros de refrigeración con diccionario en mano
Miguel Angel
Hola,
Como reflexión, quizás lo ideal sería sustituir la asignatura de inglés por otra como «Inglés aplicado», donde se estudian temas de otras asignaturas de manera complementaria, como por ejemplo, medio ambiente, psicología,…
Saludos y enhorabuena por el blogspot.