Este texto de Joseba Jaureguizar apareció originalmente en el número 10 (2011) de la revista CIC Network y la reproducimos en su integridad por su interés.
Vivimos en un mundo profundamente globalizado en el que tanto la producción como el consumo se mueven por parámetros mundiales, alentados por un desarrollo de la tecnología e innovación. La competitividad de los países desarrollados pasa por la incorporación de tecnologías innovadoras fuertemente ligadas al desarrollo científico-tecnológico.
La globalización impacta directamente en la competencia de las empresas y se materializa en ciclos de vida de productos cada vez más cortos y nuevos y cada vez más exigentes en calidad, tecnología e innovación. Asimismo, en los próximos años podremos contemplar el retroceso de la marea demográfica que contribuyó a la prosperidad económica, y a su envejecimiento actual, que constituirá una carga económica en los próximos años, que junto a la recesión y crisis financiera del periodo 2008-2010 van a reducir la cantidad de capital disponible para la investigación tecnológica y la disposición para correr riesgos en investigaciones disruptivas.
En consecuencia, el desarrollo de tecnologías radicalmente novedosas, se va a ralentizar. La próxima generación de avances tecnológicos notables no llegará hasta la década del 2020.
Por lo tanto, el foco de la investigación va a estar centrado en la aplicabilidad de los conocimientos, en los diferentes sectores económicos, y en la cuenta de resultados de las empresas, de forma que la innovación ayude a combatir la crisis. Las tendencias que van a marcar la hoja de ruta global En este escenario económico las tendencias que van a marcar la hoja de ruta global son:
– Los efectos económicos del envejecimiento de la población y sus consecuencias a causa del incremento de la esperanza de vida; el aumento de las enfermedades degenerativas, que necesitarán cuidados médicos y el desarrollo de tecnologías avanzadas que implicarán que la industria farmacéutica y biotecnológica pasen de la investigación básica a las aplicaciones de la tecnología. Por otra parte, ni las expectativas de la secuenciación del genoma, o de las terapias de las células madre por ejemplo, han proporcionado soluciones rápidas, así que en la próxima década las soluciones se van a centrar en tecnologías aplicadas en medidas paliativas para los pacientes.
– En el ámbito de la revolución de las comunicaciones la década presente supondrá el final de un periodo de setenta años de crecimiento en tecnología e innovación en el ámbito digital. En la situación actual el desarrollo va a estar focalizado en ampliar la capacidad de lo ya inventado y en la aplicabilidad (como en las redes sociales), en nuevas aplicaciones de la tecnología creada hace años.
– Por un lado, las necesidades de una población mundial en expansión, y un sistema social y de producción que tradicionalmente no ha tenido en cuenta su impacto en el medio ambiente y los recursos naturales, nos enfrenta en la actualidad a gravísimos problemas de sostenibilidad ambiental, de los que, sin duda, el cambio climático es la principal manifestación. El modelo energético mundial continúa basado en los combustibles fósiles y principalmente en el petróleo, y ha generado un rápido y desconocido calentamiento del planeta, que podría tener consecuencias muy graves para la economía y la biodiversidad. El cambio climático plantea una cuestión básica: ¿Es posible consumir menos energía?
En la década actual, el consumo energético aumentará; los países recién industrializados de Asia y Latinoamérica no van a reducir su consumo energético. Las energías renovables no van a sustituir a corto plazo a los combustibles fósiles. Y por lo tanto la cuestión del cambio del mix energético balanceando a las energías renovables en estos momentos presenta serias dudas. Aunque se deben poner las bases del cambio de modelo energético para el 2020, basado en las energías renovables.
– Además será necesario abordar problemas que todavía no se han convertido en críticos y para buscar soluciones que aún no existen. La disponibilidad de agua es uno de ellos. El incremento de la industrialización junto con el aumento de la población que disfruta de los mejores niveles de vida ha empezado a crear escasez de agua en algunas amplias regiones del mundo.
– Además de que las grandes transformaciones tecnológicas se han producido en épocas de guerra donde las potencias han dedicado fondos a la I+D militar que luego han tenido aplicaciones civiles y no dedican los suficientes recursos económicos a la I+D en épocas de paz o de relativa paz como la actual.
En estos momentos, la innovación tecnológica radical ha sido sustituida por una batalla mundial a conquistar nuevas cotas de mercado y en conseguir que más personas dispongan de las tecnologías existentes.
Nuevos jugadores en la globalización
El escenario competitivo en el que nos movemos se ha visto profundamente alterado por la irrupción de países emergentes: Brasil, Rusia, India y China (BRIC, anunciado ya hace 10 años por Goldman Sachs).
Pero este concepto de BRIC ha quedado obsoleto, han saltado a la palestra nuevos países y se han acuñados otros acrónimos: civets (Colombia, Indonesia, Vietnam, Egipto, Turquía y Sudáfrica) , vista (Vietnam, Indonesia, Sudáfrica, Turquía y Argentina) o EAGLE (Emerging and Growth- Leading Economies) es decir, economías emergentes que lideran el crecimiento (los BRIC y Corea, Indonesia, México, Turquía, Egipto y Taiwán) serán responsables en los próximos 10 años del 50% del crecimiento global. Luego dentro de la globalización hay sitio para nuevos jugadores económicos que puedan ser competitivos en el nuevo escenario global.
Valorización de la Ciencia y Tecnología en el entorno competitivo
Es un hecho comúnmente aceptado que estos retos de la sociedad actual van a encontrar la respuesta dentro del triángulo que delimitan la ciencia, la tecnología y la innovación. Esto es especialmente relevante en el caso de las tecnologías intensivas en conocimiento y capital, asociadas a un alto nivel de I+D, a ciclos de innovación rápidos e integrados y a una fuerte inversión de capital y de empleo de alto nivel. Estas tecnologías son multidisciplinares, transversales y con una fuerte tendencia a la integración, y todas ellas tienen un enorme potencial para introducir cambios estructurales y apuntalar las cadenas de valor más estratégicas.
Hablamos de Tics, Nanotecnología, Nanoelectrónica, Biotecnología, Fotónica, Materiales Avanzados y otras cuyos mercados esperados crecen a unas tasas anuales estimadas de no menos del 5%.
Así, los agentes y países capaces de desarrollar tecnologías con estas características van a tener en su poder la llave para:
– Impactar sobre la economía global (apertura de nuevos mercados y mejora de las cadenas de valor existentes).
– Impactar sobre la sociedad (estabilización del empleo, mejora de la productividad y de los niveles de renta, mejora de la calidad de vida global, contenidos de comunicación, reducción de la pobreza).
– Impactar sobre el medioambiente (soluciones para el cambio climático y la escasez de combustibles fósiles, ahorro de energía en tiempo real, reducciones de las emisiones de CO2).
En este contexto cobra un especial interés el papel de los agentes que demuestren capacidad de liderazgo para impulsar la competitividad global cubriendo el gap entre la ciencia básica y las aplicaciones prácticas y coordinando a gobiernos, empresas y otros centros de investigación para dar solución a las grandes preguntas. Agentes líderes que sepan que los grandes retos globales de la Humanidad necesitan respuestas que requieren de la colaboración de agentes públicos y privados con diversas capacidades facilitando la exploración de competencias innovadoras en campos interdisciplinares científico técnicos.
Entorno empresarial mundial en I+D
En el cuadro de indicadores de «Inversión en I+D de las top 1.400 empresas en 2010, dividido entre las principales regiones del mundo», las 1.400 empresas se agrupan en cuatro grupos principales: 400 compañías de la UE, 504 empresas de los EE.UU., 259 de Japón y 237 empresas de otros países.
Otros países incluyen a las empresas de Taiwán, Suiza, Corea del Sur, China, India, Canadá, Noruega, Australia, junto con otros 15 países. La gran mayoría de la I+D de Other se lleva a cabo por dos grupos de países: -otros países de Europa con el 36% (90% Suiza) y con un 42% otros países de Asia (excepto Japón). Lo que nos hace ver el peso reducido de las empresas top tecnológicas del estado español que no aparecen en la distribución.
Algunas consideraciones sobre el País Vasco
El País Vasco no es ajeno a la profundización del cambio de modelo productivo que le permita mejorar su competitividad y el crecimiento de la productividad de las empresas, a la inversión tecnológica y educativa, al nivel de empleo de alta cualificación, al peso de los sectores de alto valor añadido y, en definitiva, al desarrollo en una economía basada en el conocimiento a base de un desarrollo tecnológico e innovador, sobre la base de una industria que ha sido y sigue siendo clave del desarrollo económico del país.
Pero la profundización del modelo productivo no se improvisa y su intervención requiere tiempo porque la base del cambio de modelo recae en el desarrollo de unos recursos humanos con un alto perfil científico, tecnológico e innovador, el desarrollo de mecanismos de políticas industriales y tecnológicas que apoye y acelere el cambio y la estructura de un sector financiero que apoye la financiación de la tecnología y la innovación en las empresas.
En este contexto el escenario de la Investigación en el País Vasco toma acento especial en la continua estrategia de modernización tecnológica de los sectores industriales tradicionales, junto a la necesaria diversificación en sectores emergentes, de forma que vaya creciendo el peso de los sectores de alto valor añadido priorizando y focalizándose en nichos de mercado con valor único diferenciado, en ámbitos tales como energías renovables, envejecimiento, biociencias, nanociencia, fabricación electrónica. Esta transformación ha de verse complementada con el desarrollo de un fuerte sector de servicios avanzados y una reforma del sector educativo que se adapte a las necesidades económicas y sociales.
Euskadi ha avanzado en esta orientación en los últimos años, ha realizado todo un proceso de convergencia tecnológica con Europa, incrementando su inversión en I+D en 30 veces en los últimos 30 años.
Con una fuerte inversión en I+D empresarial, de un BERD de 1,51% sobre el PIB mayor que la media europea, aunque en los últimos años la financiación privada de la I+D empresarial ha disminuido frente a ese objetivo europeo de mantener el equilibro (⅔ de financiación privada y ⅓ de financiación pública).
Situándose en el 54% en el 2009 y que debe aumentar la apuesta empresarial. En cuanto a la ejecución de la I+D el 76,4% lo realizan las empresas aunque el peso del sector tecnológico (Centros Tecnológicos) representa el 32% de esta cantidad
Estructura Económica del VAB e Inversión tecnológica
Para conseguir migrar hacia una economía del conocimiento debemos de transformar nuestra estructura económica, ya que en la actualidad estamos sufriendo una descapitalización en valor tecnológico alto en nuestra estructura económica.
En consecuencia, en los últimos años, estamos observando un nivel bajo de exportaciones de alto nivel tecnológico que nos puede situar en una posición de desventaja competitiva a nivel internacional.
Pero el camino debe orientarse a incrementar la apuesta tecnológica de las empresas, orientándolas hacia sectores de alta tecnología, con competitividad exportadora y apoyar este mercado en las capacidades tecnológicas de Corporaciones Tecnológicas como Tecnalia que a través de la investigación aplicada, identifique y desarrolle oportunidades de negocio competitivo para las empresas.
Además, una necesidad vital es desarrollar en Euskadi empresas innovadoras de base tecnológica con presencia global.
En una reciente misión tecnológica a Dinamarca tuvimos la oportunidad real de conocer alguna de las empresas tecnológicas de presencia global. Tuvimos la oportunidad de conocer Novo Nordisk , empresa farmacéutica en la posición 27 de las que más invierte en Europa en I+D, con un 14,6% de inversión en I+D sobre ventas y un 29,19% de beneficio sobre ventas y Novozymes con un 12,54% de inversión en I+D sobre ventas en el sector de la Biotecnología y con un beneficio sobre ventas del 19,5%, con presencia global de sus 4.500 empleados con redes y localizaciones en todo el mundo, pero con base estratégica en Dinamarca.
Después de esta visita analicé el informe The 2010 EU Industrial R&D Investment Scoreboard de las 1000 empresas europeas que más invierten en I+D y realicé un cuadro de comparación del número de empresas por millón de habitantes de cada país. Lo que nos da una clara visión de porqué unos países son más competitivos que otros y nos muestra cómo en el top europeo de empresas por millón de habitantes están: Finlandia con 10,57 y Dinamarca con 8,36; pasando por 3,67 del País Vasco o 0,59 de España.
En consecuencia, la inversión en I+D de estas empresas en el top en I+D, nos indica claramente que la competitividad empresarial y su soporte base en la tecnología y la innovación, es el camino que nuestro país debe apostar si quiere ser competitivo a nivel mundial.
Joseba Jaureguizar es ingeniero industrial y director general de Tecnalia.
Edición realizada por César Tomé López a partir de materiales suministrados por CIC Network
“La I+D que viene, el reto de aplicar el …
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