El estudio de paleogenómica (véase el vídeo más abajo) que ha llevado a cabo el grupo de Biología Evolutiva Humana de la Facultad de Ciencia y Tecnología, que lidera Concepción de la Rua, en colaboración con investigadores de Suecia, Holanda y Rumania, ha permitido recuperar, a partir de dos dientes, la secuencia completa del mitogenoma de la mujer de Pestera Muierii (PM1). Este genoma mitocondrial corresponde al linaje U6 basal, actualmente desaparecido, y del cual descienden los linajes U6 existentes ahora en las poblaciones del norte de África fundamentalmente.
El estudio, por tanto, no solo ha permitido confirmar el origen euroasiático del linaje U6, sino también apoyar la hipótesis de que al comienzo del Paleolítico Superior, hace unos 40-45.000 años, algunas poblaciones iniciaron una migración de vuelta a África desde Eurasia. El individuo Pestera Muierii representa una rama de este viaje de vuelta a África, del que no hay evidencia directa debido a la escasez de restos fósiles del Paleolítico en el norte de África.
«En este momento, el grupo de investigación se encuentra analizando el genoma nuclear, cuyos resultados nos pueden proporcionar información sobre su relación con los neandertales y sobre la existencia de variaciones genómicas asociadas al sistema inmune que expliquen el éxito evolutivo de Homo sapiens frente a otras especies humanas con las que coexistió. Además, podremos conocer los rasgos fenotipos de los primeros Homo sapiens y la influencia de los movimientos poblacionales del pasado en la comprensión de nuestra historia evolutiva», explica la catedrática Concepción de la Rúa.
Referencia:
M. Hervella, E.M. Svensson, A. Alberdi, T. Günther, N. Izagirre, A.R. Munters, S. Alonso, M. Ioana, 5, F. Ridiche, A. Soficaru, M. Jakobsson, M.G. Netea & C. de-la-Rua. (2016) The mitogenome of a 35,000-year-old Homo sapiens from Europe supports a Palaeolithic back-migration to Africa. Scientific Reports. doi: 10.1038/srep25501.
Edición realizada por César Tomé López a partir de materiales suministrados por UPV/EHU Komunikazioa
Txema M.
Desde luego, la existencia de población blanca autóctona en el norte de África desde tiempo inmemorial, siendo África el continente negro, debe tener una explicación lógica. Y lo más lógico es que entraran desde Eurasia, probablemente por el este, colonizando el norte y diluyendo los rasgos de las poblaciones autóctonas primitivas, negras. El Sáhara debió impedir que fueran los rasgos europeos de los recién llegados los que se vieran disueltos en una población más numerosa. Sin embargo, las poblaciones autóctonas debieron dejar su herencia, pues en otro artículo que acabáis de publicar, https://culturacientifica.com/2017/01/16/los-bimbaches-punta-azul-hierro/, se cita la existencia en la antigua población del Hierro, de indudable origen bereber, de un individuo con marcadores originarios del África Subsahariana (E-M33) en su cromosoma Y.
Es apasionante conocer, en lo posible, qué fue de las gentes que se vieron forzadas a vivir en lugares a los que, en principio, no estaban tan adaptados como las gentes autóctonas. Es apasionante saber cómo, en todo tiempo y lugar, los conflictos entre poblaciones no han impedido que perviva descendencia común. Por desgracia estoy convencido de que si algún día pudiéramos llegar a saber con precisión de qué poblaciones descendemos, seguiría existiendo el racismo de mierda igual que ahora.