La soledad no es sólo una condición desagradable y todo lo contrario a placentera. Además de causar un estado de ánimo negativo en quien la sufre, es causa de un buen número de afecciones, como enfermedades cardiovasculares, obesidad, o debilitamiento del sistema inmune, entre otras. Por otro lado, se da la circunstancia de que una persona puede sufrir soledad aunque se encuentre rodeada de gente de forma permanente; basta con experimentar la sensación o el sentimiento de encontrarse uno aislado para encontrarse solo.
Por si lo anterior no fuera suficente, de acuerdo con un estudio publicado en la revista Personality and Social Psicology, la soledad se contagia. Quiere esto decir que cuando en una red social una persona empieza a manifestar sentimientos de soledad, otras personas próximas también irán progresivamente sintiendose solas. A título indicativo, cabe decir que, tomando como referencia la media, es un 50% más probable que experimente sentimientos de soledad una persona que se encuentre en contacto directo con otra a la que le ocurre lo mismo.
La razón por la que la soledad se contagia es porque hace que la gente actúe hacia los demás de una forma más negativa y menos generosa; ese comportamiento debilita los lazos existentes entre las personas concernidas, acentuándose de esa forma los sentimientos de soledad. Es un efecto más intenso entre amigos que entre familiares, algo que no parece necesario explicar. Y se produce con más frecuencia entre mujeres que entre hombres, porque las mujeres demandan de sus amistades más apoyo emocional y social que los hombres.
Así pues, la soledad no solo conlleva un deterioro de la salud, también es contagiosa. Puede, por tanto, ser catalogada como una enfermedad.
Referencia:
Cacioppo, J. T.; Fowler, J. H.; Christakis, N. A. (2009): “Alone in the crowd: The structure and spread of loneliness in a large social network.” Journal of Personality and Social Psychology Vol 97(6): 977-991.
Sobre el autor: Juan Ignacio Pérez (@Uhandrea) es catedrático de Fisiología y coordinador de la Cátedra de Cultura Científica de la UPV/EHU