En la actualidad, muchas regiones del mundo consumen alimentos que no se producen en el propio país. Este es el caso del arroz (Oryza sativa). Se calcula que en el sur-sudeste de Asia se produce entorno al 90% del arroz consumido en el mundo.
Análisis arqueológicos y genéticos indican que el arroz se domesticó hace 14.000-10.000 años en China. Tardó alrededor de 10.000-8.000 años en llegar a India y otros 2.000 en expandirse por Japón, Oriente Medio, Egipto, Grecia y Roma. Hace 1.300 años se introdujo en la Península Ibérica, gracias a los árabes. 500 años después se consumía en el norte de Europa y fue hace 300 años cuando se introdujo en Norteamérica, mediante esclavos africanos.
No hay que olvidar que el cultivo del arroz es complicado y peligroso ya que se necesita mucha agua y los lodazales de siembra son lugares idóneos para la cría de mosquitos Anopheles, puesto que sus huevos y el crecimiento de la larva y pupa se desarrolla en un medio acuático. En su etapa adulta, mediante sus picaduras, transmiten enfermedades como el paludismo o malaria.
En un estudio psicológico se comparó el comportamiento de los cultivadores de arroz con los de trigo. Los resultados mostraron que los primeros eran más interdependientes y holistas que los segundos. Esto ocurre porque la siembra del arroz, a diferencia del trigo, requiere cooperación.
En conclusión, el cultivo del arroz es una actividad que puede ser complicada y peligrosa, que lleva tras de sí miles de años de historia y expansión.
Autora: Aida Zuriñe Campos Vivanco (@az_ciencia), alumna del Postgrado de Ilustración Científica de la UPV/EHU – curso 2018/19
Artículo original: Ingredientes para la receta: El arroz. Eduardo Angulo, Cuaderno de Cultura Científica, 5 de diciembre de 2018.
“Ilustrando ciencia” es uno de los proyectos integrados dentro de la asignatura Comunicación Científica del Postgrado de Ilustración Científica de la Universidad del País Vasco. Tomando como referencia un artículo de divulgación, los ilustradores confeccionan una nueva versión con un eje central, la ilustración.
Chisco Valencia
Por eso, y otras razones, desde hace siglos se asocia el cultivo del arroz con la piscicultura d carpas y otras especies en muchas zonas d Oriente. Estos peces se comen las larvas del mosquito, abonan el arrozal y aportan proteina d primera calidad a la dieta d los habitantes d la zona