Las matemáticas son el lenguaje en el que está escrito el universo y eso hace que el grado en matemáticas sirva para muchas más cosas que para dar clases. Lo ilustra Paz Morillo de la Universitat Politècnica de Catalunya con 6 casos de chicas que aplican las matemáticas en ámbitos muy distintos.
Quizás sea el número más famoso de la historia. Lo cierto es que el número Pi, representado por la letra griega π, es una de las constantes matemáticas más importantes que existen en el mundo, estudiada por el ser humano desde hace más de 4.000 años. La fascinación que ha suscitado durante siglos es tal que el popular número cuenta con su propio día en el calendario, así el mes de marzo se celebra el Día de Pi en todo el planeta.
Este evento internacional vino de la mano del físico estadounidense Larry Shaw, quien lanzó en 1988 la propuesta de celebrar esta efeméride. La forma en la que se escribe el 14 de marzo en inglés y euskera coincide con los tres primeros dígitos de la famosa constante matemática. (3-14 martxoaren 14 en euskara / 3-14 march, 14th en inglés) y además, la celebración coincide con la fecha del nacimiento de Albert Einstein. En 2009, el congreso de EEUU declaró oficialmente el 14 de marzo como el Día Nacional de Pi.
Actualmente, el Día de Pi es una celebración mundialmente conocida que sobrepasa el ámbito de las matemáticas. Este número irracional, que determina la relación entre la longitud de una circunferencia y su diámetro, concierne a múltiples disciplinas científicas como la física, la ingeniería y la geología, y tiene aplicaciones prácticas sorprendentes en nuestro día a día.
Este 2019 nos unimos de nuevo al festejo con el evento BCAM–NAUKAS, que se desarrolló a lo largo del 13 de marzo en el Bizkaia Aretoa de UPV/EHU. BCAM-NAUKAS contó durante la mañana con talleres matemáticos para estudiantes de primaria y secundaria y durante la tarde con una serie de conferencias cortas dirigidas al público en general.
Este evento es una iniciativa del Basque Center for Applied Mathematics -BCAM, enmarcada en la celebración de su décimo aniversario, y de la Cátedra de Cultura Científica de la Universidad el País Vasco.
Edición realizada por César Tomé López a partir de materiales suministrados por eitb.eus
Carlos Fuentes
Qué mal que el autor no cite a quien dijo que las matemáticas con el alfabeto con el cual Dios escribió el universo. Galileo Galilei. En esta época hay mucho plagio de ideas.
César Tomé
No se puede citar a Galileo si lo que se escribe no se corresponde con lo que dijo Galileo, aunque el populacho le atribuya una cosa parecida.
Usted afirma que Galileo dijo que «las matemáticas son el alfabeto con el cual Dios escribió el universo.» y mete con ello a Dios en la ecuación y al universo lo hace objeto final de la acción (nosotros no decimos quien escribe, solo describimos el hecho). Cabría esperar que en esta época en la que todos sabemos mucho y en la que es tan fácil y cómodo decir lo primero que se me pasa por la cabeza, incluido acusar de plagio, antes de tomarme la molestia de comprobar nada mínimamente, usted sería la excepción y habría comprobado lo que escribía Galileo en Il Saggiatore en 1628:
La filosofia è scritta in questo grandissimo libro, che continuamente ci sta aperto innanzi agli occhi (io dico l’Universo), ma non si può intendere, se prima non il sapere a intender la lingua, e conoscer i caratteri ne quali è scritto. Egli è scritto in lingua matematica, e i caratteri son triangoli, cerchi ed altre figure geometriche, senza i quali mezzi è impossibile intenderne umanamente parola; senza questi è un aggirarsi vanamente per un oscuro labirinto.
Comprenderé que no lea italiano, pero sí será capaz de no encontrar por ninguna parte la palabra dios. Según Galileo es «la filosofía» la que está escrita en el libro que es el universo, y para poder entenderla hay que saber su lenguaje, las matemáticas. No dice quien escribe.
En fin, ¿qué quiere que le diga? No tengo mayor interés en hacer más sangre que la mínima necesaria. La próxima vez, compruebe antes de escribir y más si va a acusar de algo tan feo como plagio.