Las bombillas incandescentes nos alumbraron en el siglo XX. Sin duda, la bombilla ha sido uno de los avances más importantes de la historia y junto a ella, probablemente, nos vendrá a la mente el nombre de Thomas Edison. Sin embargo, la invención de la lámpara incandescente tiene una extensa lista de aportaciones. Los historiadores Robert Friedel y Paul Israel han llegado a contabilizar hasta 22 inventores de lámparas incandescentes. Lo que sí señalan ambos es que la versión de Edison fue capaz de superar a las demás debido a las mejoras realizadas lo que convirtieron su bombilla es más eficaz, resistente y económicamente viable.
Edison, cuyo mérito no discute nadie, fue lo que hoy llamamos un emprendedor, lo que de toda la vida ha sido un empresario. Eso no le desmerece en absoluto, pero sí es necesario tenerlo en cuenta para entender su forma de actuar, siempre con ánimo de lucro y en términos de competencia en un mercado limitado. Edison creaba, mejoraba lo que hacían otros y sobre todo, ponía en el mercado magistralmente productos revolucionarios. Todo lo anterior es para mencionar que la primera bombilla de filamento de carbono la creó el físico, químico e inventor Joseph Swan en febrero de 1879, quien también fue el primero en suministrarlas para un uso comercial, en concreto para iluminar el Hotel Savoy de Londres en 1881.
Los vídeos de Historias de la Ciencia presentan de forma breve y amena pasajes de la nuestra historia científica y tecnológica. Los vídeos, realizados para la Cátedra de Cultura Científica de la UPV/EHU, se estrenan en el programa de ciencia Órbita Laika (@orbitalaika_tve), los lunes a las 22:00 en la 2 de RTVE.