La fecha de introducción y el origen geográfico determinan en gran medida la abundancia, extensión geográfica y amplitud ecológica de las plantas invasoras; y sus características biológicas, ligadas a un crecimiento rápido, juegan un importante papel en ese éxito. Estas tres dimensiones biológicas (abundancia, extensión geográfica y amplitud ecológica) son fundamentales para entender el éxito de esas especies invasoras.
Esta es una de las conclusiones principales de un estudio internacional en el que ha participado Idoia Biurrun, profesora del Departamento de Biología Vegetal y Ecología, de la Facultad de Ciencia y Tecnología de la UPV/EHU, aportando datos de la presencia y abundancia de plantas exóticas en comunidades vegetales del norte de la Península Ibérica, así como colaborando en la interpretación de los resultados del estudio. Estos datos, combinados con datos de toda Europa, han sido imprescindibles para calcular el éxito de cada especie exótica en las tres dimensiones: abundancia local, extensión geográfica y amplitud ecológica. Este marco tridimensional mejorará nuestros conocimientos sobre la dinámica de la distribución de las plantas y, por tanto, ayudará a anticipar y gestionar futuras invasiones.
Las plantas exóticas son aquellas que crecen lejos de su hábitat natural, tras haber sido introducidas en estos nuevos territorios gracias a la acción humana. Las que son capaces de establecerse en estos nuevos ambientes y mantener poblaciones capaces de reproducirse son las especies naturalizadas, y algunas de ellas se vuelven invasoras y pueden producir graves impactos ecológicos y socioeconómicos. Como comenta Idoia Biurrun, son bien conocidos en nuestro ámbito el carrizo de la pampa (Cortaderia selloana) o el bambú japonés (Reynoutria japonica). No todas las especies introducidas tienen la misma “invasividad”, concepto que expresa el éxito o la efectividad a la hora de invadir nuevos hábitats. En consecuencia, un equipo internacional de científicos encabezados por el profesor Mark van Kleunen, experto en invasiones biológicas mundialmente reconocido, ha investigado los diferentes tipos de “invasividad”, así como los potenciales factores que la determinan en las especies introducidas en Europa.
Se investigaron estas tres dimensiones (abundancia local, extensión geográfica y amplitud ecológica) en el ámbito continental europeo para una gran proporción de la flora, tanto nativa como exótica. La introducción temprana en Europa y la capacidad de crecer rápido son características comunes de muchos “super invasores”. Estos descubrimientos mejoran nuestro conocimiento sobre la distribución de las especies vegetales –tanto invasoras como nativas– y pueden ayudar a una mejor predicción y gestión de futuras invasiones.
¿Son todas las especies exóticas igualmente invasoras?
Los expertos en el campo de la ecología son cada vez más conscientes de que el término “invasor” no describe una única propiedad. Existen diferentes características en la distribución de las especies que nos informan sobre su posible carácter invasor. Con el objetivo de conocer más sobre las diferentes vías que pueden seguir las especies introducidas para hacerse invasoras, los autores han combinado dos grandes bases de datos: la base de datos global sobre flora exótica naturalizada (the Global Naturalized Alien Flora –GloNAF-) y la base de datos europea de vegetación (European Vegetation Archive –EVA-).
El estudio partía de la premisa de que estas dimensiones deberían estar relacionadas en las plantas exóticas, tal y como lo están en las distribuciones nativas. Después de todo, las especies exóticas en un lugar son nativas en algún otro lugar. El estudio demostró que las asociaciones entre las tres dimensiones (abundancia local, extensión geográfica, amplitud ecológica) de las especies exóticas que son invasoras en Europa siguen el mismo patrón que la flora nativa europea: las plantas que tienen éxito en una de las dimensiones también tienden a tenerlo en las otras.
A pesar de las similitudes entre plantas nativas y exóticas en sus patrones de asociación, existe una diferencia decisiva entre ambos grupos: a diferencia de las plantas nativas, las invasoras no evolucionaron en los hábitats invadidos en los que se han introducido recientemente. Por ello, los autores del estudio se propusieron como segundo objetivo identificar los condicionantes o factores clave para el éxito de la invasión en cada una de las tres dimensiones, independientemente de que las tres dimensiones puedan estar relacionadas.
Descubrieron que las plantas que tienen valores altos en las tres dimensiones tienden a proceder de otros continentes, como Asia o América, mientras que las plantas que se han introducido desde otras partes de Europa no suelen tener gran éxito como especies invasoras. Además, los “super-invasores” extra europeos a menudo tienen propiedades biológicas que les ayudan a crecer rápido, a cambio de mecanismos de defensa menos desarrollados. Estos resultados apoyan la hipótesis conocida como enemy release hypothesis, que se podría traducir como “hipótesis del escape de los enemigos”. La idea es que las especies invasoras, cuando invaden nuevos territorios, dejan atrás muchos de sus patógenos, herbívoros y competidores, con los que evolucionaron en sus hábitats nativos. Ello les permite “crecer fuera de control”, y este efecto puede ser aún más pronunciado cuando en el proceso de invasión se han cruzado fronteras continentales, tales como océanos o grandes cordilleras.
El equipo científico también encontró excepciones a la regla antes mencionada por el que las plantas con éxito en una dimensión de la invasión también lo tienen en las otras dimensiones, e identificaron algunas causas posibles para estas excepciones. Por ejemplo, cuanto más reciente es la fecha de introducción, más probable es que la planta invasora no cumpla esta regla. Ello se debe a que estas plantas son nuevas en el territorio, y todavía no han desarrollado su potencial. Ello implica que nos debemos de preocupar por las plantas invasoras que tienen éxito en una única dimensión pero son de introducción reciente, pues es bastante probable que se expandan también en las otras dimensiones. Por consiguiente, este marco de las “dimensiones de la invasividad” no solo es una herramienta eficaz para explicar los actuales patrones de naturalización y mejorar nuestro entendimiento sobre la dinámica de la distribución de las especies, también nos puede ayudar a anticipar futuras invasiones y desarrollar estrategias de gestión individualizadas para un mejor control de las plantas invasoras.
Referencia:
Fristoe TS, Chytrý M, Dawson W, Essl F, Heleno R, Kreft H, Maurel N, Pergl J, Pyšek P, Seebens H, Weigelt P, Vargas P, Yang Q, Attorre F, Bergmeier E, Bernhardt-Römermann M, Biurrun I, et al. (2021) Dimensions of invasiveness: Links between local abundance, geographic range size, and habitat breadth in Europe’s alien and native floras PNAS doi: 10.1073/pnas.2021173118
Edición realizada por César Tomé López a partir de materiales suministrados por UPV/EHU Komunikazioa