Recientemente se ha descubierto un nuevo mineral cerca de Moaña, un municipio localizado en la provincia de Pontevedra, que ha recibido el nombre de ermeloita.
Si habéis intentado pronunciar dicho nombre en voz alta un par de veces seguidas, es probable que se os haya trabado un poco la lengua y estéis pensando ahora mismo: Pero, ¿cómo se les ha ocurrido ponerle ese nombre tan raro?
Esta pregunta nos la podríamos hacer para todos y cada uno de los minerales que conocemos hoy en día. Y es a la que voy a tratar de dar respuesta en este artículo.
Aunque no lo creáis, hay un organismo internacional que se encarga de vigilar tanto la nomenclatura como la correcta clasificación sistemática de los minerales de todo el mundo, la Commission on New Minerals, Nomenclature and Classification (CNMNC) of the International Mineralogical Association (IMA). O, en castellano, la Comisión de Nuevos Minerales, su Nomenclatura y Clasificación de la Asociación Mineralógica Internacional. Vamos, que si descubrimos un mineral desconocido por la ciencia hasta ese momento y queremos ponerle un nombre, tenemos que seguir sus reglas.
Y es entonces cuando tenemos dos caminos que podemos seguir a la hora de elegir dicho nombre. O bien lo hacemos de una manera más formal y aludimos a alguna propiedad o característica de ese nuevo mineral, tales como su composición química o su color, o nos convertimos en espíritus libres y le damos una denominación que no nos aporta ninguna información propia del mineral.
Como ejemplos de nombres más formales e informativos, podemos encontrarnos con la calcita, llamada así porque tiene calcio en su composición, o la magnesita, que incluye el magnesio. Y seguro que os suenan la cianita, que es de un color azul brillante, y el oropimente, que presenta un color amarillento dorado.
Pero es por la vía más informal de nomenclatura donde aparecen los nombres de minerales más curiosos e, incluso, divertidos.
Es aquí donde podemos incluir el granate. Puede que penséis que me he confundido al no ponerlo junto a la cianita y el oropimente creyendo que su nombre procede del color rojo oscuro al que conocemos, precisamente, como granate, pero es que el origen de su nombre es muy particular. El granate mineral se denomina así porque recuerda a las semillas, o granos, de la granada, la fruta del árbol conocido como granado.
Un segundo grupo de nombres hace mención o sirve como homenaje a personas famosas, no siempre relacionadas con la Geología o la Mineralogía. Como ejemplos tenemos la goethita, dedicada al filósofo alemán Johann Wolfgang von Goethe. O la livingstonita, nombrada en honor al explorador escocés David Livingstone, al que Stanley saludó con su famosa frase “el doctor Livingstone, supongo” cuando lo encontró en el corazón de África. O la smithsonita, llamada así en homenaje a James Smithson, el mineralogista inglés con cuya herencia se fundó la Institución Smithsonian.
Y hay un tercer grupo de nombres que se refieren a localidades geográficas. Entre ellos nos encontramos con la jarosita, cuya nomenclatura se refiere al Barranco Jaroso, situado en la Sierra Almagrera, provincia de Almería. También tenemos el aragonito, que hace alusión a Molina de Aragón, localidad de la provincia de Guadalajara y que se ha elegido como imagen central del logotipo del Geoparque Mundial Unesco de Molina de Aragón-Alto Tajo. O la villamaninita, que se refiere a Villamanín, villa de la provincia de León.
Pues es en este último grupo donde también podemos incluir al nuevo mineral ermeloita, ya que su nombre procede de la zona donde se ha descubierto, el Monte Ermelo.
Aquí solo os he puesto unos pocos ejemplos, pero hay miles de minerales descubiertos hasta la fecha con los que podéis pasar un buen rato buscando el origen de sus nombres. Algunos son muy, pero que muy curiosos.
Referencia:
Zaragoza Vérez, G., Rodríguez Vázquez, C. J., Fernández Cereijo, I., González del Tánago, J., Jiménez Martínez, R., Dacuña Mariño, B., Barreiro Pérez, R., Vázquez Fernández, E., Gómez Dopazo, M., and Lantes-Suárez, O. (2022). Ermeloite, IMA 2021-017a, in: CNMNC Newsletter 68, Eur. J. Mineral., 34, doi: 10.5194/ejm-34-385-2022.
Para saber más:
Introducción histórica a la mineralogía
Sobre la autora: Blanca María Martínez es doctora en geología, investigadora de la Sociedad de Ciencias Aranzadi y colaboradora externa del departamento de Geología de la Facultad de Ciencia y Tecnología de la UPV/EHU