Un estudio de la UPV/EHU ha analizado el impacto del aumento de la temperatura superficial del mar en las comunidades de macroalgas en las últimas cuatro décadas. En una zona costera vizcaína se han investigado puntos a diferentes profundidades y se ha observado que cada vez son más escasas las especies estructurantes de afinidad fría, mientras que han proliferado especies pequeñas de afinidad cálida. Como consecuencia, algunas funciones ecológicas están en peligro.
La temperatura de nuestro planeta está aumentando a gran velocidad. El 90 % del exceso de calor generado ha sido absorbido por el mar y, debido a ello, ha aumentado de forma notoria la temperatura superficial de los océanos. En este contexto, son especialmente vulnerables los organismos inmóviles y sensibles a la temperatura.
Además, hay sitios en los que es más notorio el calentamiento del mar que en otros. Por ejemplo, en la costa vasca se ha producido un aumento de la temperatura del mar de 0,23 °C por década, frente a un aumento de 0,15 °C a nivel mundial. Ante esta situación, el Grupo de Investigación Bentos Marino de la UPV/EHU ha estudiado cómo ha afectado el calentamiento a las comunidades de macroalgas de una zona costera de Bizkaia. Junto con el Centro de Investigación Avanzada de Blanes, ha investigado los cambios producidos durante los últimos 40 años. “Es importante estudiar cómo responden las comunidades de macroalgas ante los incrementos de temperatura, de cara a la conservación de la biodiversidad marina, ya que desempeñan roles fundamentales en los ecosistemas”, afirma la bióloga Olatz Arriaga Telleria.
Una de las principales conclusiones obtenidas es el incremento de especies de afinidad cálida en las comunidades de macroalgas en la costa vasca a consecuencia del aumento de la temperatura, mientras que las de afinidad fría son cada vez menos numerosas. Esto ha provocado profundas transformaciones en la estructura de las comunidades, ya que las especies que más han disminuido, como Gelidium corneum, son estructurantes, es decir, crean entornos tridimensionales que sirven de refugio para una gran variedad de organismos. Además, proporcionan hábitats adecuados para otras algas, peces, invertebrados, etc., donde, entre otras cosas, pueden encontrar alimentos y protegerse de los depredadores. “No hemos detectado otras especies que sustituyan estas importantes funciones ecológicas a medida que se van reduciendo las especies estructurantes, lo cual supone una degradación de las comunidades”, ha explicado Arriaga. Las especies de afinidad cálida que han proliferado son más pequeñas y morfológicamente más simples.
Resiliencia de las comunidades de macroalgas
También la investigación ha demostrado que las comunidades de macroalgas responden con gran rapidez a los cambios de temperatura del mar. Eso se ha podido deducir observando los datos de la última década. De hecho, el incremento de la temperatura no ha sido homogéneo en los 40 años analizados. Si bien la tendencia general ha sido al alza, en el último tramo investigado (2014-2020) se registraron unas temperaturas más tibias. Arriaga ha explicado que “esto nos ha permitido estudiar cómo es la respuesta a corto plazo de las comunidades de macroalgas y hemos observado que en esos 6 años se ha recuperado en parte la presencia que habían perdido las especies estructurantes a grandes profundidades, mientras que han disminuido algunas especies de afinidad cálida”.
Aunque la resiliencia mostrada por las macroalgas suscita cierta esperanza, el equipo investigador subraya que no parece que el control de la temperatura del mar vaya a llegar de forma inmediata. Y, siendo la temperatura la principal causa de las transformaciones estructurales en las comunidades de macroalgas, no ven un futuro fácil. Ante ello, consideran fundamental continuar con la investigación y aumentar la frecuencia de las monitorizaciones: “Esto ayudaría a conocer mejor el comportamiento de las comunidades de macroalgas y a tomar medidas proactivas para proteger los hábitats de las especies vulnerables”. Una podría ser, por ejemplo, identificar zonas con potencial de ser refugios climáticos. Están trabajando en la búsqueda de soluciones antes de que la situación sea irreversible.
Referencia:
O. Arriaga, P. Wawrzynkowski, N. Muguerza, I. Díez, J.M. Gorostiaga, E. Quintano, M.A. Becerro (2024) The thermal journey of macroalgae: Four decades of temperature-induced changes in the southeastern Bay of Biscay Marine Environmental Research doi: 10.1016/j.marenvres.2024.106351
Para saber más:
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Los invasores: Las algas Caulerpa
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Edición realizada por César Tomé López a partir de materiales suministrados por UPV/EHU Komunikazioa