El próximo jueves, 28 de noviembre tendrá lugar la última conferencia del ciclo Emakumeek zientzia egiten dute / Ellas hacen ciencia que se celebra por segundo año en la Biblioteca de Bidebarrieta de Bilbao.
Mary Leakey fue investigadora destacada en una notable familia de buscadores de fósiles. Ella y su marido, el conocido antropólogo Louis Leakey, contribuyeron a cambiar radicalmente las ideas sobre la prehistoria humana. Sus aportaciones a la búsqueda de los orígenes humanos son consideradas fundamentales.
Los hallazgos de Mary Leakey a partir de la década de 1930, junto a otros realizados en 1925 en Sudáfrica por Raymond Dart, confirmaron la predicción de Darwin: el origen de la humanidad ha estado en África y no en Asia, como hasta esa época muchos se empeñaban en afirmar. Asimismo, sus descubrimientos ayudaron a desmoronar el mito de que la especie humana evolucionó en línea recta: el clásico modelo de una escalera con la humanidad en su parte más alta. Por el contrario, los restos fósiles que Mary Leakey tanto contribuyó a recuperar, muestran que la humanidad tuvo unos comienzos muy semejantes a un arbusto profusamente ramificado, y Homo sapiens es sólo una pequeña ramita de reciente aparición. Además, fue la autora del hallazgo para muchos más importante en este campo: las huellas fosilizadas de las primeras pisadas de la humanidad, acontecimiento que estremeció al mundo en la década de 1970 y ha tenido una trascendencia enorme para la Paleoantropología.
Aunque inglesa de nacimiento, Mary Leakey pasó la mayor parte de su vida entre Kenia y Tanzania, donde llegó por primera vez en 1935, y excepto algunas incursiones a Europa y Estados Unidos, permaneció allí desde entonces. Durante más de medio siglo, trabajando con empeño bajo el cálido sol africano, esta singular mujer escarbó en los sedimentos del oriente africano en pos de su objetivo: desenterrar los primeros datos físicos y culturales sobre la evolución humana. Los expertos en este campo afirman que su trabajo marcó las pautas de documentación y excavación en la Arqueología paleolítica, y hoy es admitida como la iniciadora de importantes métodos arqueológicos ampliamente seguidos en el trabajo de campo.
La opinión mayoritaria coincide al precisar que los descubrimientos antropológicos y paleontológicos más significativos de este siglo difícilmente podrían haberse excavado sin la exactitud y la tenacidad de Mary Leakey. Unánimemente es admitida entre las personas de su tiempo que con mayor fiabilidad han estudiado el pasado distante. Además, en una profesión como la Paleoantropología, que está claramente marcada por batallas de interpretación y por discusiones que a menudo se vuelven personales, Mary Leakey ha sido calificada como única por su rigor y seriedad, así como por su escasa propensión a especular sobre teorías acerca de la evolución humana.
Trabajó en sus excavaciones hasta 1983. En estas fechas se retiró a su casa en las afueras de Nairobi, y se dedicó principalmente a la escritura.
A lo largo de su vida recibió diversos doctorados honoríficos e importantes galardones, entre ellos la prestigiosa medalla de oro de Linneo por su contribución a las Ciencias Biológicas, la medalla de Hubber, menciones de la Sociedad Geográfica Nacional, de la Sociedad Geológica de Londres y de la Real Academia Suiza.
En diciembre de 1996, a los 83 años de edad, murió en su casa de Nairobi y el mundo entero se hizo eco de su pérdida.
La conferencia será impartida por Carolina Martínez Pulido, Doctora en Biología y Profesora Titular del Departamento de Biología Vegetal de la Universidad de La Laguna. Su línea de investigación, centrada en el papel de la mujer en las Ciencias Biológicas, se ha concretado principalmente en la publicación de cinco libros sobre el tema: También en la cocina de la ciencia (2001), El papel de la mujer en la evolución humana (2003), Gestando vidas alumbrando ideas. Mujeres científicas en el debate sobre la Biología de la reproducción (2004), La presencia femenina en el pensamiento biológico (2006), La senda mutilada. La evolución humana en femenino (2012).
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