
En su triple componente -agrícola, ganadero, forestal-, el sector agrario es indiscutiblemente uno de los sectores más importantes de nuestra sociedad. Sin embargo, en muchos países industrializados, paradójica e injustamente, es un sector a menudo olvidado, cuando no minusvalorado, excepto en aquellas ocasiones en las que coyunturas determinadas nos recuerdan que nuestra supervivencia depende de la producción constante de alimentos nutrida por el saber y esfuerzo de los profesionales del sector agrario. En los países erróneamente denominados “desarrollados” (el desarrollo de una sociedad o país, al igual que el de las personas, no acaba nunca), tal vez por su marcado carácter industrial, tecnológico y urbano, es común no valorar en su justa medida la trascendencia del sector agrario, especialmente en contraposición con sectores a priori más tecnificados y tecnológicos.
Sin embargo, en los últimos años y al amparo de la corriente “agri-tech” (también, agro-tech, ag-tech, AgTech; del inglés, agricultural technology), el sector agrario está experimentando un nivel de innovación tecnológica sin precedentes con el objetivo de articular la irresoluta, que no irresoluble, conexión entre producción y conservación, productividad y sostenibilidad ambiental. Actualmente, es habitual que en foros agrarios broten conversaciones y debates sobre digitalización, sensórica, big data, inteligencia artificial, teledetección, imágenes hiperespectrales, uso de drones y satélites, robotización y temáticas similares.
Estas tecnologías, como suele ser el caso, no son intrínsecamente buenas ni malas, de hecho, pocas lo son. Lo que importa y las diferencia es cómo y por qué se desarrollan y, sobre todo, utilizan. Aunque el desarrollo de tecnologías es muy probablemente inherente a nuestra especie desde sus orígenes (no es infrecuente escuchar eso de que “no hay nada más humano que la tecnología”), ello no implica que no deban ser escrutadas con rigor y minuciosidad desde diversos ámbitos (específicamente, desde la ética, la justicia social, la inclusividad, la política y la responsabilidad ambiental) y que no debamos disponer de sólidos instrumentos de gobernanza que garanticen que son usadas para el bien de la humanidad como concepto y, específicamente, de las personas, pues no debemos olvidar que, aunque por el momento parece que la tecnología no puede reemplazar a la humanidad (de hecho, todavía parece indisociable de lo humano), sí puede sustituir a algunas personas y discriminar a otras, amenazas ante las que debemos mostrar intransigencia.

En el tema que nos ocupa, léase, la tecnología agraria, es indispensable que la incursión de nuevos desarrollos tecnológicos en el ámbito agrario, además de contribuir a la asimismo indispensable rentabilidad de la actividad agraria, respete la idiosincrasia rural y el paisaje natural y cultural en el que se desarrolla la citada actividad. Bajo este paradigma y desde su fuerte vínculo con el sector agrario vasco, NEIKER está desarrollando un proyecto estratégico denominado AGRI-TECH, cuyo foco de actuación es la transición tecnológica del sector agrario vasco encauzada hacia la rentabilidad, productividad y sostenibilidad ambiental. Este proyecto estratégico, alumbrado en NEIKER hace apenas 5 años como consecuencia de una reflexión profunda y crítica sobre nuestra labor de impulsar la generación y transferencia de conocimiento teórico y práctico para beneficio del sector agrario vasco, ha acometido entre otras las siguientes áreas temáticas:
(1) Agricultura de precisión, cimentada en el uso de la sensórica y la inteligencia artificial para la racionalización del uso de fertilizantes y fitosanitarios. Hemos desarrollado un algoritmo de máxima precisión basado en la inteligencia artificial que, apoyado en imágenes satelitales, permite la generación de mapas de rendimiento (predicción de cosecha) y fertilización mínima requerida para el cultivo de cereales, con el consiguiente beneficio en términos de rentabilidad y sostenibilidad.
(2) Riego inteligente, basado en modelos de simulación e inteligencia artificial, para una gestión eficiente del uso del agua como recurso estratégico en el actual escenario de cambio climático. Hemos desarrollado una APP para el cálculo de las necesidades de dosis de riego en cultivos herbáceos y leñosos, y otra para el cálculo de los tiempos de encharcamiento en riego por aspersión. En este momento, estamos optimizando un algoritmo focalizado en la evapotranspiración de los cultivos que nos permitirá conocer el consumo de agua en la cubierta vegetal y, por ende, ajustar aún más las dosis de riego.
(3) Vallados virtuales para el ganado, de cara a mejorar la gestión de los pastos y la calidad de vida de los ganaderos. Hemos validado diversos prototipos de collares, algunos de ellos con sistema de comunicación LoRa (del inglés, long range), una técnica de comunicación física por radio que permite la transmisión inalámbrica de largo alcance. Una vez estudiados aspectos estructurales, ergonómicos y de bienestar animal, hemos demostrado con éxito su notable utilidad para el pastoreo rotacional regenerativo. Asimismo, estamos trabajando en la creación de un gemelo digital que permita modelizar y predecir la producción y calidad del pasto. Finalmente, hemos validado la actividad de pastoreo con dispositivos digitales que estiman las actividades principales de las vacas (comer, rumiar, descansar) como herramienta de certificación de la “leche de pastoreo”.
(4) Invernaderos con alta tecnificación, enfocados al incremento de productividad combinado con una disminución de insumos. A modo de ejemplo, en un módulo de cultivo vertical, hemos obtenido una producción de albahaca entre 7 y 10 veces superior a la obtenida con el método convencional, reduciendo a su vez en más de un 90% el consumo de agua, todo ello en ausencia de fitosanitarios. No obstante, el consumo energético fue elevado, aspecto en el que estamos centrando en este momento una parte importante de nuestra investigación sobre cultivos bajo cubierta altamente tecnificados. Análogamente, estamos evaluando la viabilidad y eficacia de diferentes estrategias de gestión de la luz artificial, la humedad y la temperatura del invernadero en la producción, calidad y estado sanitario del cultivo de pimiento de Gernika.
(5) Tecnología de análisis de macrodatos, fundamentados en la inteligencia artificial y la modelización matemática, para monitorizar en tiempo real parámetros ambientales, tales como emisiones de CO2 y NH3, en granjas de vacuno de leche. A este respecto, estamos generando algoritmos de predicción de parámetros ligados a la eficiencia productiva y el impacto ambiental.
(6) Imágenes hiperespectrales para la detección temprana de enfermedades forestales. La información espectral permite detectar cambios fisiológicos en los árboles, los cuales son posteriormente interpretados mediante algoritmos de aprendizaje automático y modelos físicos. Por otra parte, en el ámbito forestal, hemos también demostrado la utilidad de las TIC y herramientas de digitalización para la identificación y trazabilidad a lo largo de la cadena forestal.
Estos ejemplos de desarrollos tecnológicos obtenidos y aplicados por NEIKER en los últimos años, muestran el potencial de la tecnología y tecnificación agraria para incrementar la productividad de los cultivos, optimizar recursos, racionalizar insumos, mejorar la calidad de los productos, facilitar la gestión de las explotaciones y minimizar el impacto medioambiental, con beneficios concomitantes en términos de rentabilidad y calidad de vida de los agricultores.
Sobre los autores: El doctor Carlos Garbisu es especialista en microbiología ambiental y Director Científico de Neiker, Olatz Unamunzaga es doctora en Ciencias Agrarias y Directora General de Neiker.
Sobre NEIKER | Instituto Vasco de Investigación Y Desarrollo Agrario: Es un ente público que busca generar conocimiento y servicios que aporten valor al sector agroalimentario y al medio ambiente, contribuyendo activamente al despliegue de los objetivos del Gobierno Vasco y al desarrollo económico y social del entorno, mejorando así su competitividad y sostenibilidad. Neiker es miembro de Basque Research and Technology Alliance (BRTA).
Basque Research & Technology Alliance (BRTA) es un consorcio que se anticipa a los retos socioeconómicos futuros globales y de Euskadi y que responde a los mismos mediante la investigación y el desarrollo tecnológico, proyectándose internacionalmente. Los centros de BRTA colaboran en la generación de conocimiento y su transferencia a la sociedad e industria vascas para que sean más innovadoras y competitivas. BRTA es una alianza de 17 centros tecnológicos y centros de investigación cooperativa y cuenta con el apoyo del Gobierno Vasco, SPRI y las Diputaciones Forales de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa.