Whole Earth Catalog: la versión analógica de internet

Fronteras

«¿Dónde buscabais la información antes de que existiera internet?» es una pregunta que a algunos nos ha hecho sentir viejos alguna vez. No tiene importancia, la normalización del uso de los grandes modelos del lenguaje ya hará que se sientan viejos los mismos que la formulan. Pero, efectivamente, hace no tanto vivíamos sin internet… y sobrevivimos. Hasta finales de los noventa, tratar de aprender algo nuevo implicaba, bien buscar a alguien que pudiera enseñarte, o bien una visita a una biblioteca, a una librería… y muchísimo tiempo. Es posible que la idea de contar con una especie de repositorio del conocimiento que nos permitiera un acceso rápido a la información se remonte a la biblioteca de Alejandría. Y es que, salvando las distancias, y dentro de sus limitaciones, ¿no era exactamente eso?

Pero lo cierto es que las bibliotecas no ofrecen el acceso rápido, directo y práctico al conocimiento que ofrece, por ejemplo, un tutorial de YouTube. El Whole Earth Catalog, editado por Steward Brand en la California de los años sesenta y setenta, sí lo hizo, y probablemente, por primera vez en la historia.

En plena efervescencia cultural y social, con los movimientos en defensa de los derechos civiles, la contracultura hippie, la expansión de la música y el arte experimentales, y un creciente interés por estilos de vida más libres, sostenibles y autónomos, surgió la necesidad de medios que ofrecieran un acceso rápido al conocimiento práctico y a herramientas que facilitaran la autosuficiencia —pensemos en las comunas hippies autogestionadas—. Como ciudadanos de un mundo muy diferente al de sus padres, la mayoría de aquellos jóvenes no sabía cómo construir una casa, cultivar sus propios alimentos o reparar los aparatos que utilizaba a diario… y tampoco había internet para buscar cómo se hacía. Steward Brand, que se movía en el corazón de ese ambiente, les dio los recursos que buscaban.

Whole Earth Catalog
Steward Brand en 2020. Créditos: CC BY 2.0/Christopher Michel

En 1966, y en plena alucinación psicodélica producida por el LSD, Brand tuvo una especie de revelación: si la humanidad pudiera ver una imagen de la Tierra completa desde el espacio, cambiaría su percepción del planeta y eso despertaría una conciencia global que lo transformaría todo —existían entonces imágenes de nuestro planeta tomadas desde la órbita, pero fragmentadas y de poca calidad—. Así que inició una campaña por campus universitarios de todo el país con el eslogan: «Why haven’t we seen a photograph of the whole Earth yet?» (‘¿Por qué no hemos visto todavía una fotografía de la Tierra entera?’) para que la NASA publicara una foto completa de nuestro planeta flotando en el vacío. Se disfrazó, vendió chapas y panfletos… y parece que dio resultado, porque al año siguiente, la NASA publicó la imagen que pedía y que tomó el satélite ATS-3 el 10 de noviembre del año siguiente.

Whole Earth Catalog
Primera fotografía en color de la Tierra al completo, tomada por el satélite ATS-3 el 10 de noviembre de 1967. Fuente: NASA

Esta anécdota es importante porque esta fotografía sería la que aparecería en la portada del primer número del Whole Earth Catalog, que se publicó en el otoño de 1968.

Whole Earth Catalog
Primer número del Whole Earth Catalog y primera página, con una especie de manifiesto sobre el propósito de la publicación. Fuente: Whole Earth Index / fair use

Sería bastante complicado definir qué era el Whole Earth Catalog, porque no entraría en la categoría de panfleto ni de revista ni de libro, me atrevería a decir que podría parecerse más a una guía telefónica de recursos de lo más… heterodoxo. Así, podíamos encontrar manuales de construcción, guías de jardinería y agricultura, planos y materiales para aprovechar fuentes de energía alternativas, recetas de cocina y remedios naturales, lecciones de programación, referencias a libros de todo tipo —ciencia, filosofía, artes, sociología…—, contactos y direcciones de expertos… Merece bastante la pena echarle un vistazo. Todo el material se encuentra digitalizado en Whole Earth Index.

El Whole Earth Catalog, aunque nunca se distribuyó de forma masiva, sí se convirtió en el símbolo de un colectivo de jóvenes que buscaba plantear alternativas al mundo que les había tocado vivir. Un mundo en el que el desarrollo tecnológico ya había mostrado su peor cara, pero también era una oportunidad para tratar de hacer las cosas de una manera más auténtica y sostenible. Su periodo de mayor auge fue la década de los setenta, aunque el último número, una edición por el trigésimo aniversario, se publicó en 1998… cuando internet ya estaba llegando a nuestras vidas. Y del mundo de internet y de aquella California en la que se gestó Silicon Valley llega el crossover de hoy.

Uno de los estudiantes que formó parte de aquella experiencia, dijo, ya de adulto, que el Whole Earth Catalog había sido «algo así como Google en formato libro, treinta y cinco años antes de que Google existiera». Lo hizo durante el discurso de graduación de la Universidad de Stanford el 12 de junio de 2005, junto con otra frase que pasaría a la historia, y que aparecía en la contraportada del número de octubre de 1974 del Whole Earth Catalog:

Whole Earth Index / fair use

Bibliografía

Kabil, A. (29 de mayo de 2018). Seeing the whole earth from space changed everything. Long now.

Markoff, J. (2022). Whole Earth. The many lives of Steward Brand. Penguin Press.

Whole Earth Index.

Sobre la autora: Gisela Baños es divulgadora de ciencia, tecnología y ciencia ficción.

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