En el presente artículo, vamos a continuar nuestro repaso a la historia de la trigonometría aportando breves destellos de información.
En la primera parte de esta historia, vimos el origen etimológico de la palabra trigonometría, sus orígenes en la antigua Babilonia y el Egipto de las pirámides, la consolidación en la Grecia clásica y las últimas aportaciones de los matemáticos hindúes.
Los Árabes
La matemática árabe y, en particular, la trigonometría, se alimentó fundamentalmente de la Grecia clásica por un lado y de la India por el otro. De hecho, la mayor parte de los trabajos hindúes fueron no sólo traducidos por matemáticos árabes y persas, sino que también extendieron muchos resultados, alejando la trigonometría de las meras aplicaciones, que era lo que fundamentalmente se hacía hasta esos momentos. Una de sus aportaciones más singulares fue la de tomar r=1 en la circunferencia goniométrica, a diferencia de los antiguos griegos que usaban r=60. De hecho, algunos historiadores apuntan a que en este momento “aparece por primera vez la trigonometría real, en el sentido que el objeto de estudio pasan a ser los triángulos esféricos o planos y los ángulos y lados que los componen”.
Una breve historia impresionista de la trigonometría (y II)
[…] Una breve historia impresionista de la trigonometría (y II) […]