Antes que nada, que quede claro que sí, que existen. Según el diccionario de la RAE, la primera acepción del término pez es:
Entonces ¿en qué quedamos? ¿Existen o no existen los peces? Para que se entienda mejor lo que os quiero contar me gustaría que echarais un vistazo a una entrada que publiqué en Naukas bajo el título ¿Existen los invertebrados? En él dejaba claro (o lo pretendía, y a los comentarios me remito) que la división del mundo animal en dos grandes grupos, vertebrados e invertebrados, nada tiene que ver con la biología. En todo caso se trata de una convención útil para acercar el mundo animal a los estudiantes de la enseñanza obligatoria.
Pero ahora no quería hablaros de los invertebrados, sino de los peces, que como todo el mundo sabe son vertebrados: en los libros de texto de Secundaria, cuando hablan de vertebrados, nombran los cinco grandes grupos: peces, anfibios, aves, reptiles y mamíferos. Todos ellos vertebrados.
Empecemos hablando de los vertebrados. El reino animal se divide en un número un tanto impreciso (la biología no es una ciencia exacta, y los biólogos a menudo no se ponen de acuerdo) de grandes tipos o phyla (plural de phylum). La versión en inglés de la Wikipedia tabula 35 phyla. Algunos de ellos son relativamente conocidos por el gran público, como el phylum artrópodos, que incluye arañas, ciempiés, crustáceos o insectos; o el phylum moluscos que agrupa pulpos, caracoles, mejillones… Otros son solo conocidos por los biólogos, como los phyla braquiozoos, acantocéfalos y loricíferos.
¿Qué lugar ocupan aquí los vertebrados? Ninguno. No existe el phylum de los vertebrados. Para encontrarlos tenemos que echar un vistazo al phylum de los cordados, que se divide en tres subphyla:
- Subphyla urocordados
- Subphyla cefalocordados
- Subphyla vertebrados
En definitiva, que si obviamos lo de infraphyla y superclases, el grupo de los vertebrados se divide en nueve clases, que pongo a continuación para que nadie se me pierda: mixines, petromizónidos, condroictios, actinopterigios, sarcopterigios, anfibios, reptiles, aves y mamíferos. Solo las cuatro últimas aparecen en la famosa división de los vertebrados que os comentaba arriba. Faltan los peces, ¿dónde están? Los peces no están.Llamamos peces así, en genérico, a todas las especies que forman parte de las cinco primeras clases; un cajón de sastre donde meter a todos los vertebrados no tetrápodos (tetrápodos: cuatro patas); como además viven en el agua, un medio poco accesible… todos peces, qué caramba. Pero esto, al menos desde el punto de vista de la biología, no tiene ningún sentido. La clasificación que os he puesto arriba no es una clasificación caprichosa. Los biólogos clasifican los seres vivos según los criterios de la taxonomía, que se basa en las relaciones filogenéticas entre los distintos grupos o taxones. Dicho en cristiano, la clasificación se basa en las relaciones de parentesco. Dos especies, dos grupos cualesquiera, están más próximos entre sí y se agrupan en una división menor cuanto más cercano en el tiempo comparten un antepasado común. El “árbol genealógico” es el quid de la cuestión a la hora de clasificar los seres vivos. Este árbol, tomado de la Universidad de Austin, Texas, es el de los cordados:
El árbol es fácil de interpretar: el círculo con el 1 señala el momento en que apareció el antepasado de todos los cordados, en el periodo Vendiano, hace más de 500 millones de años. Por poner otro ejemplo, el 17 nos señala el antepasado común de los tetrápodos, del Carbonífero, hace más de 300 m.a. Es decir, los tetrápodos somos parientes más cercanos (en el sentido estricto de la palabra parentesco) que del resto de los cordados. Pues bien, y a la vista de la figura, es evidente que un bacalao (un actinopterigio) está más emparentado con nosotros que con un tiburón, pongamos por caso. También salta a la vista que el tiburón, que es un condroictio, está más emparentado con el bacalao y con el lector que con una lamprea, un extraño pez que ya nadaba en nuestro planeta antes de que la evolución pusiera mandíbulas en los vertebrados.
Bacalao, tiburón y lamprea… llamémosles peces, claro que sí, pero en la pescadería. En clase de Naturales también; pero no estaría de más dedicar diez minutos a explicar el porqué de su fascinante variedad y las relaciones evolutivas de los distintos grupos de peces y del resto de los vertebrados. Un poquito de cultura científica, al fin y al cabo.
Esta anotación ha sido realizada por Carlos Chordá (@CarlosChNav) y es una colaboración de Naukas con la Cátedra de Cultura Científica de la UPV/EHU.
Vary Ingweion
Sobre el tema de las aves, que son dinosaurios, ergo reptiles, por si alguien se queda con la duda…
http://varyingweion.blogspot.com.es/2009/06/verdades-absolutas-caso-4.html
El PaleoFreak
Las aves son reptiles si utilizas determinadas definiciones (Gauthier, 1988 o Modesto y Anderson, 2004). Si utilizas la definición clásica no lo son, y algunos taxónomos actuales no usan para nada Reptilia, sino Sauropsida.
metodyko
No me extraña que hayan desaparecidos los peces, ya habian desapercido los Partidos Comunistas y los personal computers, solo quedaban los propios peces y ya tampoco.
😉
fran
muy interesante aclaración. no volveré a ver los peces de la misma manera. tengo entendido que hay tribus en africa que usan la misma palabra para comida y animales. supongo que cuando nos comemos un besugo, solo vemos si está bien cocinado. gracias por tus conocimientos
y saludos
X_jauna
Dicho de otra manera, y a ver si lo digo bien… esa clasificación que «se basa en las relaciones de parentesco» no es una relación transitiva, por lo que esa clasificación no supone una partición (en clases dos a dos disjuntas) de los seres vivos.
Esta «imprecisión» se hace aún más patente cuando alguna de las especies que estamos comparando es cercana a esos «antepasados comunes». O así lo veo yo…