El pasado 27 de agosto de 2013 un usuario subió a la red social Reddit la imagen que aparece sobre estas líneas y preguntó a la comunidad: «En serio, ¿qué pone huevos así? Tiene menos de 2 cm, encontrado en el Amazonas del sur de Perú«. Los comentarios más valorados mostraban su asombro ante esta extraña estructura. «Guau, tiene una valla», decía uno. «Es como un mini Isengard«, decía otro, en referencia a la fortaleza de Saruman, personaje de «El señor de los anillos».
La discusión se extendió por la red, especialmente entre biólogos blogueros que empezaron a hacer sus quinielas. Para algunos estaba claro que se trataba de una especie de capullo, quizá de una polilla o de un arácnido como los opiliones. Uno de los detalles más intrigantes era la estructura en forma de valla alrededor del polo central, como si fuera una especie de protección. «¿Hay más ejemplos de construcción de vallas en la naturaleza?», se preguntaban en el popular blog ‘Why evolution is true’. «¿Y por qué el poste central? ¿Es otra protección contra las hormigas o algo así?».
Seis meses después, el entomólogo Phil Torres y un pequeño grupo de biólogos ha regresado a la isla donde fue encontrada la estructura de seda, cerca del centro de investigación de Tambopata, en las profundidades de la selva peruana. Y la resolución del enigma es un pequeño ejemplo de cómo la ciencia puede encontrar algo desconocido y buscar la solución mediante la observación y la recopilación de datos, sin tener que recurrir a duendes del bosque ni marcianitos microscópicos.
El día 10 de diciembre, como cuentan en Wired, Torres y su equipo salieron a explorar el terreno y a la media hora encontraron la primera de las pequeñas estructuras. Los pequeños cercos de seda no eran fáciles de encontrar porque son diminutos, de apenas unos milímetros de diámetro, pero aún así, el equipo localizó hasta cuarenta en las siguientes horas. La mitad de ellos estaban en árboles del género Cecropia y muchos aparecían en pequeños grupos de entre dos y seis estructuras.
Por la seda que formaba las estructuras, los científicos empezaron a apostar por mariposas, polillas o algún tipo de hongo como el origen del misterioso cerco. Recopilaron varios de los capullos, los llevaron hasta el centro de investigación, los aislaron y comenzaron a esperar y observar.
Durante seis días no sucedió nada y los científicos se limitaron a especular, pero el día 16 de diciembre, cuando estaban a punto de arrojar la toalla, algo sucedió: dos de las estructuras que aparecían pequeños huevos eclosionaron y aparecieron dos diminutas arañas correteando por los hilos de seda. «Estábamos contentos pero todavía dudábamos», asegura Torres en Wired, ya que todas sus hipótesis se habían ido mostrando equivocadas hasta entonces. Pero al día siguiente un tercer huevo eclosionó y los biólogos salieron de dudas.
A estas alturas, lo único que parece claro es que los pequeños cercos de seda son una especie de guardería para arañas. El objetivo ahora es identificar a la especie de araña que hace esto, un comportamiento raro, ya que suelen poner muchos huevos juntos y se quedan a protegerlos. Creen que podría ser una araña saltadora, de la familia de los saltícidos (Salticidae), pero aún puede haber muchas sorpresas. Torres y sus colegas seguirán de cerca este misterio, en busca del hallazgo de una posible especie desconocida en biología, con un comportamiento inesperado y de la que aún podemos aprender muchas cosas. Y lo aprenderemos casi en directo gracias a las redes sociales.
Referencia: We Went to the Amazon to Find Out What Makes These Weird Web-Tower Things (Wired)
Sobre el autor: Antonio Martínez Ron es periodista
BMA
@Uhandrea Guau!!! Por cousas como esta, entre outras moitas, merece a pena estar en twiter! Grazas por compartir.
Juan Carlos
Lo he leído en otra docena de sitios, pero con la precisión y concisión con que lo cuenta @aberron en ninguno.
Juan Carlos—
@ApuntesCiencia
Jorge Joaquín
Las arañas nos son indispensables, junto a los murciélagos son los bichos que mantienen a raya a ciertos insectos que nos matarían. Son insectívoros, por lo tanto insecticidas vivos y naturales.