Migraciones culturales: La costumbre de usar palillos llegó al este de China hace 500.000 años

Fronteras

Un busto realista de Homo erectus en el Museo Smithsoniano de Historia Natural. Artista: John Gurche. Foto: Chip Clark.
Un busto realista de Homo erectus en el Museo Smithsoniano de Historia Natural. Artista: John Gurche. Foto: Chip Clark.

En el último programa de Activa Tu Neurona, que se comparte periódicamente en este Cuaderno de Cultura Científica, José María Rodríguez Ponga, secretario del patronato de la Fundación Atapuerca, decía que no hemos cambiado tanto como creemos, y que el tiempo pasa más lento de los que nos parece.

Coincidíamos en que hoy hablamos un latín modernizado, en que designamos dos meses del año con el nombre de líderes políticos de la antigüedad, y que nuestros días de la semana siguen siendo derivaciones del panteón de dioses romanos, a pesar del predominio de cristianismo.

La conclusión de Rodríguez Ponga es que “nos gusta pensar que hemos avanzado y progresado muchísimo, pero la historia no está tan lejos”.

Esa misma idea podemos llevarla, no veinte siglos, sino medio millón de años atrás en el tiempo. Algunas costumbres exclusivas de nuestro género, siguen hoy vigentes desde entonces, y las seguimos ejercitando prácticamente de la misma forma desde el pleistoceno medio, hace unos 500.000 años.

Eso es lo que podemos deducir de las conclusiones de un estudio científico en el que ha colaborado Laura Martín-Francés, que realiza su doctorado en el Centro Nacional de Investigación sobre Evolución Humana (CENIEH).

El análisis demuestra que tres individuos de la especie Homo erectus del yacimiento de Yiyuan, en el este de China, usaron “palillos” como medida de higiene oral, para aliviar el dolor causado por alguna patología, o como un simple hábito, según las hipótesis que los científicos proponen en el artículo que se publica en la revista Quaternary International.

Cráneo procedente de Marruecos y reconstrucción en 3D. Museo Senkenberg de Frankfurt. Foto: Harvati et al.
Cráneo procedente de Marruecos y reconstrucción en 3D. Museo Senkenberg de Frankfurt. Foto: Harvati et al.

¿Palillos o tallos duros?

El pasado mes de enero, un equipo del Grupo de Antropología Dental del CENIEH viajó a China para estudiar los dientes de Homo erectus, encontrados a principios de los 80, en virtud de un acuerdo con el Instituto de Paleontología de Vertebrados y Paleoantropología de Pekín (IVPP).

Tras un detallado análisis de las superficies interproximales de los dientes, las zonas en las que hacen contacto entre sí, en el que se ha usado microscopía electrónica de barrido, los científicos han descubierto unas marcas que atribuyen al uso de estos instrumentos, que no deben entenderse como las actuales piezas puntiagudas de madera, sino “que hablamos del tallo de una planta, con una cierta dureza, que resista la acción de meterlo entre los dientes, y en un tiempo más avanzado, de un palillo hecho de hueso”, puntualiza la investigadora.

Como ya contamos anteriormente en la sección Firma invitada de este mismo Cuaderno de Cultura Científica, algunas tribus actuales de Tanzania, como los Masai, siguen usando ramas de acacia como mondadientes.

Foto del primer premolar derecho (A), SH.y.003, del yacimiento Yiyuan (China). Imagen de microscopio binocular de la superficie interproximal con marca de palillo (B). Imágenes de microscopio electrónico de barrido de las estrías en el interior del surco creador por el uso de palillo (C y D). Foto cortesía del Dr. Sing Xong (IVPP, China).
Foto del primer premolar derecho (A), SH.y.003, del yacimiento Yiyuan (China). Imagen de microscopio binocular de la superficie interproximal con marca de palillo (B). Imágenes de microscopio electrónico de barrido de las estrías en el interior del surco creador por el uso de palillo (C y D). Foto cortesía del Dr. Sing Xong (IVPP, China).

Surcos y estrías

Según nos explica Laura Martín-Francés “se ve un surco bastante prominente, de hasta 2 milímetros. Si se hace un corte en sección se ve perfectamente que tiene una forma tubular, pero dentro de ese surco, se ven unas finísimas estrías que es el rayado que produce la punta del palillo en sí”.

Los investigadores concluyen que la ubicación, la morfología y la dimensión de estos surcos son similares al desgaste artificial causado por el uso habitual de palillos de dientes, un comportamiento que según afirma Martín-Francés, es exclusivo del género Homo, ya que ni en australopitecos ni en parántropos hay evidencias de tales costumbres.

Las marcas de los dientes de Yiyuan, las más antiguas de Asia, sí coinciden sin embargo con las encontradas en Homo habilis, Heidelbergensis, incluso en neandertales. La explicación hay que buscarla en un cambio en la dieta. “La dieta ha influido en este comportamiento. La inclusión de mayor cantidad de proteína animal hace que las hebras de carne se puedan quedar en esos pequeños espacios interdentales, y como el material es más resistente, más duro, la extracción es más complicada. Se queda entre los dientes. A todo el mundo le ha pasado con el jamón serrano”.

Foto del segundo premolar izquierdo (A), ATE-P4, del yacimiento de Sima del Elefante-Atapuerca (España). Reconstrucción 3D del premolar, en amarillo la marca alargada creada por el uso del palillo (B). Imagen parasagital de microtomografía computarizada del premolar, en amarillo, (arriba a la derecha), que describe el surco creado por el uso del palillo (C). Foto: Grupo de Antropología Dental del CENIEH.
Foto del segundo premolar izquierdo (A), ATE-P4, del yacimiento de Sima del Elefante-Atapuerca (España). Reconstrucción 3D del premolar, en amarillo la marca alargada creada por el uso del palillo (B). Imagen parasagital de microtomografía computarizada del premolar, en amarillo, (arriba a la derecha), que describe el surco creado por el uso del palillo (C). Foto: Grupo de Antropología Dental del CENIEH.

Laura Martín-Francés, cuya tesis propone un análisis paleopatológico de los restos fósiles del pleistoceno, ya había publicado un trabajo previo con el equipo de Antropología Dental del CENIEH sobre las marcas de palillo más antiguas de Europa, en el que se estudiaban las patologías dentales de un homínido de 1,2 millones de años encontrado en el yacimiento de la Sima del Elefante, en Atapuerca (Burgos).

Entre las hipótesis que los científicos sugieren en este estudio como causa de esas marcas de palillo se encuentran la higiene oral, la extracción de comida atrapada entre los dientes, el alivio debido a un dolor o a una patología, o un simple hábito.

La investigadora enumera tres motivos en el origen del comportamiento de usar este tipo de instrumento. Lo que los médicos llaman causas de carácter idiopático, que responderían a un uso compulsivo, por manías o costumbres de meterse el palillo en la boca, algo que aún es posible ver en la sociedad actual; las que responden a una patología, como forma de aliviar la presión en un caso de dolor de encías o por una caries; y por último, la higiene bucal, es decir, introducir un palillo para sacar la comida que se queda atrapada entre los dientes.

Como resumía Martín-Francés “No hemos cambiado nada, nos molestan las mismas cosas”.

Referencias:

Sun C., Xing S., Martín-Francés L., Bae C., Liu L., Wei G. & Liu W. (2014). Interproximal grooves on the Middle Pleistocene hominin teeth from Yiyuan, Shandong Province: New evidence for tooth-picking behavior from eastern China, Quaternary International, DOI:

Martinón-Torres, Martín-Francés et al., 2011. Early Pleistocene human mandible from Sima del Elefante (TE) cave site in Sierra de Atapuerca (Spain): A paleopathological study. Journal of Human evolution 61:1-11. http://dx.doi.org/10.1016/j.jhevol.2011.01.004

Esta anotación ha sido realizada por Javier San Martín, (@SanMartinFJ) (@ACTIVATUNEURONA) y es una colaboración de Activa Tu Neurona con el Cuaderno de Cultura Científica.

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