La poliomielitis: una historia sin final

Ciencia infusa

El día 24 de octubre se ha celebrado el Día Mundial de Lucha contra la Poliomielitis, y este texto es una manera de celebrarlo.

Como tantas veces, empecemos por el Diccionario de la Lengua y, allí, “Poliomielitis” es “Grupo de enfermedades, agudas o crónicas, producidas por la lesión de las astas anteriores o motoras de la médula. Sus síntomas principales son la atrofia y parálisis de los músculos correspondientes a las lesiones medulares”. En su época de mayor incidencia, esta enfermedad era conocida como “Parálisis infantil” que, en el Diccionario, es “Enfermedad infecciosa, contagiosa, que ataca de modo preferente, aunque no exclusivo, a los niños.” Estas son las definiciones que la Academia ha recogido en la calle, en nuestro lenguaje de todos los días.

La enfermedad

Imagen de poliovirus por microscopía electrónica de transmisión.
Imagen de poliovirus por microscopía electrónica de transmisión.

La poliomielitis es una infección causada por un poliovirus que no causa síntomas en el 90-95% de los casos. En un 5-10% es como una gripe, que remite en una o dos semanas, con fiebre, dolor de cabeza, diarrea, vómitos y dolores articulares y musculares. En el 0-5% restante de casos, el virus alcanza el sistema nervioso central en la médula espinal y, como decía la definición del Diccionario, destruye neuronas e interrumpe la comunicación entre los centros motores y los músculos, sobre todo en las piernas. Los músculos se atrofian y aparece la parálisis con las dificultades en el movimiento. Si la enfermedad alcanza la cabeza, el cuello y el tórax, provoca dificultades para tragar y para respirar y la muerte en el 2-5% de los niños y el 15-30% de los adultos.

Se contagia de persona a persona por el paso de heces, con virus, del enfermo a la boca de la persona sana. Y a veces, también, por alimentos contaminados con materia fecal. Antes del siglo XX, la enfermedad era rara en niños de menos de seis meses y la mayoría de los casos se daba antes de los cuatro años. En aquella época, la sanidad pública era escasa y la mayoría de los niños estaban expuestos al virus con el agua potable e inmunizados por la infección sin síntomas o con pocos síntomas. Antes de los seis meses portaban los anticuerpos de la madre y, por tanto, también estaban inmunizados.

A finales del siglo XIX y principios del XX, la sanidad pública desarrolló los sistemas de alcantarillado y el agua potable controlada para todos. El resultado fue un gran aumento de población, en general más sana, pero, en el caso de la poliomielitis, no inmunizada ya que no se contagiaba en la fase infantil, y quedó expuesta a la enfermedad.

Es una enfermedad conocida desde antiguo y ya aparece en un jeroglífico egipcio de hace entre 3500 y 3300 años, con la figura de un sacerdote con la pierna derecha más corta y atrofiada y ayudándose para andar con una muleta. La primera descripción clínica se publicó en 1789 y los estudios más detallados se hicieron en la segunda mitad del siglo XIX. Una vez comienzan los cambios en la sanidad pública y en el control del agua potable y antes de 1900, hay pequeñas epidemias en Estados Unidos y en Europa. Pero en pocos años se pasa de epidemia a pandemia en Estados Unidos, Europa, Australia y Nueva Zelanda. Se contagian cada vez más niños entre los 5 y los 9 años y ya un tercio de los enfermos tiene más de 15 años. A mediados de siglo, en 1952, se alcanza, con 58000 casos, el máximo de enfermos en Estados Unidos.

Además, y tal como nos cuentan Micaela Martinez-Bakker y sus colegas, de la Universidad de Michigan en Ann Arbor, coincidió la extensión de la poliomielitis con el baby boom de las décadas de los cuarenta y cincuenta, después de la Segunda Guerra Mundial. En esos años, la enfermedad se extendió en Estados Unidos y lo hizo con una intensidad parecida en todo el país. Los casos declarados mes a mes casi se triplicaron entre 1931 y 1953.

En la actualidad, la OMS calcula que hay entre 10 y 20 millones de supervivientes de la infección por poliomielitis en el planeta. En España serían unos 42000 enfermos con secuelas de poliomielitis.

No hay cura para la poliomielitis. Puede haber una cierta recuperación, sobre todo por cirugía y rehabilitación. Por ejemplo, si una neurona motora de la médula controla unas 200 células musculares, y esa neurona muere infectada por el polio virus, las neuronas que quedan hacen funcionar a las células musculares que se han quedado sin neurona motora. Así, una de estas neuronas puede pasar de controlar 200 células musculares a hacerlo con 800 a 1000 células musculares. Esto se consigue con ejercicios controlados y sistemáticos de rehabilitación.

Vacunas

Poliodrops

La mejor defensa es la vacuna que es, con datos de más de medio siglo, muy eficaz aunque necesita varias dosis y, por tanto, una buena planificación de la sanidad pública. Las campañas globales de vacunación han funcionado bien y dan cifras como que hubo, a nivel global, 350000 casos en 1988 y cayeron a 359 casos en 2014, solo 25 años después. El número de enfermos se redujo en un 99% y la incidencia de la enfermedad quedó en menos del 0.1% de la previa a la campaña. En 2015, es una enfermedad crónica solamente en Afganistán y Pakistán, y tiene rebrotes en caso de guerra o de catástrofes como, por ejemplo, en Siria, Etiopía o Somalia. Se considera erradicada en América, Europa, el Sudeste de Asia y en casi todo el resto del mundo. Además, pueden aparecer enfermos en países del Primer Mundo, con campañas sistemáticas de vacunación, debido al movimiento antivacunas que, ya se sabe, se apoya en investigaciones fraudulentas.

En Nigeria, que en su momento se consideró libre de la poliomielitis, la enfermedad ha reaparecido en los últimos años. En el norte del país, una fatwa de las autoridades religiosas islámicas declaró que la vacuna de la polio estaba prohibida por ser una conspiración de Estados Unidos y de la ONU contra la religión musulmana. Es más, según la fatwa, los que recibían la vacuna quedaban estériles. Una intensa campaña de lucha de líderes locales y religiosos contra la fatwa consiguió que, desde mediados de 2014, se reanudara la vacunación y no hayan aparecido más casos de poliomielitis en la zona.

La primera vacuna la desarrolló Jonas Salk, en Estados Unidos y en la década de los cincuenta, con virus inactivados. Su eficacia se hizo pública el 12 de abril de 1955. Con dos dosis, el 90% de los vacunados desarrollan defensas contra la polio, y con tres dosis, la inmunidad llega al 99%. La vacuna se administraba por inyección.

La segunda vacuna la propuso Albert Sabin unos años más tarde que Salk y con virus atenuados. Con tres dosis, el 95% de los vacunados desarrollan sus defensas. Entre 1957 y 1958 se hicieron los ensayos clínicos y, a partir de los resultados, los Institutos Nacionales de la Salud de Estados Unidos, le concedieron la licencia en 1962. A partir de 1965, la vacuna Sabin se utilizó en la vacunación sistemática infantil en Estados Unidos como vacuna oral polivalente y, en los años siguientes, se convirtió en la vacuna más utilizada en todo el mundo.

El debate sobre la utilización de una u otra de estas vacunas fue enconado durante años y supuso un retraso en su aplicación sistemática. En España, se aplicó a finales de los cincuenta la vacuna Salk de manera no gratuita y, a partir de 1963, comenzaron las campañas sistemáticas, gratuitas y por la sanidad pública de la vacuna Sabin. Este retraso de varios años supuso 11429 niños afectados por la poliomielitis y 1301 fallecidos.

Los últimos estudios sobre modelos de contagio de la polio demuestran que, debido a que el 99% de los contagiados no muestran síntomas externos de la enfermedad, esta puede estar presente en una población sin que se declare ningún caso de parálisis. Los modelos matemáticos indican que son necesarios tres años sin casos de parálisis antes de declarar la enfermedad erradicada.

Síndrome post polio

El escritor de ciencia ficción Arthur C. Clarke desarrolló el síndrome porst polio en 1988 tras contraer la polio en 1962.
El escritor de ciencia ficción Arthur C. Clarke desarrolló el síndrome porst polio en 1988 tras contraer la enfermedad en 1962.

Desde hace unos años se ha hecho evidente que del 25% al 50%, o quizá más, de las personas que tuvieron polio de niños desarrollan décadas después síntomas de debilidad y atrofia muscular y de fatiga. Es el síndrome post polio. Parece que la causa está en el fallo de las neuronas que suplieron a las destruidas por el polio virus en la fase de enfermedad, rehabilitación y recuperación. Es un síndrome lento y progresivo para el que no se conoce cura y se discute sobre el nivel de esfuerzo en la rehabilitación, con recomendación estricta de evitar tanto la inactividad como el sobreesfuerzo.

El síndrome se conocía desde finales del siglo XIX pero pasaron muchos años hasta que fue reconocido como una secuela de la poliomielitis. Fue en los setenta y en los ochenta y como consecuencia inesperada de la máxima incidencia de la enfermedad en los cincuenta, cuando pasaron los años suficientes desde la epidemia y se comenzó a sospechar de la existencia de lo que se llamó síndrome post polio. Según sabemos ahora, deben pasar una media de 35 años, con un rango de 8 a 71 años, para que aparezca el síndrome entre los que tuvieron polio. En España se calcula que hay entre 10000 y 43000 casos.

De todas formas, las cifras muy dispares y todavía poco seguras. Las causas no se conocen con seguridad, aunque ya he mencionado la hipótesis de las neuronas. Además se citan los cuadros inflamatorios persistentes, el estrés y sobreuso de las neuronas, la persistencia de partículas del virus de la polio o de algún otro virus, factores genéticos,…

Como ejemplo de las posibles causas del síndrome nos sirve el trabajo de Hyun Bang y su grupo, de la Universidad Nacional de Seúl, en Corea del Sur, con 188 enfermos, diagnosticados con el síndrome, de un total de 313 enfermos de polio, con una edad media de 51.8 años y un 56% de mujeres. El tiempo medio de aparición del síndrome es de 38.5 años. Después de encuestar a los enfermos y de analizar los resultados, los factores de riesgo para la aparición del síndrome post polio son ser mujer, tener la enfermedad antes de los dos años de edad, el uso de ayudas para caminar y de aparatos ortopédicos, y el historial médico referido a la parálisis, el dolor y la manera de caminar.

Para conocer lo que significa el síndrome en la calidad de vida de los enfermos de polio, podemos repasar el estudio hecho en Suecia por Tae-Du Jung y su grupo, del Instituto Karolinska de Estocolmo. Encuestan a 364 enfermos de poliomielitis, con 231 mujeres, entre 2001 y 2008. Las puntuaciones obtenidas en las encuestas y entrevistas que hacen los autores son más bajas en cualquier apartado referido a bienestar y calidad de vida en los que tienen el síndrome que en quienes no lo tienen, tanto en los resultados del estado físico como del mental. En todos los apartados, excepto en la vitalidad que es mayor en quienes tienen el síndrome. Además, esa vitalidad crece con la edad, desde los 25 a los 70 años y, sobre todo en los hombres.

En cuanto a una posible cura, ya he mencionado que no se conoce y, sin embargo, hay estudios que concluyen con algunas recomendaciones. Por ejemplo, desde Brasil el grupo de Marco Orsini, de la Universidad Augusto Motta de Bonsucesso, recomienda no usar fármacos, cambiar el estilo de vida, evitar el sobrepeso, proteger las articulaciones, usar ortesis o ayudas a la movilidad si en necesario, y reducir la fatiga. Hay que reducir la actividad física y descansar de vez en cuando durante el día, siempre con un programa individualizado de seguimiento.

Percepción social

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En las décadas de los cincuenta y sesenta, la extensión de la poliomielitis consiguió que la percepción social de la enfermedad fuera extensa e importante (merece la pena leer la novela Némesis, de Philip Roth) pero, a partir de las campañas de vacunación en los sesenta, el número de casos descendió (casi ocho veces entre 1962 y 1964) y la enfermedad desapareció de los medios. En la actualidad casi ni se menciona, tal como muestran Juan Antonio Rodríguez e Inés Guerra, de la Universidad de Salamanca y del Instituto Superior de Maia, en Castélo da Maia, en Portugal, respectivamente.

Han repasado las noticias sobre poliomielitis en el diario El País entre 1995 y 2009. Encuentran 397 menciones y, entre ellas, hay 54 artículos en los que la enfermedad es el tema principal. Hay picos en 2002, con 8 artículos, 2004, con otros 8 artículos, y 2006, con seis artículos. Tratan la enfermedad, sobre todo, en un contexto internacional y, en concreto, de la noticia de la producción artificial del polio virus, de la relación entre las vacunaciones y el islamismo en Nigeria y del aumento de casos en Asia y África. Por ello, y a partir de 2003, los inmigrantes africanos se convierten en objeto de sospecha de ser portadores de la enfermedad.

La poliomielitis es, en estas noticias, una enfermedad del pasado para España o una enfermedad lejana típica del Tercer Mundo y no peligrosa en nuestro entorno. A menudo, las noticias tratan del estereotipo del poliomielítico, con su esforzada voluntad de lucha y fuerte carácter, y con ejemplos como Franklin Delano Roosevelt, Frida Kahlo, Chavela Vargas, Garrincha, Martirio o Joni Mitchell.

En cuanto al síndrome post polio, aunque sí está en el entorno (recuerden, más de 10000 casos en nuestro país) casi no aparece en los medios. En El País, entre 2000 y 2009, se publican 7 artículos que tratan, sobre todo, de las personas que luchan por las reivindicaciones de los afectados.

En resumen, ya no existen la enfermedad y sus secuelas en el entorno y, por tanto, deja de ser noticia y desaparece de los medios, excepto para lugares lejanos y conflictos que nos son extraños.

Referencias:

Bang, H. y 12 colaboradores. 2014. Post-polio syndrome and risk factors in Korean polio survivors: A baseline survey by telephone interview. Annals of Rehabilitation Medicine 38: 637-647.

Esteban, J. 2013. Poliomielitis paralítica. Nuevos problemas: el síndrome post-polio. Revista Española de Salud Pública 87: 517-532.

García Sánchez, J.E. y 3 colaboradores. 2015. La polio, el largo camino hacia el final de la partida. Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica doi: 10.1016/j.eimc.2014.005

Hagan, J.E. y 6 colaboradores. 2015. Progress toward polio eradication- worldwide, 2014-2015. Morbidity and Mortality Weekly Report 64: 527-531.

Jung, T.-D. y 4 colaboradores. 2014. Quality of life in Swedish patients with post-polio syndrome with a focus on age and sex. International Journal of Rehabilitation Research 37: 173-179.

Martinez-Bakker, M., A.A. King & P. Rohani. 2015. Unraveling the transmission ecology of polio. PLOS Biology 13: e1002172

Orsini, M. y 7 colaboradores. 2015. Previous acute polio and post-polio syndrome: recognizing the pathophysiology for the establishment of rehabilitation programs. Neurology International 7: 5452.

Rodríguez Sánchez, J.A. & I. Guerra Santos. 2015. Una enfermedad lejana: la información sobre poliomielitis y síndrome post-polio en la prensa hispanolusa, 1995-2009. História, Ciências, Saúde 22: 985-1005.

Rodríguez Sánchez, J.A. & J. Seco Calvo. 2009. Las campañas de vacunación contra la poliomielitis en España en 1963. Asclepio 61: 81-116.

Wikipedia. 2015. Polyomielitis. 21 September.

Sobre el autor: Eduardo Angulo es doctor en biología, profesor de biología celular de la UPV/EHU retirado y divulgador científico. Ha publicado varios libros y es autor de La biología estupenda.

2 comentarios

  • Avatar de maria

    Estoy afectada de la polio desde el 60 y ahora es cuando empiezo a notar los efectos tardios con dolores ya cronicos y generalizados. Es lamentable q no nos hagan caso y sigamos en el olvido en esta sociedad q no quiere reconocer nuestro gran problema y prestarnos ayudas

    • Avatar de monica

      María tengo un hijo con polio no se de donde sos pero yo soy de Argentina. Mi hijo tiene 1,7 meses .Ojalá puedas leer esto y poder contactarnos.

      Nota del editor: Comentario modificado para eliminar información personal.

    • Avatar de victor

      Hola Maria
      yo tambien estoy afectado de polio y hay ando de especialistas y lo peor es lo que tu dices
      y luego esta el tema de la jubilación que tienes que tener 15 años cotizados con el 45%

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