«Una nueva unidad del arte, la ciencia y la tecnología al servicio de la humanidad».
Esta ambiciosa frase recoge el objetivo fijado por el arquitecto alemán Walter Gropius en 1919 cuando fundó un nuevo tipo de escuela de arte, arquitectura y diseño, la Bauhaus.
90 años después el trabajo en equipo de profesionales del arte, la ciencia y la tecnología ha permitido restaurar Tp 2 una pintura de enigmático nombre realizada en 1930 por Lászlo Moholy – Nagy.
Moholy – Nagy nació en 1895 en Borsod en el Imperio Austrohúngaro. Comenzó a dibujar de manera compulsiva durante las horas que pasó de guardia en su posición de artillero en la I Guerra Mundial, en 1917 perdió su pulgar izquierdo por la metralla. La herida, el trauma y la experiencia de la vida en las trincheras hizo crecer en él un idealismo social que estuvo presente a partir de entonces en todas su obra artística.
Moholy -Nagy llegó a Berlín en la época de la República de Weimar, un momento social y políticamente convulso que terminaría con la subida al poder de Hitler y la II Guerra Mundial. En medio de los conflictos sociales y políticos y de una inflación galopante (los precios llegaban a subir dos y tres veces al día, y en los restaurantes los platos se pagaban de uno en uno porque el precio del postre habría subido al final de la comida) la vida cultural y artística berlinesa tuvo un desarrollo espectacular.
En ese ambiente de ebullición artística, Moholy -Nagy pulió su estilo pictórico, influido por el constructivismo ruso eliminó poco a poco las referencias personales de su pintura. Comenzó a titular sus obras de manera alfanumérica porque consideraba que eran productos industriales, como los coches o cualquier otro objeto que saliera de una fábrica.
Su preocupación por la luz y la transparencia de los materiales le llevó a interesarse por la fotografía. En 1922 comenzó a desarrollar fotogramas, imágenes fotográficas que se obtienen sin utilizar ninguna cámara, colocando objetos sobre una lámina fotosensible que se expone después a la luz directa. Sus primeros trabajos de este tipo los realizó sobre papel marrón expuesto a la luz del día; posteriormente perfeccionó la técnica realizando los fotogramas en cuartos oscuros dónde podía utilizar papel de mayor tamaño y tener más control sobre las condiciones de la luz.
En los fotogramas objetos cotidianos se convierten en abstractas composiciones que flotan sobre un fondo oscuro.
Las fotografías de esta época, por las que es más conocido, recuerdan siempre a sus fotogramas. La composición es más importante que el mensaje y las sombras, las diagonales, las vistas de pájaro provocan siempre una sensación de extrañeza en el espectador, hasta que se consigue identificar el objeto fotografiado, la perspectiva, hasta que se consigue interpretar con la realidad lo que en un primer momento nos ha parecido una composición abstracta.
Es también en esta época cuando Moholy – Nagy se une al movimiento Bauhaus, la escuela artística creada por Walter Gropius para proporcionar una educación global a los estudiantes, apostando por la experimentación y el trabajo en equipo de manera multidisciplinar. En la Bauhaus trabajaban enseñando e investigando artistas, conservadores de museos, científicos, marchantes de arte, fotógrafos y se convirtió en el centro de la vida artística de la vanguardia europea de los años 20.
En este ambiente de experimentación, Moholy – Nagy empieza a pintar sobre aluminio y plásticos opacos. Hace pruebas con pistolas de pintura.
Tp 2 es una obra de esta época. Formas geométricas de colores neutros trazadas sobre una gruesa lámina de plástico opaco de color azul.
Tp 2, propiedad de la colección de arte contemporáneo Salomon Guggenheim en Nueva York parecía estar en perfecto estado de conservación hasta que Francesca Casadio, investigadora científica del Center for Scientific Studies in the Arts de Chicago realizó un análisis exhaustivo de la obra en el marco de un amplio estudio sobre los materiales y plásticos utilizados por Moholy en sus obras.
«Mamma mía» fueron las palabras que Casadio pronunció al comprobar que lo que hasta entonces se había considerado y, como tal, venía reflejado en los archivos del museo «una resina llamada Trolitan, un polímero sintético conocido por su gran estabilidad», la equivalente alemana de las americanas resinas de fenol y formaldehído, también conocidas como baquelitas, era en realidad nitrato de celulosa, un material plástico totalmente distinto, muy propenso a degradarse por acción de la luz, el calor o la humedad.
Comenzó entonces una investigación más profunda de Johanna Salvant para rastrear el origen, la composición y procedencia del plástico. ¿Cuál era su verdadero nombre? ¿Dónde y cuándo se había fabricado? .
Partiendo de una muestra microscópica de la parte trasera de la lámina, analizada con ayuda de un microscopio electrónico, Johanna descubrió que el plástico contenía además una elevada cantidad de yeso.
Con esa información rastreó los archivos históricos hasta conseguir determinar que el plástico usado por Moholy en Tp 2 era en realidad «un material llamado Trolit F” , un material a base de nitrato de celulosa, altamente aditivado con yeso, producido en la empresa Rheinisch – Westfälischen Sprengstoff – Fabriken ( RWS ) en Alemania.
Descubrió también que la RWS había fabricado armas durante la I Guerra Mundial pero, tras la derrota alemana y las duras condiciones impuestas por los vencedores, había cambiado de actividad dedicándose a la fabricación de plásticos y productos derivados con una gran variedad de nombres todos con el prefijo «Tro»: Trolit F, Trolit W, Trolon, Trolitan, Trolitul, etc. Descubrió, además que el prefijo se debía a la ciudad de Troisdorf, cerca de Colonia. Es decir, RWS usaba el prefijo Tro como ahora Apple utiliza la letra «i» para nombrar el iPod, IPhone e iPad.
Esta bonita política comercial que ciertamente creó una poderosa imagen de marca era, sin embargo, un problema al tratar de determinar qué tipo exacto de plástico era el de la obra de Moholy.
Además, es muy posible que «Tp» se refiera a «Trolit poliert” or “Trolit Platte” – Trolit pulido o panel de Trolit en alemán.
Como se ha mencionado, estos materiales a base de nitrato de celulosa son muy frágiles en condiciones ambientales (luz, temperatura, humedad) y, por eso, desde el momento del descubrimiento, Tp 2 ha pasado a tener unas condiciones de almacenamiento y conservación muy específicas que no son las que había tenido durante todos los años en los que se creyó que el material de la obra de Moholy era baquelita, mucho más estable.
80 años después, el trabajo interdisciplinar, la unión de ciencia, arte e historia imaginada por Gropius, es una realidad de la que salen beneficiadas todas las disciplinas y en este caso específico el arte.
Agradezco al profesor Iruin su ayuda y sus comentarios a esta entrada.
Sobre la autora: Ana Ribera (Molinos) es historiadora y cuenta con más de 15 años de experiencia en el mundo de la televisión. Autora de los blogs: Cosas que (me) pasan y Pisando Charcos.
Referencias:
An in–depth look at the materials and properties of a László Moholy–Nagy painting on a cellulose nitrate support
El plástico de Moholy – Nagy
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