Si queremos debatir sobre ciencia y tecnología, debemos conocer cuál es la situación actual. Sabemos que la ciencia de cada país está condicionada por factores cuyas raíces se hunden en la historia, la ideología, la política, la economía y la propia sociedad. En conclusión, no hay dos países iguales. Por tanto, merece la pena conocer las interacciones y las fuerzas sociales que actúan sobre el desarrollo de la ciencia y la tecnología. Hay que empezar, quizá, por algo sencillo y, a la vez, complicado por lo voluminoso, es decir, empecemos por todo el planeta. Así, Félix Moya y Víctor Herrero, de la Universidad de Granada, han estudiado los artículos publicados por muchos países en revistas científicas de difusión internacional, y también el interés e inversiones de sus gobiernos en ciencia y tecnología.
Moya y Herrero utilizan la base de datos Scopus y recogen lo publicado entre 1996 y 2006. Estudian más de 80 países de todos los continentes, que son los que más artículos publican, unos 15 millones en total. Van de Estados Unidos o China hasta Líbano o Siria. Las áreas temáticas de la ciencia en que dividen lo publicado son, en total, 27, desde Medicina con el 28% del total editado o Ingeniería con el 16% hasta Odontología con el 1.1% o Artes y Humanidades con el 1%.
Cuando agrupan los países según lo que publican en los 27 áreas mencionadas aparecen tres grupos. La agrupación la hacen con un análisis de componentes principales que compara las semejanzas y diferencias entre los países.
Están en el primer grupo, el más extenso, los que publican en medicina y biomedicina, con Europa occidental, Estados Unidos, Canadá y los Emiratos Árabes. Los gobiernos de la mayoría de estos países, los que son democráticos, saben que incluir asuntos de ciencia y tecnología en sus programas les favorece en las elecciones pues son temas que influyen en el bienestar y la mejora de la calidad de vida de los ciudadanos. Los países más desarrollados de este grupo publican en gran cantidad en investigación biomédica mientras que los menos desarrollados lo hacen, sobre todo, en investigación clínica.
El segundo grupo destaca por la ingeniería y las ciencias básicas, como la física y la química, con Rusia y países de la antigua Unión Soviética, Corea o China, además de Singapur, Taiwan y Japón. Publican sobre la ciencia que se agrupaba en torno a las academias de ciencias como instituciones gubernamentales y, por tanto, con un fuerte control del gobierno. Según los autores del trabajo, su ciencia sigue siendo ciencia “comunista” y no se siente muy comprometida con el bienestar y calidad de vida de los ciudadanos.
Y en el tercer grupo se publica en agricultura y pesca, con países en desarrollo de África, sudeste de Asia y Latinoamérica como Nigeria, Kenia o Indonesia. Se ven obligados a investigar en agricultura y pesquerías, es decir, en sus recursos naturales, para alimentar a su población y aumentar el PIB.
Otro aspecto importante que nos hace comprender esta visión planetaria de la ciencia es revisar la cooperación entre científicos. En los últimos 20 años se ha más que doblado el número de trabajos publicados firmados por autores de diferentes países. Ha pasado del 10% en 1990 al 24.5% en 2011. Caroline Wagner y su grupo (de Estados Unidos, Corea del Sur y Holanda), de la Universidad Estatal de Ohio en Columbus, han estudiado estas relaciones internacionales en ciencia a partir de la base de datos del Science Citation Index.
Repasan los artículos citados en la bibliografía de los trabajos publicados en 2011 y eligen para revisar en detalle a sus autores los de los años 1990, 2000, 2008 y 2011. En total son 508941 artículos en 1990 y 778998 en 2011, es decir, un crecimiento total del 46%. Los autores citados son 908783 en 1990 y 2101384 en 2011, con un crecimiento del 57%.
Como se ve, crecen más los autores que los trabajos publicados y, por tanto, cada trabajo está firmado por más autores en 2011 que en 1990. La media es de 2.9 autores en 1990 y de 4.3 en 2011. Y los trabajos con autores de diferentes países pasan de 51601 en 1990 a 193216 en 2011, con un aumento del 73%, que en porcentaje respecto del total de trabajos publicados pasa del 10% en 1990 al 24.5% en 2011, como ya he mencionado antes. Los países que más trabajos publican con autores de otros países son Estados Unidos, Alemania, Reino Unido, Francia, China, Italia, Canadá y España.
Como demuestran estas cifras, la cooperación entre científicos de diferentes países aumenta. Sobre todo lo está haciendo en la Unión Europea donde se exige, para solicitar financiación, que el proyecto lo firmen autores de varios países, habitualmente de tres en adelante. Además, existe una creciente colaboración de los científicos europeos con los de Estados Unidos y Japón y, recientemente, con China.
Referencias:
Moya Anegón, F. & V. Herrero Solana. 2013. Worldwide topology of the scientific subject profile: A approach in the country level. PLOS ONE DOI: 10.1371/journal.pone.0083222
Wagner, C.S., H. Woo Park & L. Leydesdorff. 2015. The continuing growth of global cooperation networks in research: A conundrum for national governments. PLOS ONE DOI: 10.1371/journal.pone.0131816
Sobre el autor: Eduardo Angulo es doctor en biología, profesor de biología celular de la UPV/EHU retirado y divulgador científico. Ha publicado varios libros y es autor de La biología estupenda.
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