El arquitecto y profesor de la UPV/EHU Fernando Mora Martín ha estudiado, valorado y cuantificado las mejores posibilidades y combinaciones del sistema hueco-ventana desde el punto de vista de la reducción del tránsito energético. En el estudio se ha valorado la incidencia de la forma geométrica del hueco y del número de particiones de la ventana que se inserta en él, así como de los materiales empleados, dentro del contexto del ahorro energético.
La construcción sostenible es una cuestión que interesa cada vez más. Para intentar reducir los consumos energéticos en la edificación, el profesor de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la UPV/EHU en San Sebastián Fernando Mora ha planteado su tesis doctoral desde el punto de vista del análisis del sistema complejo y prefabricado del hueco-ventana. «Más que un análisis de soluciones concretas, me interesaba verificar y cuantificar cómo y en qué medida la forma geométrica del hueco y el diseño de la ventana, como elemento prefabricado que se introduce en él, influyen en el ahorro energético», explica Fernando Mora.
En el estudio, Fernando Mora ha comprobado que, dependiendo de las propiedades térmicas del sistema prefabricado de la ventana, del mayor o menor fraccionamiento de este y para idénticas superficies se obtienen unos valores de transmitancia térmica muy dispares. De hecho, en el estudio, se ha calculado la transmitancia térmica —la medida del calor que fluye por unidad de tiempo y superficie de un lado al otro de una o varias superficies— combinando varias formas geométricas de huecos habitualmente utilizados en la edificación con diferentes diseños de ventanas, variables en el número de paños (hojas) y pudiendo, además, ser fijas o practicables, y todo ello bajo los tres escenarios posibles: en el que las propiedades térmicas del marco y del vidrio son iguales, en el que las propiedades térmicas del vidrio son mejores que las del marco, y en el que las propiedades del marco son mejores que las del vidrio.
El estudio, con todas sus variables, ha sido calculado y cuantificado bajo dos marcos normativos: aplicando el Código Técnico de la Edificación, CTE DB HE (Documento Básico Ahorro de Energía), con su última modificación en vigor, posterior a febrero del 2015, y, en segundo lugar, aplicando la misma normativa anterior a dicha fecha. La principal diferencia entre estos dos marcos es que actualmente «el código técnico nos obliga a introducir en el cálculo el valor de la transmitancia térmica del espaciador del vidrio» (es decir, del marco separador que queda entre las dos hojas de vidrio). La conclusión principal a este respecto es que con el método de cálculo actual se obtienen valores de transmitancia térmica bastante superiores a los que se obtenían anteriormente. Es decir, «hemos estado midiendo, valorando y adjudicando a nuestras ventanas propiedades térmicas mucho mejores de las que obtenemos hoy sobre los mismos productos» explica Mora. Lo que se traduce finalmente en que «no sabemos muy bien cómo hemos estado valorando nuestros consumos energéticos globales en la edificación (emisiones, subvenciones, etc.) en comparación con otros países europeos que ya utilizaban este criterio de medición desde el inicio de la primera publicación del CTE en 2006», afirma Mora.
Mora concluye el estudio identificando qué combinaciones de formas geométricas de huecos y de diseños de ventanas son las que, en principio, disponen de mejores propiedades térmicas y, consecuentemente, economizan más energía. En general, «las formas de huecos circulares y los diseños de ventanas con un solo paño, bien sea fijo o practicable, representan las soluciones que generan los valores más reducidos de transmitancia térmica». Pero el investigador concluye que «las conclusiones son variadas, dependiendo del escenario que escojamos».
«A los arquitectos muchas veces nos esclaviza la forma, hacemos edificios donde el aspecto del ahorro energético queda relegado o ni siquiera se plantea», explica. «He estudiado un amplio abanico de combinaciones y de variables, aportando un parámetro más a considerar en el diseño de nuestras edificaciones y el ahorro energético». Mora tiene previsto publicar en Internet el catálogo del análisis, e indica que en el estudio no se han tenido en cuenta la orientación, ni la altura en la que se encuentre la ventana, ni las propiedades térmicas de la envolvente en la que se inserta, ni la climatología del entorno, etc., variables a estudiar en otro tipo de investigación. «Yo me he centrado en el sistema, en el producto prefabricado y complejo de la ventana de forma independiente y aplicando la normativa vigente», concluye.
Edición realizada por César Tomé López a partir de materiales suministrados por UPV/EHU Komunikazioa