Migrantes nocturnos y radares meteorológicos

Investigación UPV/EHU

El primer estudio realizado en el Golfo de Bizkaia a gran escala sobre la migración nocturna de aves ha mostrado que la migración se realiza por el mar y tierra en primavera y por tierra en otoño, al contrario de lo que se creía. Para este trabajo, llevado a cabo entre la Sociedad de Ciencias Aranzadi y el Departamento de Matemáticas Aplicadas de la UPV/EHU, ha sido clave la utilización de radares meteorológicos como método de observación ornitológica.

Foto: Nadja Weisshaupt

La investigación realizada por Nadja Weisshaupt durante su tesis doctoral, pionera en el estudio de la migración nocturna en el Golfo de Bizkaia, rompe con varias creencias: «Se pensaba que la migración se realiza como un frente amplio en otoño, pero en mi estudio he visto que no es así». Y es que, en cuanto a las épocas de migración, los resultados afirman que se registra una alta actividad nocturna en primavera y poca actividad en todo el otoño en Punta Galea. La migración otoñal se realiza más hacia los Pirineos, posiblemente evitando el cruce del mar. Por otro lado, las observaciones lunares han permitido establecer que las aves paseriformes (el grupo que abarca los pájaros cantores) predominan como migrantes nocturnos, aunque también se registra un pequeño porcentaje de aves acuáticas.

La migración de las aves incluye el desplazamiento de millones de individuos entre sus áreas de cría y los entornos a los que se desplazan para pasar el invierno. Durante sus migraciones, las aves recorren grandes distancias, para lo cual han de parar a menudo y reponer fuerzas para proseguir su viaje. Para poder alimentarse y descansar, necesitan ecosistemas adecuados en sus lugares de paso; la ausencia de entornos apropiados puede tener consecuencias tanto en la población como en la conservación de estas especies. En este escenario, el conocimiento de las estrategias migratorias es capital, tanto desde un punto de vista biológico y ecológico, como de la conservación. «Para proteger un espacio, es indispensable disponer de una base científica», explica Nadja Weisshaupt, autora del estudio.

La migración de aves ha dado lugar a múltiples estudios científicos, en Euskadi sobre todo por anillamiento de aves capturadas, con el objeto de analizar los diversos factores que influyen en los patrones y dinámicas relacionados con la migración de las aves. «Sin embargo, hasta el momento se carecía de datos sobre la migración nocturna activa en el Golfo de Bizkaia», añade. Con el objetivo de cubrir esta necesidad, partiendo de los conocimientos previos por anillamiento desde Aranzadi y la base de datos del radar de Punta Galea de Euskalmet, Weisshaupt ha abordado el estudio de la migración nocturna de aves en la costa del Golfo de Bizkaia.

Dadas las dificultades de visibilidad de noche y la necesidad de cubrir largas distancias, se recurrió a diversos métodos de observación: radares, cámara térmica y observaciones lunares.

Los radares meteorológicos constituyen la herramienta clave de este estudio. Se ha trabajado con dos tipos de radares. Uno de ellos es el perfilador de Euskalmet que se encuentra en Punta Galea. El perfilador realiza mediciones de viento, y en épocas de migración, registra señales que no corresponden a vientos, sino a las aves que pasan. Este hecho, que supone un gran problema para la calidad de los datos meteorológicos, resulta útil para el estudio de aves. «Es interesante, porque hemos tenido que luchar bastante para que la gente crea que es posible utilizar perfiladores para estudios ornitológicos», señala Weisshaupt. El segundo tipo de radar mide la precipitación. El radar de Kapildui, por ejemplo, también de Euskalmet. La onda de este tipo de radar es más corta que la del perfilador, aunque también registra aves.

Pero no todos los radares son válidos; durante el estudio se ha constatado que los diferentes servicios meteorológicos se someten a diferentes niveles de procesamiento y filtrado de forma que los datos disponibles ya no contienen información biológica. Como consecuencia, se han descartado los radares de AEMET que hubiera cubierto la costa sur del golfo, pues solo los datos del radar de Kapildui de Euskalmet y de los radares franceses contienen información válida. Con estos cinco radares restantes se ha utilizado un algoritmo que permite automatizar la extracción de datos de aves de los radares meteorológicos, desarrollado por el doctor Adriaan Dokter de la Universidad de Ámsterdam, mediante una colaboración realizada dentro de la Acción COST ENRAM (European Network for the Radar Surveillance of Animal Movement) a nivel europeo.

El segundo tipo de herramienta, la cámara térmica, registra la radiación de infrarrojos que emiten varios objetos, por lo que detecta «la temperatura de un ave, 40-41 ºC, que contrasta claramente con la temperatura ambiente. La cámara permite especificar si las aves observadas son paseriformes, si van solas o en grupos. Además se obtiene la dirección y la intensidad de la migración del espacio de tiempo analizado».

Finalmente, la observación lunar se realiza desde dos días antes hasta dos días después de la luna llena. «En este caso, se ha utilizado para complementar la información obtenida de los otros sistemas, a fin de especificar la composición de las aves migratorias».

Referencia:

Nadja Weisshaupt, Mercedes Maruri, and Juan Arizaga (2014) Bird migration across the Bay of Biscay observed by meteorological radar [PDF] ERAD-14

Edición realizada por César Tomé López a partir de materiales suministrados por UPV/EHU Komunikazioa

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