Mamá, no quiero ser científica

Fronteras

El 11 de febrero es el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia. A lo largo de todo el mes se desarrollan actividades de visibilización de mujeres científicas con el fin de animar a las niñas a elegir carreras de ciencias si así lo desean. Si así lo desean.

  • Las niñas estudian menos ingenierías

Actualmente en España hay más estudiantes mujeres en la universidad que hombres. Son el 55%. En las carreras denominadas STEM (por las siglas en inglés de ciencias, tecnologías, ingenierías y matemáticas) el cómputo es paritario, pero si lo analizamos especialidad por especialidad, observamos que en las ingenierías hay un 30% de mujeres matriculadas. La ingeniería informática es la que menos mujeres estudian, el 20%.

Sin embargo, en las ciencias aplicadas a la salud, el 75% de las matriculadas son mujeres. En otras carreras como biología, química, matemáticas o física, hombres y mujeres están prácticamente al 50%.

Según estos datos, de haber un problema de infrarrepresentación femenina, estaría solo en las ingenierías.

  • Visibilizar a mujeres de ciencia y despertar vocaciones

Las actividades que se desarrollan a lo largo del mes de febrero intentan, entre otras cosas, fomentar vocaciones científicas entre las niñas, bajo la asunción de que estas vocaciones están adormecidas o están censuradas por su entorno. Padres que no quieren que sus hijas ejerzan trabajos tradicionalmente masculinos, personas que minusvaloran las capacidades de las mujeres, niñas con un injusto concepto de sí mismas.

Para reducir el impacto de estas actitudes en las decisiones de las niñas, sobre todo científicas y divulgadoras se presentan como referentes. No sabemos hasta qué punto las referentes femeninas influyen en las decisiones de las niñas, pero la intuición nos dice que cuanto más visibilicemos a las mujeres de ciencia, más normalizaremos la decisión de que las niñas quieran ser mujeres de ciencia. No sabemos si esto funciona así, pero por si acaso.

La visibilización de las mujeres de ciencia es un ejercicio de justicia. No se trata solo de tratar de despertar vocaciones, sino de dar nombre a tantas mujeres de ciencia que son borradas de la historia. Que por fin aparezcan en las publicaciones de ciencias, en los libros de texto, en los documentales, que dejen de aparecer como personajes secundarios y que se les coloque en el papel de protagonistas cuando lo hayan sido, que se relaten las injusticias que han soportado y que las han colocado en posiciones de segunda. La mujer de, la ayudante de, la técnico de. Las que no se llevan el reconocimiento por ser mujeres, que ahora merecidamente se lo demos.

Algunos ponen en duda que la visibilización sirva para despertar vocaciones. Es una duda razonable. Despertar vocaciones dota de un sentido de utilidad a corto y medio plazo a gran parte de las acciones que se acometen en relación con el 11 de febrero. No estamos acostumbrados a poner tanto empeño en acciones simbólicas si estas no tienen un sentido útil, una respuesta medible: más niñas que quieren ser mujeres de ciencia. Estrictamente no tenemos ni idea de si la consecuencia será esa. A mí no me preocupa que no lo sea, porque lo verdaderamente poderoso de todo esto es su valor simbólico. Como una suerte de performance colectiva que pretende colocar a las mujeres en el lugar que merecen. La visibilización de las mujeres de ciencia es un ejercicio de justicia, y esto tiene valor en sí mismo, independientemente de si sirve o no para animar a las niñas a convertirse en mujeres de ciencia.

  • Despertar vocaciones o animar a ser como los chicos

Generalizando, hay tantas chicas como chicos matriculados en carreras de ciencias. A excepción de algunas ingenierías, que hay más chicos, y a excepción de las ciencias de la salud, que hay más chicas. Si las cifras son estas, ¿por qué tanto empeño en animar a las chicas a estudiar ciencias? Si ya estudian ciencias.

Sí, pero no estudian ingenierías.

Que haya menos mujeres en ingenierías se percibe como un problema. Que haya más mujeres en ciencias de la salud se percibe como un problema. Es por eso de que se perpetúa un estereotipo, y como estereotipo da la impresión de que tiene que ser naturalmente malo. Aunque esto no sea así per se.

Si asumimos que estas cifras son un problema estamos dando por hecho que los chicos escogen bien sus carreras y que las mujeres escogen mal. Como si las carreras masculinizadas fuesen de primera y las feminizadas fuesen de segunda. No animamos a los chicos a estudiar ciencias de la salud. No animamos a los chicos a estudiar enfermería y magisterio, donde sí están infrarrepresentados. Animamos a las chicas a estudiar ingeniería. ¿Acaso estamos dando por hecho que los hombres son los que validan las carreras?

Incluso damos por hecho que los hombres son los que validan las profesiones. Pensemos en la cocina. Cocinar es un trabajo tradicionalmente femenino. Y parece que no se ha mostrado como profesión de prestigio hasta que no hubo cocineros famosos. Las cocineras y los cocineros. Lo mismo ha ocurrido con la moda. Las modistas y los modistos. Se desprende una clase diferente según el género de la profesión.

Por todo esto, en todas las acciones relativas al 11 de febrero en las que he participado mi mensaje ha sido «Chica, haz lo que te dé la gana».

  • Chica, haz lo que te dé la gana

Si como mujer de ciencia te he servido como referente, estupendo. Si no, estupendo también. Si quieres estudiar ciencias, adelante. Si quieres estudiar ciencias de la salud, enfermería, magisterio, carreras tradicionalmente femeninas, hazlo. Que nadie te haga sentir que tu elección no es libre. Que nadie te haga sentir que tu elección es menos importante. Que nadie te haga sentir que eres un estereotipo. Eres un individuo, no eres un engranaje más de un organismo femenino. Si nadie te ha obligado a tomar esa decisión, disfruta de ser un individuo que elige libremente su camino. Si quieres abanderar alguna lucha, que sea la tuya.

Si alguien te dice que tu elección no es libre porque está condicionada te diré que todas las elecciones están condicionadas, de una manera u otra. Las de los chicos y las de las chicas.

Que es igual de guay jugar con barbies que con robots. Y no me refiero a jugar con la Barbie laboratorio de ciencia, sino con la Barbie mil peinados, que es la mejor de todas. Disfrazarse de princesa es igual de divertido que disfrazarse de pirata. Y es lógico que no quieras disfrazarte de Marie Curie porque no era nada glamurosa. A ver si tampoco te vas a poder disfrazar de lo que te dé la gana. Que el problema no es a qué juegan las niñas. Solo faltaba.

Que si la ingeniería te da la turra, no estudies ingeniería. Si quieres estudiar ingeniería y te asusta que sea una «carrera de hombres» pues a pastar el cliché, que no hay nada que pueda hacer un hombre que no pueda hacer una mujer.

No tienes que demostrar nada ni ser adalid de nada. Que menuda responsabilidad. Que no defraudas a nadie si no quieres ser científica. Que hay algo más grande que formar parte de las mujeres de la ciencia, y eso más grande es tu vida.

Sobre la autora: Déborah García Bello es química y divulgadora científica

18 comentarios

    • Avatar de Virginia

      A mí también, yo estudié Químicas, Ingeniería informática, filosofía y ahora egiptología, y cada vez he estudiado lo que me apetecía en ese momento. Tengo que reconocer que nunca me sentí minusvalorada en ingeniería por ser mujer, que he oído casos, pero a mí no me pasó. Creo que hay tanto por saber y tanto por saber que nos limitamos mucho con eso de soy de ciencias o soy de letras.

  • Avatar de Juan Ignacio Pérez Iglesias

    La tesis que expone la autora en esta anotación es, como acostumbra, original, sugerente y provoca la reflexión. La comparto en gran medida. Pero también me suscita algunas reservas que vengo a exponer en este comentario. Entiéndase que las reservas no son, necesariamente, objeciones a lo que la autora expone, sino a algunas interpretaciones que podrían hacerse. Pero alguna quizás si es una objeción a algún elemento de su tesis.
    Reafirmo, para empezar, que:
    1. Comparto el mensaje central: estudia lo que quieras, y estoy convencido de que la elección que hacen las chicas la hacen con libertad de forma abrumadoramente mayoritaria.
    Pero
    2. Eso no es óbice para que ciertos estereotipos a los que chicos y chicas se ven expuestos a lo largo de su trayectoria preuniversitaria ejerzan efectos incentivando una u otra elección sin que por ello esta deje de ser libre.
    3. Tampoco descarto que ciertas preferencias vengan de serie; o sea, que sean acordes con o formen parte del lote con el que uno nace.
    4. La preferencia de las chicas por profesiones en el ámbito sanitario puede no estar bien reflejada en los porcentajes que representan ellas en las correspondientes carreras. El sistema de acceso conduce automáticamente a que entren más mujeres que hombres en carreras sanitarias porque esos estudios son los más demandados y para los que hace falta una mayor nota de acceso. Y se da la circunstancia de que ellas tienen mejores notas. Pequeñas diferencias en las notas pueden producir notables diferencias en el acceso. Con esto no quiero decir que el desequilibrio se deba a ese fenómeno en su totalidad, pero sí en una medida significativa que convendría establecer con precisión para poder valorarla.
    Sostengo
    5. Que es deseable que chicos y chicas gocen de las mismas oportunidades en todos los órdenes de la vida social. Por ello, los responsables han de tratar de remover los obstáculos que puedan impedir o dificultar la consecución de ese objetivo.
    6. Que el ejercicio de las preferencias tiene efectos salariales porque a similar nivel de cualificación, las profesiones técnicas están mejor remuneradas que las sanitarias.
    7. Que es deseable que chicos y chicas gocen de las mismas condiciones laborales y salariales, aunque soy consciente de que las chicas tienden a optar por trayectorias laborales en las que la vida personal y profesional está más equilibrada que la de los hombres. Y esto tiene importantes consecuencias de diferente índole.
    8. Que los ámbitos profesionales en los que hay grandes desequilibrios en la representación de hombres y mujeres sufren los efectos de ese desequilibrio. Sospecho que esto es así porque creo que hombres y mujeres tienden a contribuir al desempeño de tareas colectivas de formas diferentes, por lo que los grandes desequilibrios redundan en un empobrecimiento del conjunto de cualidades en acción. Baso esta consideración en mi propia experiencia en equipos de trabajo.
    9. Que por libre que una elección sea, es perfectamente posible que el efecto de los estereotipos conduzca a una limitación de las oportunidades y esté en la base, también, de una parte de la brecha salarial.
    Por lo tanto, defiendo que
    10. Es razonable tomar medidas que ayuden a que las decisiones se tomen con la máxima libertad y la mínima incidencia posible del efecto de los estereotipos y otros factores exógenos. Esta idea no debe identificarse con una supuesta pretensión de que se consideren intrínsecamente mejores las opciones masculinas, sino que se sigue de las razones dadas en los puntos 5 a 9.

    • Avatar de Deborah García Bello

      Gracias por tus anotaciones, Iñako.
      Sobre el punto 4. Es cierto que las notas preuniversitarias influyen en las carreras escogidas, entre ellas Medicina. En su día ocurrió con Arquitectura, durante aquel periodo en el que tuvo una nota de corte elevada, también aumentó el número de niñas matriculadas. Aumentó porque podían acceder, y también por el prestigio que supone acceder a carreras de nota de corte alta. Aquello de «con esa nota media, ¿por qué no estudias medicina?» que muchos tuvimos que excusar siendo estudiantes. Medicina es un caso muy particular, con una cuestión de clases muy marcada.
      De los puntos 6 en adelante hay un salto de la etapa estudiantil a la laboral. Ahí hay otras problemáticas que intencionadamente no he tratado en el artículo. Son cuestiones que vienen después, y que merecen un trato a parte. Es posible que también escriba sobre ellas. Entre ellas las diferencias salariales a las que apuntas. En el caso de profesiones técnicas y sanitarias, hay mucho matiz. Los ingenieros no cobran más que los médicos. De media, sí. Pero las desviaciones son enormes entre ingenieros.
      Con respecto a la “limitación de oportunidades” habría que hablar sobre el éxito. ¿Consideramos más exitoso a un ingeniero que a un maestro? ¿Es una cuestión de género, de dinero? ¿El éxito es “lo masculino”?
      Y lo importante con respecto a tus anotaciones: el foco lo has puesto en lo que viene después, en la etapa laboral y sus problemas relativos al género. Obviamente tienen cierta implicación en las decisiones de las niñas. Y en las de los niños. Como apuntas. Pero en el Día Internacional de la MUJER y la Niña en la Ciencia la foto la hacemos con las niñas. Es la foto fácil y bonita. Porque con la mujer no hay foto, y de haberla es más comprometida y no luce tan bonito. El problema no va de abajo a arriba, sino de arriba hacia abajo. Estamos confundiendo el objetivo por el bien de la foto.

      • Avatar de Juan Ignacio Pérez

        Hola, Deborah:
        Veamos. He calificado tu tesis de sugerente y original en mi comentario primero porque para mí la tesis principal de tu artículo, aquella sobre la que se sustenta la conclusión es que animar a las chicas a estudiar ciencias o ingenierías es sexista ya que eso se hace -si te he entendido bien- porque se atribuye más prestigio a las carreras tradicionalmente masculinas que a las tradicionalmente femeninas; apoyaría tu posición el hecho de que no se haga lo propio con los chicos y las carreras tradicionalmente femeninas (o feminizadas).
        Te había leído la idea en un hilo que publicaste el pasado octubre, si no recuerdo mal, y cuando lo leí, me gustó porque me hizo pensar. Por eso puse en mi comentario que movía a la reflexión. [Después he sabido que hay quien hace las dos cosas, animar a las chicas a estudiar ciencias e ingeniería y a los chicos a estudiar enfermería y magisterio, aunque ese es otro asunto y ahora no debo desviarme de mi línea.]
        El caso es que tras darle algunas vueltas he llegado a la conclusión de que, al margen de ese “haz lo que quieras” que no puedo sino compartir (como creo que compartiría cualquier persona sensata), el núcleo de tu argumentación gira, como te he dicho al principio, en torno a tu impugnación de las campañas que pretenden animar a las chicas a estudiar esto o aquello por considerarlas, en el fondo, sexistas.
        Me equivoco a menudo (esto no es falsa modestia; lo he comprobado demasiadas veces), así que quizás ahora me equivoco también. A ver si tengo suerte y el argumento que expongo a continuación no es uno de esos casos.

        Entiendo que la valoración de la conveniencia o inconveniencia de esas campañas depende de dos factores. Uno es su utilidad; al respecto, creo que nuestra común amiga Laura ha ofrecido alguna referencia. El otro es el de las consecuencias que se derivan de optar por unas u otras carreras. No creo que sea un asunto independiente, como creo haberte entendido, sino todo lo contrario. Si la elección de unos estudios condiciona en parte el estatus socioeconómico posterior y si en el caso que nos ocupa las opciones que ejercen las chicas redundan en un menor estatus socioeconómico, no resulta ocioso considerar ese factor a los efectos que nos interesan. En otras palabras, si pensásemos que no hay condicionantes ni barreras a las elecciones de estudios, aquí se terminaría la historia; pero si pensamos, como de hecho yo pienso, que sí hay condicionantes (en forma de sesgos, efecto de los estereotipos y hasta ideología y mensajes del entorno), entonces es conveniente tratar de neutralizar el efecto de esos factores. No sé si animar a las chicas a que hagan esto o lo otro tiene alguna componente coercitiva o puede menoscabar su libertad, yo no lo creo; es más, opino que si se consigue de esa forma remover obstáculos (consistentes en sesgos o prejuicios) se está actuando en beneficio de una toma de decisiones más libre. Y desde luego, ese intento de neutralización de factores negativos no tiene, según mi interpretación, motivaciones machistas. O sea, no es que piense que las carreras masculinizadas son más prestigiosas y las más feminizadas lo son menos, sino que hay carreras que proporcionan un estatus socioeconómico superior y que, en la medida que eso es así, debemos tratar de remover los obstáculos que dificultan una elección lo más desprejuiciada posible.
        Y por último: no he hablado de “éxito” en ningún momento. Ni nada que yo haya dicho ha tenido nada que ver con nociones de ese tipo, ni ligado a profesiones supuestamente masculinas ni a ninguna otra cosa. En mi anterior comentario he hablado de limitación de oportunidades porque uno de los bienes más queridos (por mí) es la igualdad de oportunidades, tanto como la de derechos. Y porque tengo un hijo y una hija y siempre he luchado porque ambos gocen de los mismos derechos y las mismas oportunidades.

    • Avatar de Josu

      Interesante comentario, pero tu punto 8 me parece sexista. Se supone que somos iguales. Sostener que sólo por nuestro sexo tenemos distintas maneras de trabajar es eso: sexista.

      Y si crees que el hecho de que haya diferentes perfiles en un equipo lo hace mejor, te preocupará el creciente desequilibrio en las carreras con cada vez mayor porcentaje de mujeres. Especialmente magisterio, con la gran influencia que ejerce sobre las próximas generaciones. Pero curiosamente esto no importa a nadie, ni hay días específicos, ni estudios de la ONU, ni nada.

      • Avatar de Jhon Barcasnegras

        No, no es cierto: No somos iguales.
        Tenemos los mismos derechos y debemos tener las mismas oportunidades pero no somos iguales.
        Y no hay nada de malo en eso (por otra parte con el tiempo es posible que esas diferencias se diluyan y aparezcan otras distintas).

  • Avatar de Carmen Montoro

    «…estamos dando por hecho que los chicos escogen bien sus carreras y que las mujeres escogen mal. Como si las carreras masculinizadas fuesen de primera y las feminizadas fuesen de segunda».
    En esas frases se resume el profundo machismo que impregna algunas ideas feministas actuales.

  • Avatar de Alb

    Me parece un articulo brillante y coincido en casi todo lo que expones. Pero hay un parrafo que me gustaría comentar.

    » La visibilización de las mujeres de ciencia es un ejercicio de justicia. No se trata solo de tratar de despertar vocaciones, sino de dar nombre a tantas mujeres de ciencia que son borradas de la historia. Que por fin aparezcan en las publicaciones de ciencias, en los libros de texto, en los documentales, que dejen de aparecer como personajes secundarios y que se les coloque en el papel de protagonistas cuando lo hayan sido, que se relaten las injusticias que han soportado y que las han colocado en posiciones de segunda. La mujer de, la ayudante de, la técnico de. Las que no se llevan el reconocimiento por ser mujeres, que ahora merecidamente se lo demos.»

    La idea de que las mujeres cientificas han sido injustamente invisibilizadas por el malvado heteropatriarcado creo que es erronea.

    Lo explicare con un ejemplo: Una de las mujeres cientificas supuestamente invisibilizadas que recoge «mujeres con ciencia» es Constance Tipper, que fue cristalografa y metalurgica. La he elegido a voleo, podría haber cogido cualquier otra
    .
    Si Constance Tipper no es reconocida y no goza de fama mundial, no es porque fuera mujer… sino porque los metalurgicos solo son reconocidos dentro de reducido grupo de metalurgicos.

    Es mas, lo unico que sabran la mayoria de metalurgicos sobre Constance Tipper, es que hay un ensayo sobre el acero que lleva su nombre: «El test de Tipper».
    Creo que es un error pensar Constance Tipper esta invisibilizada por ser mujer, y se que fuera un hombre seria mundialmente famoso y apareceria en todos los libros de texto de los institutos. No, la visibilizacion, fama y reconocimiento que ha recibido Constance Tipper es tener un ensayo con su nombre. Si fuera un hombre no seria mas conocido.

    ¿Alguien podria decirme el nombre de algun cristalografo y metalurgico hombre?

    Yo soy quimico, he estudiado cristalografia y no conozco ningún cristalográfico famoso.
    La cristalografia se fundamenta en la redes de Bravais… imagino que Bravais será el nombre de alguien. Tirando de wikipedia veo que fue Auguste Bravais quien las desarrollo.
    Asi que Auguste Bravais seria una de los mayores cristalografos de todos los tiempos ¿Alguien le conoce? Ni siquiera se le cita en el articulo en español de la wikipedia sobre las redes de Bravais.
    ¿Esta Auguste Bravais invisibilizado?¿Ha sido borrado de los libros de historia?

    Si las redes hubieran sido desarrolladas por Augustine Bravais… seguramente aparecería en la lista de artículos como otra mujer invisibilizada por la historia a la que es de justicia reconocer su gran aportación. Pero al ser hombre no esta invisibilizado… simplemente es invisible.

  • Avatar de Martin Gustavo Casatti

    Una pequeña fé de erratas. La frase
    «Que haya menos mujeres en ingenierías se percibe como un problema. Que haya más mujeres en ciencias de la salud se percibe como un problema.»
    No debería ser?
    «Que haya menos mujeres en ingenierías se percibe como un problema. Que haya más mujeres en ciencias de la salud NO se percibe como un problema.»
    No creo que la mayor presencia femenina en ciencias de la salud se perciba como un problema (además de que es acorde con lo que la autora sostiene en su planteo)

    • Avatar de Deborah García Bello

      Hola, Martín. No es una errata.
      Para algunos, que haya mayoría de mujeres que estudian ciencias de la salud es percibido como un problema. No lo he argumentado en el artículo, pero esa percepción nace de la idea de que perpetúa el rol femenino de cuidar, y eso para algunos es negativo. Nace la misma idea machista de que lo femenino tiene menos valor.

  • Avatar de Laura Morrón

    Hola Deborah,
    Antes que nada, me gustaría dejar claro que estoy de acuerdo con dos ideas del artículo:
    – Las niñas deben sentirse libres de elegir su futuro.
    – La visibilización de las científicas es un tema de justicia.

    A partir de aquí disiento en diversos aspectos.
    Uno de los objetivos del 11 de febrero, a mi parecer, es reducir los estereotipos de género presentes en las carreras STEM para que las niñas tengan la libertad de elegir entre TODAS las opciones disponibles y no descarten algunas de entrada por creer que no “son para ellas”.

    Respecto a los porcentajes, comentarte que en Física el porcentaje ha descendido hasta el 25% de estudiantes femeninas y en matemáticas no llega al 40%.

    A mi modo de ver, el problema que se trata de resolver no es en sí la infrarrepresentación femenina en algunas carreras STEM, sino el sesgo de género que sufren las niñas, demostrado en diversos estudios, que hace que muchas de ellas no se vean capaces de estudiar esas carreras porque piensan que no están tan capacitadas para llevarlas a cabo como los niños (podría ser el ejemplo de física o matemáticas) o porque piensan que son carreras de niños (por ejemplo, informática o ingeniería). En algunas universidades, al modificar el título de una carrera de Informática a Ingeniería informática, se vio un descenso más que significativo de las mujeres que la elegían.

    Citando el documento “Descifrando el código” que enlazas en tu artículo:
    «La decisión de las niñas sobre sus estudios y carreras profesionales se ve influenciada en gran medida por factores psicológicos que afectan su dedicación, su interés, su aprendizaje, su motivación, su persistencia y su compromiso en STEM. (…)
    El sesgo de autoselección se considera como la razón principal para que las niñas opten por STEM,90-93 puesto que estas no consideran a menudo que las profesiones STEM sean compatibles con su sexo. (…)
    Existen dos estereotipos predominantes en relación con el género y STEM: “los niños son mejores en matemáticas y ciencias que las niñas” y “las ciencias e ingeniería son carreras masculinas”.91»

    Estoy de acuerdo en que la visibilización es de justicia, pero me ha sorprendido que pongas en duda la influencia positiva de las referentes femeninas en las decisiones de las niñas. Según el citado informe de la ONU, los roles y modelos femeninos en las asignaturas STEM pueden «mitigar los estereotipos negativos basados en el género sobre las aptitudes y ofrecer a las niñas auténtica comprensión de las profesiones STEM».

    Por otra parte, no estoy de acuerdo en que exista la voluntad de que las mujeres estudien ingenierías porque pensamos que son carreras de calidad por ser «masculinas». En ningún artículo, ni documento he visto una afirmación de esta índole. Nadie afirma que el hecho de ser supuestamente “masculinas” les otorgue ningún plus, lo que hace es que se dé un sesgo que hace que algunas niñas, a quienes podrían interesarles, piensen que no son para ellas. El objetivo es disminuir los sesgos existentes en todas las carreras de forma que no haya carreras masculinas ni femeninas. En ningún momento se está hablando de carreras supuestamente femeninas malas y carreras supuestamente masculinas buenas. Hace tiempo leí que dijiste algo por el estilo en Twitter y ya entonces me pregunté por la fuente de esta afirmación. Me parece que confunde y distorsiona el objetivo del 11 de febrero y otras iniciativas que buscan la igualdad de oportunidades en las ciencias.

    Respecto a los chicos, se ha comprobado en diversos estudios que la mayoría de los chicos están mucho menos influenciados por los estereotipos de género que las niñas y, en consecuencia, no se ven tan condicionados a la hora de elegir unas carreras u otras. De todas formas, denunciar el problema existente con los estereotipos y trabajar para eliminarlos nos beneficia a TODOS.

    Los siguientes mensajes, que puede que no haya interpretado bien, me parecen engañosos y me preocupan:
    «Que nadie te haga sentir que tu elección no es libre. Que nadie te haga sentir que tu elección es menos importante. Que nadie te haga sentir que eres un estereotipo».
    «Si alguien te dice que tu elección no es libre porque está condicionada te diré que todas las elecciones están condicionadas, de una manera u otra. Las de los chicos y las de las chicas».
    Para empezar, no lo dice “alguien”, eso es trivializar el trabajo que se está haciendo. Como ya he dicho, el sesgo ha sido comprobado en diversos estudios. Con estas frases, no solo da la impresión de que pongas en duda la existencia de sesgos, sino que parece que deban disfrutar de tenerlos. De lo que deberían disfrutar es de sentirse capaces de elegir cualquier carrera sin que su género interfiriese en la elección. Nadie les está diciendo que estudien ciertas carreras STEM. El mensaje es: no caigas en estos sesgos, tú elección debe proceder de tus preferencias y no debe verse condicionada por ningún sesgo de género.
    Evidentemente, toda decisión que tomamos está condicionada, pero, en relación a los sesgos de género, insisto, han sido comprobados y su existencia tiene consecuencias negativas para todos.

    Sobre el tema de los disfraces, no me voy a entretener porque me parece bastante banal. Lo de Marie Curie me parece un tanto fuera de lugar, pero lo que me vuelve a sorprender es que te indignes porque supuestamente alguien no te deje disfrazar de lo que «le dé la gana». Tengo mis dudas de que las campañas publicitarias cada vez más rosas y azules, las princesas Disney y los cuentos de princesitas florero no influyan nada en la elección de los disfraces por parte de las niñas. Lo que sí se ha visto es que a partir de una edad muy temprana niños y niñas que elegían juguetes similares, empiezan a elegir los juguetes teóricamente asociados a su género.

    Como gran parte de los lectores de este blog son personas científicas o amantes de las ciencias que habrán fruncido el ceño al hablar de estudios sin citarlos, cosa que aplaudo, dejo aquí diversos enlaces en los que hay gran cantidad de estudios que respaldan las afirmaciones que he dado.
    Descifrar el código: la educación de las niñas y las mujeres en ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM): https://t.co/rhOkx7B5kL
    Especial The Lancet sobre women in science: https://www.thelancet.com/journals/lancet/article/PIIS0140-6736(17)32903-3/fulltext
    https://11defebrero.org/mujer-y-ciencia/situacion-actual/
    http://lauramccphd.com/index.php/home/research/papers-and-publications/
    https://gender-gap-in-science.org/project-publications/

    No sé si he expresado mi opinión con claridad o he podido ser algo brusca (en ese caso, me disculpo). Me preocupa que no se entienda bien el mensaje del 11 de febrero porque me parece un tema importantísimo.

    Un abrazo,
    Laura

    • Avatar de María

      Laura,
      De todo tu comentario, hay algo que veo un tanto contradictorio. Dices que «nadie afirma que el hecho de ser supuestamente «masculinas» [las carreras STEM] les otorgue ningún plus», pero por otro lado no se hace más que promover, insistir y animar a las chicas que no dejen de hacerlas porque piensen que no puedan, y no lo contrario (chicos que elijan carreras de cuidados). Algún plus tiene que haber ahí para que la cosa vaya solo en un sentido y no en los dos.
      Yo veo un plus muy claro y muy básico: están mejor remuneradas, y sospecho que tiene que ver precisamente con el hecho de que son tradicionalmente masculinas y no se refieren a cuidados, que siempre se han minusvalorado al haberlos realizado las mujeres. No hacen falta muchos estudios para ver que socialmente se ha valorado y hoy todavía tiene un mejor estatus la profesión de ingeniero que la de enfermera, y eso que yo considero esta última más difícil por el tipo de habilidades y destrezas que se necesitan para el trato con personas en circunstancias vitales muy difíciles.
      Así que yo estoy totalmente de acuerdo con el planteamiento de Deborah. Creo que la intención de esas campañas es muy buena, pero el fondo me chirrían porque parten de un planteamiento de tutela hacia la elección de las chicas que no se da hacia los chicos.
      Un cordial saludo.

      • Avatar de Laura Morrón

        María,
        Que socialmente las ingenierías sean consideradas carreras «supuestamente masculinas» es un hecho. Decir que el objetivo de eliminar el sesgo que sufren las niñas debido a esta idea errónea se hace porque se piense que son carreras mejores por el hecho de ser masculinas, no es cierto. Nadie está otorgando mayor valor ni importancia a unas carreras sobre otras. Se está trabajando más en aquellas en las que el sesgo de género tiene mayor repercusión. Y se hace sobre las niñas, principalmente, porque como puedes consultar en los estudios y he comentado en el texto, los niños no se ven condicionados por los estereotipos como hacen las niñas.
        Me parece que no es discutible que en el área de la ciencia, como en muchas otras, las mujeres siguen teniendo una posición secundaria y movimientos como el 11F, trata de mejorar su situación con el propósito de equipararla a la de los hombres.
        Finalmente comentar que cuando se habla sobre los sesgos que sufren las niñas se hace en aulas mixtas para que niñas y niños, ambos, comprendan que no hay carreras de niñas y de niños, que ambos pueden cursar cualquier carrera.
        Un saludo

    • Avatar de Deborah García Bello

      Hola, Laura.
      Gracias por tu comentario y por el tiempo que le has dedicado. Tengo la impresión de que has interpretado que el artículo trata de echar por tierra el 11F. No es así. Critico algo con lo que me he topado en algunos eventos relacionados con el 11F y que es intrínsecamente machista: animar a las niñas a hacer carreras de ciencias “de hombres”. De lo que se trata en el 11F, y en eso me atrevo a decir que estamos de acuerdo, es de animarlas a escoger con libertad, y para ello mostramos opciones que usualmente están opacadas. Por eso acudimos a charlas divulgadoras y científicas, para mostrarles que esas opciones existen. Y que si lo desean (si lo desean) vayan a por ellas.
      En algunos discursos se desprende cierto desprestigio hacia lo tradicionalmente femenino: carreras sanitarias, magisterio, enfermería… El argumento es que perpetúan el rol femenino de cuidar. Para algunos, lo femenino es intrínsecamente negativo. Esta idea es la que pretendo erradicar.
      Ciencias de la salud es una opción estupenda. También lo es enfermería o magisterio. Y lo que no quiero es que nos encontremos con niñas que tengan que pedir perdón por escoger carreras tradicionalmente femeninas. Solo faltaba. Me he encontrado muchos casos así, porque no nos olvidemos que llevo años participando y organizando actividades en torno al 11F…
      Los niños ya lo pasan mal en estas carreras porque están infrarrepresentados y a ellos también les afecta hacer “carreras de chicas”. El motivo es que damos por hecho que lo femenino es de segunda. No lo dice un estudio, Laura, es lo que se desprende de esas actitudes de desprecio hacia lo femenino.
      Con respecto al trabajo que se está haciendo, mostrando referentes para despertar vocaciones. Todos los que trabajamos en el 11F lo hacemos por intuición. En el informe de la ONU se habla de intenciones, no de hechos. Mostrar referentes hará que la elección de ciertas carreras se normalice. Sí, lo hacemos por intuición. Nada nos garantiza que el resultado vaya a ser ese. Y aun así lo hacemos porque entendemos que es mejor que no hacer nada. Y está bien. Para mí lo importante no es lo útil, sino el valor simbólico de la visibilización de mujeres.
      Y sobre los de los disfraces. Coincido en que es algo banal, pero desgraciadamente fue lo que desató los malos modos de algunos hacia mí. Y es algo banal porque hoy en día lo es. Criticar a las princesas Disney o a las Barbies es vivir un par de décadas atrás. ¿Has visto cómo son las princesas Disney modernas? Las niñas se disfrazan de Elsa de Frozen. Lo hacen porque lo tiene todo. Además de valiente, poderosa, segura, tiene una imagen muy divertida para un disfraz, con todo su brilli brilli. Brave, Vaiana… las princesas Disney son geniales y representan precisamente lo que defendemos las feministas.
      Las Barbies se crearon cuando las niñas jugaban con bebés, a ser mamás. Y Barbie era una mujer joven, independiente, moderna, con su coche, su casa, su trabajo. Ken era el personaje secundario. Te animo a echarle un vistazo a las Barbies modernas, con todas las fisionomías y todos los trabajos que imagines.
      Cuando digo eso de que Marie Curie no tiene glamur estoy frivolizando. Es intencionado. ¿Por qué hacemos cómics sobre ella? ¿Por qué hay ilustraciones preciosas sobre ella, de estilo naif? Porque queremos que a los niños les parezca guay, o glamurosa, o como quieras llamarlo. Conocemos las reglas del juego y jugamos a él, como ha hecho Disney y como ha hecho Barbie. Es lo que hay que hacer y está bien.

      • Avatar de Laura Morrón

        Hola Deborah,
        Gracias por tu respuesta.
        No interpreté que quisieras echar por tierra el 11F porque, como has comentado, has participado en numerosas ocasiones en la iniciativa y hacerlo no tendría sentido. Lo que pienso es que el artículo transmite un mensaje negativo hacia esta. Por este motivo lo comenté.

        Como apuntas, estoy totalmente de acuerdo en que debemos animar a las niñas (y a los niños) a escoger con libertad y que para ello mostramos opciones que usualmente están opacadas por diversos factores, para que no desdeñen ninguna opción.

        Tu crítica sobre el comportamiento machista y equivocado con el que te has topado en “algunos eventos relacionados con el 11F” o “en muchos casos”, como afirmas más abajo, no me parece que sea tan mayoritario como apuntas, puesto que yo no me he encontrado con él jamás, ni en las actividades, ni en ningún documento escrito. Nunca he visto ninguna crítica acerca de las carreras de ciencias de la salud ni ningún problema en que las elijan las mujeres. Es más, una mayor presencia femenina en medicina puede contribuir a que se conozca mejor la respuesta de las mujeres a diversas enfermedades.
        Seguro que como divulgadora profesional has participado en muchas más charlas y eventos que yo, pero puedo asegurarte que, aparte de las actividades en las que haya participado, mi profundo interés por el tema de Ciencia y Género me ha llevado a visualizar muchísimas charlas entorno a este tema y a leer gran número de artículos. Y no me he encontrado con esta idea.
        Lo que no me convenció de tu artículo es que en ningún momento ponías que ese fuese un discurso con el que te habías encontrado en “algunas/muchas” ocasiones, sino que hablabas en plural dando la impresión de que es un sentimiento generalizado en la iniciativa. Y no creo que sea así. Me parece positivo que denuncies una actitud tan desafortunada, pero dar a entender que se encuentra en los cimientos de la iniciativa, es muy negativo para esta.

        Sobre la efectividad de mostrar referentes, cité el documento de la ONU porque esto se encontraba en la sección de “Intervenciones que ayudan a aumentar el interés y el compromiso de niñas y mujeres en la educación STEM” y enlazaba estudios como el que se llevó a cabo en Nigeria:
        Duyilemi, A. 2008. “Role modelling as a means of enhancing performance of Nigerian girls in science, technology and mathematics education”. International Journal of
        Learning, Vol. 15, No. 3, pp. 227-234

        También existe el “El Efecto Scully“ que muestra precisamente la influencia positiva de un rol femenino en la elección de carreras científicas por parte de las niñas.
        https://seejane.org/research-informs-empowers/the-scully-effect-i-want-to-believe-in-stem/

        Llevas razón en lo referente a la evolución de las princesas Disney, ya que los guiones de Frozen o Brave están escritos por mujeres. Lo comentaba porque he visto que en disfraces y juguetes siguen apareciendo las princesas del pasado y no tan pasado (https://www.shopdisney.es/set-de-juego-exclusivo-figuritas-princesas-disney-disney-store-460068514350.html?CMP=KNC-SHOP&att=SHOP_Inteligente&gclid=Cj0KCQiAwc7jBRD8ARIsAKSUBHLckuwYEaDQ8thiO_gZJoxGwPckEfzwq6DKy90mclXcnIV0dHzBQ6EaAuKnEALw_wcB). Respecto a las Barbies me alegro de que presenten un aspecto más saludable y parece que la introducción de algunas científicas puede mitigar el despropósito de la Barbie ingeniera que solo hacía lavadoras y zapateros.
        Un saludo,
        Laura

    • Avatar de Josu

      Los estudios sobre este tema parece que tienen un profundo bias. Se diría que se escriben las conclusiones antes de hacer el estudio. Parecen las bases para desplegar luego una labor de ingeniería social.

      Una profesora de Ingeniería de Software me contaba que está descendiendo el número de chicas matriculadas respecto a cuando ella misma estudió la carrera. ¿No será que de tanto repetir que las ingenierías no son sólo para chicos y que ellas también son capaces, se está consiguiendo precisamente el efecto contrario, que interioricen que son carreras de chicos?

      Y si el problema es la falta de referentes y la invisibilización, ¿qué explicación tiene que en ciertas carreras científicas haya una mayoría de chicas? ¿Acaso hay cristalógrafas famosas como para despertar vocaciones?

      Para terminar, decir que soy muy crítico con toda este debate y promoción de la mujer en la ciencia. Si fuese un puro debate y reflexión, pues me parece bien. Pero es que luego toda esta ideología de género se transfiere al mundo real en forma de ‘discriminación positiva’ (mayores puntuaciones a proyectos hechos por mujeres, cuotas, etc…) y a mí me parece fatal y contraproducente. Pues si siempre hemos visto a las mujeres de nuestro sector como compañeras e iguales, quizás a partir de ahora no tanto.

  • Avatar de Teresa Valdés-Solís

    Yo solo puedo añadir que comparto las opiniones defendidas por Iñako y Laura y que la existencia de referentes femeninos es importante también para los niños, no exclusivamente para las niñas

  • Avatar de Claudia Alejos Gongora

    Me encanta el artículo y muy cierto. Es interesante: Mi niño va a una guarderia libre, donde se evita al maximo el sexismo. Los juguetes son neutrales, y diversos. El otro dia las acompañantes hablaban y decían.»No se que pasa, pero aunque somos cero sexistas, los niños se inclinan mas por los coches y las niñas por las muñecas». Y es que no todo es estereotipos, creo que en la mayoría de los casos son intereses y elecciones diferentes entre chicos y chicas. Hicieron unas investigaciones con monos, les dieron bebes de juguete. Las hembras los abrazaban, los machos no… Creo que es mas que un estereotipo, cada sexo tiene intereses diferentes en la mayoria de los casos, obvio no siempre.

  • Avatar de Jose

    Divulgar las dificultades que han tenido las mujeres para hacer estudios y carreras científicas es necesario para entender el presente. No poder matricularse o titularse en un centro por ser mujer parece un absurdo y hay personas que ni sospechan que esto haya ocurrido en fechas bastante próximas

  • Avatar de Jose Manuel

    Me ha encantado el artículo. Aunque yo tal vez lo completaría con una cosa. De mis años mozos y de mis años como profesor particular tengo un recuerdo: a los niños les solía dar igual que la profesión que les gustaba fuera de hombre o mujer. Había tantos niños como niñas que querían ser astronautas para ir al espacio, o que querían ser soldados, o que querían ser profesores o peluqueros o barrenderos. Eran los adultos quienes les decían «eso es de chicos, eso es de chicas». Las vocaciones se despiertan por curiosidad, por gustos personales, por lo que se ve en casa… son los padres, madres, abuelos,abuelas, profesores, profesoras… y demás personas ADULTAS del entorno de la gente pequeña quienes deben animar y fomentar esa profesión, y evitar el «esa profesion es de chicos/as». De hecho siempre he pensado que el 11M yerra en el objetivo fundamental: no son los críos los que necesitan ejemplos para tener vocación científica, son los adultos quienes necesitan educación para respetar las vocaciones de la gente pequeña, y animarles y ayudarles

  • […] El número de actividades relacionadas con la mujer y la ciencia no ha dejado de crecer. Y eso es algo positivo. No obstante, me he encontrado con enfoques con los que no comulgo en absoluto y creo que es necesario señalarlos. Por ese motivo escribí el artículo «Mamá, no quiero ser científica». […]

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