En la era de la digitalización en la que nos encontramos, cada vez es menos frecuente tener que enviar cartas o paquetes por correo postal, lo que hace que esas estampitas generalmente rectangulares, con letras, dibujos y colores que llevan impreso su precio y que pegamos, normalmente a lengüetazos, en los sobres también pierdan su función principal, quedando casi relegados a artículos de coleccionismo. Lo cual sería una pena, ya que hasta en los sellos postales podemos encontrar mucha Geología. Y no hace falta tener que irnos muy lejos para encontrarla.
Es muy habitual que, cada año, Correos lance tiradas de sellos conmemorativos celebrando alguna efeméride importante o dedicada a alguna temática en concreto, y desde hace años también se acuerdan de las Ciencias de la Tierra. Así que os voy a llevar a un repaso temporal de la filatelia española más geológica.
Entre los años 1994 y 1996 nos encontramos con la primera serie de Minerales de España emitida por la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre. La tirada de 1994 consistía en cinco sellos en los que podíamos encontrarnos con la sala principal del Museo Geominero, situado en la sede central del Instituto Geológico y Minero de España (IGME) en Madrid, y con cuatro minerales muy comunes en territorio español y que han marcado nuestro desarrollo minero e industrial a nivel histórico: cinabrio (HgS), pirita (FeS2), esfalerita (ZnS) y galena (PbS). Por su parte, en 1995 fue el turno de la fachada de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería (ETSI) de Minas de Madrid y de los minerales dolomita (CaMg(CO3)2) y aragonito (CaCO3). Finalmente, en 2016 se emitió un sello dedicado al mineral fluorita (CaF2) en su variedad ámbar, llamada así por su coloración anaranjada, y a la lámpara de seguridad utilizada en las antiguas minas asturianas.
La primera efeméride geológica inmortalizada en forma de sello conmemorativo aparece en 1999. Se trata de la celebración del 150 aniversario de la creación, por parte de la reina Isabel II, de la Comisión para la Carta Geológica de Madrid y General del Reino. Esta comisión fue el germen del actual IGME y su principal función fue la realización del primer mapa geológico de España. Y en 2003 tenemos una nueva conmemoración geológica muy similar con la emisión de un sello homenaje al Plan MAGNA, acrónimo de Mapa Geológico Nacional. Sin entrar mucho en detalle, este plan o proyecto geológico a gran escala consistió en una actualización muy detallada de toda la cartografía geológica de España realizada por el IGME entre los años 1970 y 1971. Este hito geológico también ha quedado, nunca mejor dicho, sellado para la posteridad.
Hay que dar un pequeño salto en el tiempo, hasta 2012, para encontrarnos de nuevo con las Ciencias de la Tierra decorando los sobres postales. Se produjo con la tirada de la serie Ciencia, en la que se editó un sello dedicado a la Geología, con un diseño de capas de colores que recuerdan a la disposición de las rocas en la corteza terrestre, y otro sello dedicado a la paleontología, con un par de fósiles de trilobites preservados en unos estratos.
Pero estos no han sido los únicos fósiles filatélicos de nuestra historia. En el año 2015 se lanzó la primera tirada de la serie Dinosaurios, con unos sellos bastante particulares, ya que todos incluyen realidad aumentada y algunas otras sorpresas. Así nos encontramos con un Triceratops y un Diplodocus en 3D, un Anquilosaurio con efecto escamas y un Tiranosaurio con efecto esqueleto fosforescente. Pero si estos sellos nos parecen bastante particulares, en 2016 se emitió la segunda tirada de esta serie, con cuatro nuevos géneros de dinosaurio, esta vez autóctonos de la Península Ibérica, que tampoco son, precisamente, un trozo de papel impreso sin más. Conocemos así al dinosaurio turolense Europelta, cuyo sello está impreso con una técnica conocida como impresión lenticular, que proporciona una sensación de movimiento a la imagen. Además, tenemos a su paisano Proa, cuya imagen aparece en 3D. Y al Turiasaurus, también oriundo de Teruel y en el que se ha usado una tinta termocrómica que cambia de color cuando se somete a cambios de temperatura. Finalmente, el cuarto dinosaurio de esta serie es un Pelecaniminus oriundo de Cuenca estampado con tinta holográfica.
Para terminar este repaso geofilatélico, en los últimos años ha vuelto a relanzarse la serie de Minerales de España, con la emisión de un sello dedicado al azabache, una variedad de carbón, en el año 2020, y, de nuevo, a la pirita en 2022.
Sin duda la Geología, en todas sus vertientes, está en todo lo que nos rodea. Incluso nos la podemos encontrar en el frontal de un sobre de correos cuando recibimos una carta.
Sobre la autora: Blanca María Martínez es doctora en geología, investigadora de la Sociedad de Ciencias Aranzadi y colaboradora externa del departamento de Geología de la Facultad de Ciencia y Tecnología de la UPV/EHU