Resultados «emocionantes» para el primer ensayo clínico de inmunoterapia en tumores sólidos

Irreductible

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Inmunoterapia de Células T Car frente a tumores sólidos. Fuente: BMS Science / Fair use

Los orígenes de la quimioterapia se remontan a la lejana década de los cincuenta del siglo pasado y, durante todo este tiempo, se ha convertido en la herramienta más directa y eficaz frente a algunos tipos de cáncer. Sin embargo, el avance de nuevas terapias en este campo se había ralentizado hasta que, con el nuevo siglo, surgió una alternativa mucho menos invasiva y agresiva: la inmunoterapia. En diciembre de 2013, la célebre revista Science elegía la inmunoterapia como el «descubrimiento científico del año» y, la definía a grandes rasgos como un novedoso tratamiento médico que busca entrenar, fortalecer o dirigir nuestro propio sistema inmunitario y convertirlo en un ejército mejor preparado frente a la amenaza.

Es una idea brillante y, en teoría, bastante simple de entender: la inmunoterapia busca potenciar el propio sistema inmunitario del paciente para luchar contra las células tumorales. El funcionamiento de estas inmunoterapias consiste en extraer las defensas del paciente (ya sean linfocitos T, B o Natural Killer) y modificarlas genéticamente para que produzcan receptores específicos que reconozcan y ataquen a un tumor determinado. Explicado de manera muy visual y sencilla, sería una especie de «gimnasio» para linfocitos. Los investigadores extraen células defensivas de una persona con algún tipo de cáncer y, en el laboratorio, las «ponen en forma y entrenan». Cuando están listas y reforzadas, se las vuelven a inyectar al paciente.

Las inmunoterapias poseen una innegable ventaja frente a la quimioterapia ya que son mucho menos invasivas. Al inocular al paciente sus propias células inmunitarias generan menos rechazo y no resultan tan agresivas con el resto de células. Entre estas terapias se encuentra la denominada CART-T que utiliza linfocitos T, modificados genéticamente en laboratorio, y que han probado ser muy eficaces contra determinados cánceres de origen sanguíneo.

Por supuesto, queda mucho camino por recorrer y las diferentes formas de inmunoterapia poseen dos problemas generales que deben solucionar. En primer lugar, todavía no pueden distinguir con exactitud entre células cancerosas y no cancerosas, algo que los investigadores están buscando desde hace años y que representaría un paso de gigante en este tipo de terapias. Por otro lado, la eficacia de CART-T frente a tumores sólidos sigue estando muy lejos de ser viable y eso es un importante freno ya que estos tumores sólidos «representan aproximadamente el 90% de todos los cánceres, incluidos el cáncer de mama, de pulmón y de páncreas».

Respecto al primer problema, afortunadamente van llegando poco a poco algunos avances, como el estudio presentado en 2021 donde un equipo de investigadores canadienses presentó un estudio con células específicamente diseñadas para destruir los tumores malignos sin atacar al resto de células. Sin embargo, el segundo obstáculo, el de la eficacia de la inmunoterapia frente a tumores sólidos parecía estancado… hasta ahora.

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Infografía del funcionamiento de las inmunoterapias con células T CAR. Fuente: Arnaud M, Bobisse S, Chiffelle J and Harari A (2021) The Promise of Personalized TCR-Based Cellular Immunotherapy for Cancer Patients. Front. Immunol. 12:701636. doi: 10.3389/fimmu.2021.701636 CC BY 4.0

Se acaba de publicar en The Lancet un ensayo clínico que los expertos califican como un «hito» en inmunoterapia de células T Car en tumores sólidos. El estudio nos sitúa ante un «avance único y esperanzador» en el que los pacientes con cáncer gástrico avanzado que fueron tratados con inmunoterapia «vivieron en promedio aproximadamente un 40% más que los pacientes que recibieron la atención estándar». Además el ensayo también ha sido presentado en la Conferencia sobre cáncer más importante a nivel mundial, la reunión anual de la Sociedad Americana de Oncología Clínica, celebrada en Chicago hace unos días, donde los investigadores asistentes calificaron los resultados como «emocionantes e innovadores».

Esta nueva inmunoterapia se centra en células T con un receptor quimérico de antígeno (CAR) denominado satricabtagene autoleucel (satri-cel) y los resultados presentados corresponden a un ensayo controlado aleatorizado de fase 2 que involucró a 156 pacientes con cáncer gástrico en una etapa avanzada.

Estos participantes se dividieron aleatoriamente en dos grupos en una proporción de 2:1. Los pacientes del grupo de estudio recibieron la inmunoterapia con T Car satri-cel (n=104) mientras que los del grupo de control (n=52) recibieron el tratamiento actual que incluía Nivolumab, paclitaxel, docetaxel, irinotecán o rivoceranib. Además, para evaluar la eficacia de las diferentes actuaciones, dentro del grupo de inmunoterapia satri-cel, el 85% de los pacientes recibió al menos una infusión de satri-cel, el 31% recibió una segunda infusión y el 6% recibió una tercera infusión. En el grupo de control, el 92% de los pacientes recibió al menos una dosis de su tratamiento.

Los resultados publicados arrojan datos notables: Los pacientes que recibieron terapia con células T Car satri-cel «vivieron un promedio de 7,9 meses tras la aleatorización, en comparación con los 5,5 meses que vivieron con la atención estándar».

Es un pequeño paso, sí, pero hay que entender que se produce en un campo que llevaba estancado más de una década y, según Nature, demuestra que esta inmunoterapia «ofrece beneficios significativos a los pacientes con cáncer gástrico avanzado que han fracasado en al menos dos líneas de tratamiento previas». Además, nos abre la puerta a otras aplicaciones en diferentes tipos de cáncer que no estaban previstos en el estudio inicial. En este sentido, en la misma reunión oncológica de Chicago se presentará un segundo estudio sobre células T Car, dirigido por la Universidad de Pensilvania que apunta a que el enfoque también se puede utilizar para tratar tumores cerebrales, en especial reducir el tamaño de los tumores en el glioblastoma, un cáncer cerebral agresivo y de rápido crecimiento, y ayudar a los pacientes a vivir mucho más tiempo.

En definitiva, y como afirma el oncólogo John Haanen en The Guardian, «para los tumores sólidos, ahora no solo existe un claro interés sino también evidencia de que las inmunoterapias pueden beneficiar a los pacientes. Es posible que estemos presenciando los inicios de una nueva generación de tratamientos que antes no existía para los oncólogos médicos».

Referencias científicas y más información:

Changsong Qi, Chang Liu, et al. (2025) Claudin-18 isoform 2-specific CAR T-cell therapy (satri-cel) versus treatment of physician’s choice for previously treated advanced gastric or gastro-oesophageal junction cancer (CT041-ST-01): a randomised, open-label, phase 2 trial The Lancet doi: 10.1016/S0140-6736(25)00860-8

Fieldhouse, Rachel. «Cancer Fighting CAR-T Cells Show Promising Results for Hard-to-Treat Tumours». Nature News, junio de 2025. DOI:10.1038/d41586-025-01722-8.

Andrew Gregory «Immunotherapy trial helps cancer patients with tumours live 40% longer» The Guardian Science (2025)

Sobre el autor: Javier «Irreductible» Peláez es escritor y comunicador científico multimedia. Es ganador de tres premios Bitácoras, un premio Prisma a la mejor web de divulgación científica y un Premio Ondas al mejor programa de radio digital.

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