Recuperan material genético de bacterias alojadas en mamuts hace un millón de años

Irreductible

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Esqueleto de mamut en el Museo paleontológico Museo George C. Page en Los Angeles. Fuente: Dominio Público

Las bacterias son los organismos más abundantes del planeta, poseen su propio dominio en el árbol filogenético y su presencia es tan ubicua que en tu cuerpo tienes, aproximadamente, diez veces más células bacterianas que células «propiamente humanas». Además, son muy antiguas, representan una de las primeras manifestaciones de la vida en la Tierra y se estima que existen desde hace unos 3.500 millones de años. Sin embargo conocer su origen resulta tremendamente complejo y arduo de investigar. El material genético se desintegra fácilmente y, por lo general, la mayor parte del conocimiento sobre microbios antiguos «proviene del ADN preservado en lugares como el permafrost, el ámbar, cristales de sal, sedimentos o incluso de restos o artefactos humanos que han conservado rastros de esos microorganismos».

Conseguir material genético directamente de una fuente viva, ya sea un animal o un ser humano, es particularmente difícil. De hecho, el ADN más antiguo que se ha logrado extraer data de hace tan solo 2 millones de años y, tal y como publicó la Revista Nature en 2022, procedía del permafrost de Groenlandia.

Debido a la influencia directa en nuestra vida y a que son mucho más fáciles de encontrar, los campos de investigación científica basados en ADN antiguo se centran principalmente en el ser humano y su amplio microbioma, olvidándose un poco de la arqueomicrobiología animal.

Sin embargo, hace tan solo unas semanas, un apasionante estudio publicado en la revista Cell, muestra como un equipo internacional de investigadores (en el que por cierto destaca la participación de los científicos españoles Juan Luis Arsuaga y David Díez del Molino) ha recuperado «secuencias bacterianas procedentes de mamuts lanudos y esteparios, incluyendo una de más de un millón de años» batiendo así un nuevo récord de ADN antiguo asociado a huésped animales.

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Recuperan material genético bacteriano procedente de mamuts y datado en más de un millón de años de antigüedad. Fuente: Benjamin Guinet, Nikolay Oskolkov et al. (2025) Cell CC BY 4.0

El estudio publicado representa un arduo trabajo de análisis, ya que han secuenciado un total de 483 especímenes diferentes de mamuts, pertenecientes a una amplia etapa histórica que va desde hace 1,2 millones de años hasta hace solo 4.000 años. El mamut más antiguo data de 1.2 millones de años, pero, desafortunadamente, no encontraron ADN en esa muestra en particular. Un poco más tarde, sí tuvieron más suerte con un ejemplar de 1,1 millones de años.

Todo el proceso de recopilar y secuenciar muestras de estos mamuts ha sido una labor que ha durado décadas. Sin ir más lejos, la gran mayoría de estos ejemplares nunca habían sido estudiados detalladamente y, de hecho, 440 fueron secuenciados por primera vez.

La recolección y secuenciación de esos 483 especímenes de mamut, asegura, fue una labor que duró décadas: «Si bien muchas muestras se extrajeron de colecciones existentes, el análisis de los datos para este estudio nos llevó unos dos años. La mayor parte de ese tiempo se dedicó al diseño del estudio, la eliminación de la contaminación, la realización de diversos análisis y la gestión del proceso de revisión de revistas científicas», cuenta.

Aun así, lo más laborioso todavía estaba por llegar: tras secuenciar muestras de dientes, huesos, tejidos, etcétera, de esos 483 mamuts, los investigadores identificaron un total de 310 microbios asociados, pero entonces llegó el proceso de filtración y descarte. «La mayoría de esos microbios recuperados resultaron ser colonizadores ambientales o postmortem, pero, finalmente, destacaron seis clados que se posicionaron como verdaderas bacterias asociadas al hospedador, entre ellas Actinobacillus, Pasteurella, Streptococcus y Erysipelothrix , algunas de las cuales podrían haber sido patógenas de esos mamuts».

Los investigadores esbozaron una gran sonrisa al comprobar que una de las cepas bacterianas identificadas, Erysipelothrix, «está estrechamente relacionada con una bacteria que aún causa brotes mortales en elefantes africanos. Los elefantes son los parientes vivos más cercanos de los mamuts; por lo tanto, los hallazgos plantean la posibilidad de que los mamuts sufrieran infecciones similares».

Más allá del récord de reconstruir genomas parciales de bacterias a partir de un ejemplar de mamut de 1,1 millones de años de antigüedad, que recordemos es el ADN microbiano asociado a un huésped más antiguo jamás recuperado, lo importante es que, tal y como explica el investigador Love Dalén, uno de los autores del estudio, «este trabajo abre un nuevo capítulo en la comprensión de la biología de las especies extintas. No solo podemos estudiar los genomas de los propios mamuts, sino que también podemos comenzar a explorar las comunidades microbianas que habitaban en su interior».

Referencias científicas y más información:

Benjamin Guinet, Nikolay Oskolkov et al. «Ancient host-associated microbes obtained from mammoth remains» Cell (2025) DOI:10.1016/j.cell.2025.08.003

Stockholm University «Ancient mammoth remains yield the world’s oldest host-associated bacterial DNA» Eureka Alert (2025)

Jenny Lehmann «Million-Year-Old Mammoth Tooth Carries Oldest Host-Associated Bacteria DNA Ever Found» Discover Magazine (2025)

Callaway, Ewen. «Oldest-Ever DNA Shows Mastodons Roamed Greenland 2 Million Years Ago». Nature (2022) DOI:10.1038/d41586-022-04377-x.

Sobre el autor: Javier «Irreductible» Peláez es escritor y comunicador científico multimedia. Es ganador de tres premios Bitácoras, un premio Prisma a la mejor web de divulgación científica y un Premio Ondas al mejor programa de radio digital.

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