Cuando la ciencia es Zientzia #6

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Dicen los entendidos que nuestra curiosidad por conocer los orígenes de nuestro pasado es algo que prevalece desde la antigüedad. Saber de dónde venimos es algo que nos intriga vivamente, quizás porque ello nos pueda ayudar a entender mejor lo que somos hoy día.

gotas de agua fotografía Shawn Knol

Nuestro antepasado, el Homo neanderthalensis era de complexión robusta, tenía las piernas cortas, el tórax ancho y su peso medio era superior al nuestro. Algunos se pintaban la piel, enterraban a sus muertos e incluso llegaron a ser caníbales. A pesar de estos datos el investigador de la UPV/EHU Álvaro Arrizabalaga nos ha contado que poco se sabe sobre su origen y algo más acerca de sus últimos años de existencia. Desentrañar los secretos de nuestros antecesores es una de las labores de este experto en prehistoria.

A veces tenemos la sensación de que las horas del día no nos dan para hacer todo lo que quisiéramos. Aunque el disponer de días con más de 24 horas es probable que no solucionara nuestro problema. Y me pregunto, ¿por qué el día tiene 24 horas y las horas 60 minutos? Dos biólogos nos han dado la respuesta. Estitxu y Jesus Mari Txurruka nos han contado que el origen está en la primera y más antigua civilización, la sumeria. Los sumerios contaban señalando con el pulgar las doce falanges de los otros cuatro dedos de la mano y marcaban los múltiplos de doce con los cinco dedos de la otra. El mayor número que podían llegar a contar con los dedos era 60. Combinaron el sistema duodecimal, para dividir las grandes cantidades, con el sexagesimal para contar las pequeñas porciones. Conjugaron este sistema de medir con sus observaciones astronómicas y a raíz de ello dividieron el año en 12 meses, el día en dos grupos de 12 horas (12 para el día y 12 para la noche) y la hora en 60.

Los antiguos indígenas de Australia utilizaban las conchas de los moluscos como moneda de cambio. En la zona de Kimberley y los desiertos de Australia las conchas eran usadas en el comercio. Los arqueólogos que trabajan en la zona desde 2011 han encontrado indicios del valor que se le daba a los moluscos y, además, nos cuenta la periodista Amaia Portugal que han dado con un verdadero tesoro, una perla natural de 2.000 años de antigüedad que está intacta.

Los primeros habitantes de Vitoria-Gasteiz se ubicaron en la zona donde se encuentra la Catedral de Santa María. Las labores de rehabilitación de la Catedral han dejando al descubierto las características de aquel asentamiento y se han encontrado con cosas curiosas. Han descubierto que en la antigua Vitoria existía una longhouse, una edificación que no es habitual en estas tierras. La longhouse era una casa comunal de una sola habitación, con pequeñas ventanas y en la que convivían más de una familia. Los investigadores creen que era la residencia de un linaje que dominaba la zona y tenía el control de los recursos económicos.

Tambora es el nombre de un volcán de la isla indonesia de Sumbawa que ha pasado a la historia por un acontecimiento de hace 200 años, la erupción del año 1815. La erupción del Tambora en 1815 es considerada como uno de los mayores cataclismos volcánicos de los últimos 10.000 años y la profesora de mineralogía y petrología de la UPV/EHU Miren Mendia nos cuenta los efectos del mismo. La erupción de 1815 incidió en el clima mundial a lo largo de los meses siguientes. En Europa la temperatura bajó, durante el verano de 1816 hubo una ola de frío constante, acompañada de tormentas de granizo que acabaron con las cosechas, la población pasó hambre y penurias aquel verano en el que el sol apenas se divisó. 1816 fue el “año sin verano”.

Contabilizar las personas que sufrieron los efectos directos e indirectos de la erupción del volcán Tambora es difícil, aunque se han llegado a hacer estimaciones. Contar, numerar, constatar numéricamente algo está a la orden del día. El químico Josu Lopez-Gazpio nos explica que vivimos bajo el gobierno de los números. Queremos medir y comparar todo, incluso cosas que no se pueden numerar como el amor, la felicidad, la belleza… . Los resultados de las elecciones, los datos económicos, los rankings son ejemplos del valor que tiene los números. Y es que, si por ejemplo, al defender una tesis particular os dijera que el 95,87 % de los lectores del Cuaderno de Cultura Científica piensan igual que yo… ¿no me tomaríais más enserio?

No nos equivoquemos, los números no son nuestro enemigo sino el uso interesado o las interpretaciones sesgadas que hacemos de los mismos. Y es que errar es de humanos. El matemático Javier Duoandikoetxea nos pone un ejemplo muy común: ¿quién no se ha equivocado al teclear un número de teléfono? Seguro que muchas y muchos de los aquí presentes. Pues aunque existen fórmulas de identificación como los códigos de barras, los números de identificación fiscal, el ISBN de los libros que ayudan a no cometer errores al teclear los datos, parece ser que a las compañías de telefonía no les preocupa demasiado que marquemos el número incorrecto. ¿Por qué será?

La matemática Naiara Arrizabalaga nos ha explicado que cuando se demuestra algo en matemáticas, se convierte en verdad para siempre. La ciencia, qué cosas que tiene. La responsable de la Biblioteca Central de Donostia, Arantxa Arzamendi nos ha recomendado un libro del físico y filósofo argentino Mario Bunge: “Ciencia, técnica y desarrollo”. Una obra que no nos dejará indiferente y que nos recuerda que… “el desarrollo no es una recta, sino un polígono”. Como la vida misma.

Sobre la autora: Uxune Martínez es la responsable de la Base de Datos de la Comunidad Científica Vasca, Inguma y es editora de Zientzia Kaiera.

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