Las excavaciones llevadas a cabo en el yacimiento del Molí del Salt (Vimbodí i Poblet, Tarragona) han permitido descubrir una singular pieza de arte mueble en un nivel del Paleolítico Superior con una cronología comprendida entre los 13.000 y los 14.000 años. La pieza, cuyo estudio acaba de publicarse en la revista PLOS ONE, es una placa de esquisto, de 18 cm de largo y 8,5 de ancho, que presenta siete motivos semicirculares grabados que, por su forma y proporciones, pueden interpretarse como cabañas y constituirían la representación de un campamento de cazadores, la primera de estas características que se documenta.
El análisis de este objeto, realizado por Marcos García Díez (Universidad del País Vasco/Euskal Herriko Unibertsitatea) y Manuel Vaquero (Universitat Rovira i Virgili / Institut Català de Paleoecologia Humana i Evolució Social), muestra la similitud entre las características formales de los motivos representados en la placa y las cabañas construidas por diversos grupos de cazadores-recolectores que conocemos a través de la etnografía (bosquimanos del Kalahari, aborígenes australianos…). El número de cabañas, siete, coincide también con el tamaño habitual de una banda de cazadores.
Esta pieza constituye una singularidad en el panorama del arte paleolítico, en el que predominan las figuras de animales y los signos abstractos. Por otra parte, nos habla de un arte profano, alejado de las implicaciones ideológicas que a menudo se atribuyen a las representaciones paleolíticas. «Teniendo en cuenta que los campamentos son la manifestación espacial de la estructura social de los cazadores, la plaqueta del Molí del Salt puede considerarse como la primera representación de un grupo social conocida hasta la fecha», puntualiza Manuel Vaquero.
«El estudio del grabado muestra además que todos los motivos se llevaron a cabo con la misma herramienta y utilizando la misma técnica, lo que indica que el grabado fue realizado por un único individuo en un corto espacio de tiempo», ha añadido Marcos García Díez, miembro del Grupo de Investigación en Prehistoria de la UPV/EHU. «Esto sugiere que grabado estaría mostrando una realidad que el artista tendría ante sus ojos en el momento de la representación», comenta. Se trataría, por lo tanto de uno de los primeros ejemplos de paisajismo documentados en la historia del arte, con la particularidad de que en esta ocasión estamos por primera vez ante un paisaje exclusivamente humano.
La primera campaña de excavación en El Molí del Salt se realizó en 1999 y los trabajos han continuado de forma ininterrumpida hasta la fecha, con carácter anual. Cuentan con el apoyo de la Generalitat de Catalunya, el Consell Comarcal de la Conca de Barberà, el Ajuntamiento de Vimbodí i Poblet (Tarragona) y la empresa SOREA. Siempre han estado dirigidos por Manuel Vaquero, investigador del Área de Prehistoria de la Universitat Rovira i Virgili de Tarragona (URV) y del Institut Català de Paleoecologia Humana i Evolució Social (IPHES).
Referencia:
García-Diez, M., Vaquero, M. «Looking at the Camp: Paleolithic Depiction of a Hunter-Gatherer Campsite». PLOS ONE DOI: 10.1371/journal.pone.0143002
Edición realizada por César Tomé López a partir de materiales suministrados por UPV/EHU Komunikazioa
SELLÉS-MARTÍNEZ, José
Hola,
Me interesa la historia de la cartografía y por eso me llamó la atención la nota sobre «La representación de un campamento de cazadores hecha hace 13.000 años».
Si realmente se tratara de cabañas no sería «la primera imagen conocida de un paisaje» como dice el correo de Oscar Macias o «uno de los primeros ejemplos de paisajismo documentados», sino el primer plano urbano (salvo que exista algún otro más antiguo del que yo no tengo registro por ahora).
Para que se trate de un paisaje los redondeles no deberían ser interpretados como cabañas sino como cerros o montañas y me llama la atención que los autores del trabajo original no se hayan planteado esta posibilidad que no debió ser descartada a priori, si tenemos en cuenta que desde la antiguedad hasta hoy, las montañas suelen esquematizarse del mismo modo en que aparece grabada la plancha de piedra.
Por otro lado, plantear hipótesis sobre la existencia de una «perspectiva» en el dibujo me parece un exceso de entusiasmo…
De todos modos, incluiré el trabajo en mis charlas sobre historia de la cartografía, señalando que el mismo no presenta ni discute hipótesis alternativas a la interpretación de que las figuras sean chozas.
Un cordial saludo,
Pepe
Dpto. de Geología, Fac. de Cs. Exactas y Naturales, UBA, Bs. As., Argentina