¿Dónde van las bacterias marinas en invierno?

Fronteras

Mapa de predicción global de bacterias. Imagen: Ladau et al. (2013)
Mapa de predicción global de bacterias. Imagen: Ladau et al. (2013)

Dice la investigadora Holly Bik que las bacterias marinas son un poco ‘hipsters (o gafapastas). Su afirmación se basa en un estudio recién publicado en ISME, que adelanta que los microorganismos que viven en los océanos siguen un patrón completamente distinto al de las bacterias terrestres: en lugar de aumentar su variedad en los trópicos, son más abundantes en invierno y en latitudes más frías.

El trabajo de Joshua Ladau y su equipo es espacialmente interesante por varios motivos. El primero porque es una muestra de la dificultad que tienen algunos científicos para seguir a su objeto de estudio, en especial si está vivo, tiene un tamaño microscópico y se distribuye por todo el océano. Desde hace años, los biólogos estudian la diversidad y abundancia de las bacterias a lo largo del globo. Los que estudian la diversidad terrestre, apunta Bik, lo tienen bastante más fácil que los que tienen que salir al océano a tomar muestra. De hecho, el muestreo tiene un sesgo estacional muy marcado, en particular en regiones como las polares, puesto que en invierno – y en especial en latitudes más extremas – los científicos no pueden salir a recoger agua en mitad del mar.

 Mapa de distribución global de bacterias según el género. Imagen: Ladau et al. (2013)
Mapa de distribución global de bacterias según el género. Imagen: Ladau et al. (2013)

Debido a estos problemas, los datos parecían indicar que las bacterias del océano se comportaban de forma parecida a las terrestres, todas en las zonas de calorcito como si se tratara de veraneantes que buscan el sol. Pero el modelo elaborado por Ladau – que tiene en cuenta todos estos problemas de recogida y otros muchos factores- acaba de arrojar una imagen bien distinta: las bacterias tienen un pico estacional en invierno y en las regiones más extremas. En otras palabras, en diciembre hay más diversidad en el hemisferio norte y en junio en el hemisferio sur.

El motivo por el que se produce este patrón no acaba de estar claro. Los científicos sospechan que puede tener que ver con el flujo vertical de los nutrientes hacia la superficie y otros creen incluso que las bacterias podrían emigrar entre latitudes. En cualquier caso, parece que efectivamente, las bacterias pasa un poco del rollo «mainstream» y siguen su propia corriente.

Fuente: Global marine bacterial diversity peaks at high latitudes in winter (Ladau et al, 2013; The ISME Journal 7, 1669–1677)

Sobre el autor: Antonio Martínez Ron es periodista

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