Océanos nucleares. Cuando la basura llega antes que el ser humano

Fronteras

Basura en el lecho marino de aguas europeas recogida en diversos puntos entre los 900 y los 1.500 metros de profundidad.
Basura en el lecho marino de aguas europeas recogida en diversos puntos entre los 900 y los 1.500 metros de profundidad.

Ni estamos en la Guerra Fría, (a falta de saber cuáles son las consecuencias de la coyuntura en Ucrania), ni nombres que en otro tiempo fueron evocadores de fabulosos sueños de poder, de ciencia y de control sobre el átomo, como Múrmansk o de Polyarny tienen ya tanta importancia como en aquel periodo.

Casi tan rápido como se convirtieron en estratégicos, se van perdiendo en las nieblas del tiempo, o son rescatados fugazmente de ellas y se transforman en recursos novelescos que los hacen revivir en la imaginación de lectores o cinéfilos, mientras la realidad nos dice que hoy, escasamente son una sombra agonizante de lo que fueron. Apenas un cementerio de submarinos y otras naves cuyos cascos se corroen olvidados por quienes en otro tiempo les dieron vida.

Nos hemos olvidado de aquellos barcos, como nos hemos olvidado de las consecuencias de construirlos.

Que el mar es el basurero de la humanidad es una frase hecha que se viene repitiendo con frecuencia, avalada por datos más o menos precisos. Uno de los últimos informes, que ha sido publicado recientemente en la revista PLOS ONE, asegura que los restos de desechos más abundantes en los fondos marinos son plásticos y artes de pesca seguidos de cristales, metal, madera, papel, cartón, tela, cerámica y otros materiales no identificados.

Densidades de basura (número de artículos / ha) en diferentes lugares a través de las aguas europeas.
Densidades de basura (número de artículos / ha) en diferentes lugares a través de las aguas europeas.

Según Miquel Canals, catedrático del Departamento de Estratigrafía, Paleontología y Geociencias Marinas de la Universidad de Barcelona “algunas áreas de los fondos marinos parecen auténticos vertederos, en los que encuentras objetos sólidos como plásticos y latas de bebidas. Lo más sorprendente es constatar, una vez más, que la huella humana ha llegado a los lugares más recónditos del planeta”.

Los expertos describen la presencia de basura en los fondos marinos del Mediterráneo, el Ártico y el océano Atlántico, desde la plataforma continental europea a la dorsal centroatlántica, y desde los 35, hasta los 4.500 metros de profundidad.

Kerry Howell, de la universidad de Plymouth se mostraba impresionada: “este estudio ha demostrado que la basura está presente en todos los hábitats marinos, desde playas hasta las grandes fosas oceánicas. La mayor parte de las profundidades marinas aún no han sido exploradas y sorprende descubrir que nuestros desechos han llegado incluso antes que nosotros”.

Antropoceno

Uno de los aspectos más turbadores de la huella humana en la Tierra, cuando se aborda desde un punto de vista geológico, es el de alcanzar a entender que toda la superficie de la tierra, está contaminada con partículas artificiales producidas por los seres humanos. Por isótopos radiactivos, como el Cesio 137, emanados de las pruebas de bombas nucleares o de los accidentes en las centrales que usamos para producir electricidad.

Alejandro Cearreta, miembro de la comisión internacional sobre Antropoceno, profesor de micropaleontología y responsable del Máster de Cuaternario, cambios ambientales y huella humana de la Universidad del País Vasco, nos lo comentaba así en el programa número 10 de Activa Tu Neurona Radio: “El momento en que encontramos residuos de Cesio 137 en todo el planeta, en cualquier sitio de la superficie terrestre, es 1954. Entre el 45 y el 54 se suceden más de 500 explosiones atómicas por parte de las distintas superpotencias, y la cantidad de Cesio 137 es tal, que viaja a través de la estratosfera a todo el planeta, empieza a caer sobre la superficie terrestre y empezamos a encontrarla simultáneamente. El inicio en el registro geológico marca el año 1954”. Ese sería el punto de inicio del Antropoceno, que podemos definir como el comienzo de la era de los hombres.

Si complicado es comprender que las rocas de nuestro mundo hablarían de nuestro paso por la Tierra a un hipotético investigador extraplanetario, por los residuos que confinan, más difícil se torna entender, que ahora, ese investigador podría saber de nosotros incluso si estudiara un medio que no hemos colonizado, el mar.

3

Investigadores del Centro Nacional de Aceleradores en Sevilla y otros 30 centros internacionales han confirmado que los elevados niveles de plutonio y yodo radiactivo que presentan las algas del mar Báltico se deben a la explosión de Chernóbil en 1986, y a las descargas de elementos radiactivos procedentes de la planta de reprocesamiento de Sellafield, en Reino Unido.

Los resultados, que son consecuencia de un ejercicio de comparación entre laboratorios auspiciados por la Organización Internacional de la Energía Atómica (IAEA) se han publicado en la revista Applied Radiation and Isotopes.

En los próximos meses se abordará, según este organismo, el estudio de sedimentos procedentes del atolón Bikini, en el Océano Pacífico, donde Estados Unidos llevó a cabo entre 1950 y 1963 la mayoría de sus pruebas termonucleares.

Referencias:

M.K. Pham, M. Benmansour, F.P. Carvalho, E. Chamizo, D. Degering, C. Engeler, C. Gascó, J.P. Gwynn, A.V. Harms, E. Hrnecek, F.L. Ibanez, C. Ilchmann, T. Ikaheimonen, G. Kanischm, M. Kloster, M. Llaurado, A. Mauring, B. MØller, T. Morimoto, S.P. Nielsen, H. Nies, L.D.R. Norrlid, H.B.L. Pettersson, P.P. Povinec, U. Rieth, C. Samuelsson, J. Schikowski, B.V. Šilobritiene, P.A. Smedley, M. Suplinska, V.-P. Vartti, E. Vasileva, J. Wong, T. Zalewska, W. Zhou. Certified Reference Material IAEA-446 for radionuclides in Baltic Sea seaweed Applied Radiation and Isotopes.

-Christopher K. Pham, Eva Ramirez-Llodra, Claudia H. S. Alt, Teresa Amaro, Melanie Bergmann, Miquel Canals, Joan B. Company, Jaime Davies, Gerard Duineveld, François Galgani, Kerry L. Howell, Veerle A. I. Huvenne, Eduardo Isidro, […] Marine Litter Distribution and Density in European Seas, from the Shelves to Deep Basins” . April 30, 2014. DOI: 10.1371/journal.pone.0095839

Esta anotación ha sido realizada por Javier San Martín, (@SanMartinFJ) (@ACTIVATUNEURONA) y es una colaboración de Activa Tu Neurona con el Cuaderno de Cultura Científica.

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