Recientemente ha sido noticia que un cuidadoso metaanálisis que involucra a 1.256.407 niños en cinco estudios ha concluido que las vacunas no están asociadas con las afecciones del trastorno de espectro autista. El análisis también determinó que los componentes de las vacunas, como el timerosal, y las vacunas múltiples, tampoco se asocian con el autismo. Los tres investigadores que firman el estudio son miembros de la Escuela Clínica Nepean de la Universidad de Sidney, Australia.
De toda la información que nos dan, un dato está notablemente ausente: cuánto costó el estudio. Cuántas horas de estos tres investigadores con qué salarios y usando qué recursos se necesitaron para llegar a estas conclusiones.
Otros estudios similares realizados en el pasado han llegado a las mismas conclusiones, como uno que incluyó a todos los niños nacidos en Dinamarca entre 1990 y 1996, otro estudio de Polonia u otra revisión crítica de 2004.
El actual movimiento antivacunas se originó en un estudio fraudulento del exmédico Andrew Wakefield. Ese solo estudio fraudulento, que nadie pudo replicar jamás, ha provocado que se invierta una incalculable cantidad de recursos, dinero, tiempo y dedicación de numerosos científicos.
¿Cuánto ha costado la mentira de Wakefield?
Cada uno de los embustes que se le puedan ocurrir a cualquiera, literalmente a cualquiera, en cualquier lugar del mundo, puede dar lugar a un dispendio en recursos científicos que muy probablemente habrían estado mejor dedicados a otras investigaciones.
La presión de la opinión pública, que frecuentemente no sólo dispone de escasa información, sino que además está sometida al bombardeo de la desinformación, motiva a instituciones e investigadores a emprender estos estudios incluso si no hay un mecanismo plausible para la correlación establecida por el proponente del fenómeno.
No es necesario demostrar que algo ocurre, que un fenómeno es real. Ni siquiera es necesario presentar un solo caso de estudio bien analizado. Basta decir que el cáncer se cura con alguna pócima o alimento milagroso y curanderos, alternativistas, pseudomédicos, conspiranoicos y periodistas poco avisados se encargarán de difundirlo y presentarlo, frecuentemente, como un descubrimiento o una denuncia que valerosamente enfrentan a algún villano poderoso y malévolo.
En 1922, al monje budista japonés Mikao Usui se le ocurrió afirmar que podía curar a la gente acercándole sus manos. Aseguraba que al hacerlo, él transfería a la persona una misteriosa energía llamada “ki” o “chi” y cuya existencia nadie ha demostrado. Usui bautizó a su presunta técnica como “reiki” (palabra en japonés que significa, muy apropiadamente, “atmósfera misteriosa”) y se lanzó, junto con sus adeptos, a por acercarle las manos a personas enfermas o simplemente deprimidas e insatisfechas y asegurar que ello tenía un efecto real. Se funda así un negocio multimillonario que en menos de 100 años se ha difundido por todo el planeta con variantes aún más extravagantes, como el reiki para animales o vegetales.
Uno pensaría que sería responsabilidad del señor Usui o de sus honorables asociados de negocios demostrar la existencia de la tal energía llamada “ki” y, una vez habiéndolo hecho, demostrar, en condiciones debidamente controladas y con todo el rigor que le exigimos a cualquier procedimiento médico, que tal energía realmente se “transfiere” de un practicante de reiki a su “paciente” y, finalmente, demostrar que esa transferencia energética es, efectivamente, responsable de las curaciones milagrosas que prometen.
Si así lo hicieran, seguramente habría numerosos científicos interesados en desentrañar el mecanismo mediante el cual ocurre esa curación. Quizás podría enriquecer de modo generosísimo nuestra comprensión de los mecanismos de la biología, la fisiología, la patología y el tratamiento de numerosas afecciones.
No ha sido así. Los “maestros reiki” siguen instalándose por todo el mundo, exigiendo dinero de verdad a gente ignorante y deseosa de respuestas a cambio de pasarles las manos cerca. En estos casi 100 años, presionados por los creyentes en las maravillas del reiki, diversos científicos, investigadores, universidades y hospitales se han ocupado en tratar de determinar si hay algo de verdad en las ya de por sí implausibles afirmaciones de Usui y sus adeptos. En estos años se han hecho literalmente cientos de estudios, de más o menos calidad, que al ser analizados críticamente llegan a la bastante esperable conclusión de que el reiki no muestra capacidad de curar nada y su eficacia es igual a la del placebo.
Como pasa con el reiki, hay una horda cada vez más numerosa de supuestas “terapias alternativas”, literalmente cientos de ellas que ofrecen afirmaciones sobre las más extrañas, descabelladas o francamente ridículas prácticas que alguien aseguró que eran “curativas” y otros creyeron… sin demostrarción de por medio. Y de muchas de ellas hay estudios y estudios que, o bien demuestran que no hay capacidad curativa alguna, o resultan sesgados, poco rigurosos, irreproducibles o francamente fraudulentos.
En otros espacios alternativos distintos de la medicina, las cosas no son muy distintas. Científicos de diversas disciplinas se ven presionados para “demostrar” que tal o cual locura es falsa o incorrecta, desde los círculos de las cosechas (que desde 1994 se sabe que son un fraude nacido de una broma práctica de dos ciudadanos ingleses) hasta la telepatía o la “energía libre”, que es como ahora se llama a lo que serían las máquinas de movimiento perpetuo de toda la vida.
No importa que sepamos que es imposible obtener de un sistema más energía de la que se introduce en él, porque esto violaría la primera y segunda leyes de la termodinámica, que están empíricamente validadas y se confirman día a día. La idea de obtener algo a cambio de nada (que es la premisa esencial de la magia) sigue consumiendo recursos para demostrar que sigue siendo imposible.
Y en ocasiones, lo que está en juego son vidas. Muchas. Desde la década de 1990 se comercializaron varios presuntos “detectores moleculares” con nombres aparentemente técnicos como Quadro Tracker, Ade650, Ade651, Alpha6, H3TEC, HEDD1, AL-6D y GT200. Se trataba de genuinas “varitas mágicas” que afirmaban ser capaces de detectar a distancia, incluso dentro de recipientes cerrados, muy diversas sustancias: drogas, armas, explosivos e incluso personas. No son sino un mango de plástico negro totamente vacío al que está fijada una antena telescópica que gira libremente como una bisagra. Los fabricantes afirmaban que no necesitaba electricidad pues se alimentaba de la electricidad estática del propio operador. El mango tenía una ranura donde se introducían tarjetas que indicaban al aparato qué detectar: mariguana, cocaína, explosivo C40 o inmigrantes ilegales. Cada aparato podía llegar a venderse en más de 30 mil euros.
En realidad, se trataba de aparatos inútiles cuyo aparente funcionamiento se debía al “efecto ideomotor”, los movimientos involuntarios realizados en respuesta a una idea y que son también responsables del movimiento del puntero de la ouija y de las varitas de los zahoríes. Era muy fácil determinar que estos aparatos no tenían ningún mecanismo plausible de funcionamiento. Sin embargo, numerosos gobiernos invirtieron cantidades millonarias en su adquisición. Tailandia, México en su lucha contra el narcotráfico e incluso las fuerzas de ocupación occidentales en Irak fueron clientes de los fabricantes. No fue sino hasta que hubo una serie de atentados con autos bomba que pasaron sin ser detectados por los retenes con personal militar equipado con estos aparatos que el gobierno británico prohibió su compra y empezó a investigar a sus principales fabricantes.
Y pese a ello, fue necesario el esfuerzo de numerosos militares, civiles y científicos en cada uno de los distintos países víctimas de los delincuentes para que las corporaciones que utilizaban los dispositivos los retiraran aceptando –no de muy buen grado– que habían sido objeto de una estafa. Dos de los fabricantes han sido sentenciados a penas de cárcel por fraude en Inglaterra.
Sin embargo, las investigaciones raras veces consiguen que los creyentes en una u otra afirmación maravillosa y disparatada acepten siquiera la posibilidad de estar en el error. Todavía en distintos países hay corporaciones militares y policiacas que arriesgan la vida de su personal y de civiles inocentes confiando en los improbables “detectores moleculares”. Los movimientos antivacunas están influyendo en nuevos brotes preocupantes de enfermedades prácticamente erradicadas. El reiki se difunde con cada vez más practicantes que simulan y cobran sin control alguno. Y, por supuesto, todas las pseudoterapias son uno de los mayores negocios del mundo, con ventas sólo en Estados Unidos de más de 34 mil millones de dólares en 2007 según el Centro Nacional de Estadísticas de Salud de ese país.
Esto subraya el absurdo de la inversión que puede hacer la sociedad para confirmar cosas que ya se saben, pero con la esperanza o bien de encontrar un verdadero milagro o de convencer a los creyentes y ayudarles así a conservar su dinero y mejorar las probabilidades de tratamiento exitoso de sus afecciones, labor en la cual ciertamente no tienen interés en colaborar.
Investigar las afirmaciones de aspecto más incongruente no es forzosamente un desperdicio. Pero una mayor alfabetización científica de nuestra sociedad al menos pondría, como es lógico, la carga de la prueba sobre los hombros de quienes hacen tales afirmaciones, y les exigiría pruebas sólidas antes de lanzarse a financiar la búsqueda del monstruo del Lago Ness, las hadas en el fondo del jardín o la capacidad del bicarbonato de sodio para curar todos los cánceres. O simplemente rendirse ante ellos y admitir como medicamentos diversos preparados, pócimas o mejunjes sin exigirles que demuestren que sirven para lo que afirman en su publicidad.
Algo no marcha bien cuando parte de la política de investigación de una sociedad se ve dictada por los caprichos de cualquiera que tenga una idea descabellada y un medio de comunicación a su alcance para difundirla, obligando a todos a pagar una elevada factura por las falsedades cuando toman por asalto el imaginario popular.
Este post ha sido realizado por Mauricio Schwarz (@Elnocturno) y es una colaboración de Naukas con la Cátedra de Cultura Científica de la UPV/EHU.
Las Facturas de la Mentira
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Las facturas de la mentira | Naukas | Cuaderno …
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Bluestblues
Todo el articulo esta muy bien razonado y explicado. Enhorabuena.
Solamente mete la pata con el ejemplo de los fabricantes de los circulos de las cosechas, que parce ser que dos abueletesingleses se dedican a ir por todo el orbe planchando con una tabla los sembrados. Una pena que mezcle churras con merinas porque ese tema nada tiene que ver con todo lo tratado anteriormente.
Cristina
Es un ejemplo excelente el de los. Círculos de las cosechas, ¿o ud cayó en el cuento de que los hicieron seres extraterrestres?
Seguirrre
Las facturas de la mentira…. No podria estar mejor expresado.
Digo esto porque lo mas interesante es, que el factor principal que da credibilidad a este tipo de ideas mágicas, se basa en la desconfianza hacia las vias por las que llega el mensaje.
Practicamente toda la informacion cientifica esta subvencionada por empresas que buscan unos beneficios, a nadie se le puede pasar que realmente la informacion que recibimos es muy sesgada,
y que casi siempre obedece a generar unos comportamientos que conllevan unos intereses.
Incluso a nivel público e institucional, toleramos el secreto de estado; es decir el derecho a que no sepas, y por supuesto las vías clasicas de información ya quedan definidas como vías de propaganda.
Esto, genera una desconfianza social, que propicia un ambiente de credibilidad a cualquier información por extravagante que pueda ser su fuente.
¿De donde llegan las ideas y revelaciones sociales mas sorprendentes de los ultimos años?,,,,,,,, A traves de internet.
La gente tiene fe en lo que les da esperanza, y en parte la esperanza viene de cualquier parte, por falta de responsabilidad en organismos oficiales a nivel global, falta de CREDIBILIDAD.
Y esto hace crecer y mucho las facturas, facturas con costes sociales, ambientales y monetarios.
Muchas veces entiendo estas creencias, ya que se dan las condiciones ideales para que suceda.
Y es curioso como la sociedad a venerado siempre lo mágico y religioso, sin prueba alguna mas que la fe, han dado sus vidas por ello, no es nada nuevo y solo se transforma el modo.
Y sí, la mentira es el motivo de no poder afrontar los problemas debidamente, puesto que uno nunca sabe a que se enfrenta.
Gracias por compartir conclusiones de tus conocimientos adquiridos, en eso se basa realmente una sociedad.
Manuel
Es posible que esos detectores de moléculas hayan causado alguna muerte pero la religión ha causado mil veces más y ni se la nombra en el artículo. Parece ser que seguimos en la misma vía, hay temas que no se pueden tocar para ni quedar mal así que no se tocan.
Albert
Manuel me has recordado esto:
http://www.yorokobu.es/newton-y-los-lectores/
noni
Importante dato. Hoy en día ya no se habla de autismo. Sino de síndrome de espectro autista. Al tener un diagnóstico más diluido, es más complicado establecer relaciones.
Anónimo
[…] […]
churruflisquis
Meter en el mismo saco distintos temas siempre corre el riesgo de cometer errores . Si además se parte de una perspectiva general cerrada pero con fisuras y se no se conoce a fondo las cuestiones la falibilidad está servida . En lo relativo a las vacunas hay que tener presente primero los importantes intereses económicos por parte de la industria farmacéutica , que se ha demostrado sin escrúpulos a la hora de introducir fármacos inoperantes o con efectos dañinos o a sobrecostes injustificados . En segunda instancia hay que tener presente las dificultades de obtener datos concluyentes de los estudios epidemiológicos y la facilidad que hay en estos de camuflar variables o verse afectados por elementos contaminantes . Sí tenemos constancia fisiológica de la capacidad del timerosol para causar daños neurológicos graves y hay un porcentaje significativo de reportes de padres que han encontrado los primeros síntomas de autismo en sus hijos a raíz de la puesta de vacunas . No me extenderé en lo referente al reiki , que se basa en los chakras y proviene de experiencias y percepciones personales y sí que tiene algunos estudios científicos que hablan de mejora en algunas variables relacionadas con el sistema inmunológico fundamentalmente . Digamos que la ciencia es un método de duda que construye conocimiento poco a poco y con prudencia y en manos de personas carentes de base epistemológica y conocimientos concretos se convierte en un fundamentalismo .
Pablo
Es decir, ¿que en tu opinión el reiki es bien y Wakefield tenía razón? Los artículos científicos (¿científicos?) que dan fundamento al reiki, ¿quién los ha hecho? ¿Quién los subvenciona?
La desinformación, en estos tiempo modernos, corre como la pólvora.
Hardrada
No podia faltar en los comentarios el charlatan. Todo es relativo, todo es susceptible de fraude ¿todo? no, espera todo no, el reiki de ineficacia demostrada no es un fraude. Las vacunas de eficacia demostrada si lo son, claro, como no, las fabrican otros que no soy yo y se llevan el dinero otros que no son yo. Las farmaceuticas son muy malas porque viven de sus productos, pero los fabricantes de homeopatia, señores que hacen reiki etc etc viven de hacer la fotosintesis, porque lo hacen todo gratis.
Que mania de mezclar churras con merinas. Las farmaceuticas son malas porque quieren vender mas y venden cosas ineficaces muchas veces. Bien, es cierto ¿y que? es menos cierto por ello que venden cosas que si funcionan? Le molesta que le vendan cosas que no funcionan? Si es tan listo porque compra cosas que no funcionan? Bueno defiende la eficacia del reiki y no funciona. La homeopatia tampoco y seguramente tambien la tenga usted en alta estima. Los efectos secundarios dañinos de los farmacos vienen en la caja, usted valora el riesgo. Otras «medicinas» alternativas no advierten que no curan y eso tiene efectos muy dañinos (que se lo digan a Steve jobs).
Padres que detectan el autismo a raiz de vacunas? Permitame una ligera carcajada teniendo en que a los propios profesionales les cuesta diagnosticarlo. En cualquier caso asumiendo que eso fuera asi, correlacion no implica causalidad. Si en lugar de basarse en «experiencias y percepciones personales» se basara en la razon no le costaria entender este hecho.
Albert
churruflisquis, cuando dices: «…Sí tenemos constancia fisiológica de la capacidad del timerosol para causar daños neurológicos graves…» MIENTES.
http://elefectorayleigh.wordpress.com/2014/02/01/timerosal-y-autismo-la-gran-estafa/
Y después dices «…referente al reiki , que se basa en los chakras….» LOS CHAKRAS SON TAN REALES COMO EL RATONCITO PÉREZ
Tati
Que se basa en los chakras que NADIE ha podido demostrar que existen, quieres decir, no?
Es un poco sospechoso que, en un mundo en el que se ha alcanzado el nivel de estudiar la mecánica cuántica, nadie haya podido probar que existen los chakras.
Jorge Bravo
Este personaje al inicio, da la impresión de que sabe algo, pero conforme avanzan sus líneas, van aumentando las salvajadas, y termina por mostrar que las habilidades del pensamiento crítico brillan por su ausencia.
Hardrada
Eh, no te pases! Que la existencia del ratoncito perez ha sido demostrada mediante «experiencias y percepciones personales» XD
Rosanna
Con el tema de las vacunas asociadas o no con las afecciones del trastorno de espectro autista, es que muchos padres han visto como poco un niño común y corriente, después de darles las vacunas, presentaba un deterioro de funciones adquiridas. Como no hay una explicación científica acerca de las razones del trastorno, qué pasó con el desarrollo del cerebro y porqué se altera, los padres lo vinculan naturalmente, porque necesitamos una explicación de porqué nuestro hijo tan querido tiene un deterioro tan importante. Creo que la investigación estaba en un debe importante en eso, y el doctor lo aprovechó para su investigación. Se rebate su hipótesis, pero hay pocas o casi nulas alternativas de explicación.
Miguel Espinosa
Eso que comentas es una observación sesgada, puesto que el espectro autista se desarrolla entre los 1 y 3 años de vida, después de que ya se han aplicado la mayoría de las vacunas.
Yo fui vacunado desde bebé, ¿acaso me ves autista? Si hubiera una relación entre la aplicación de vacunas y las incidencias del trastorno de espectro autista, ¿no debería haber cientos de millones de personas autistas desde hace más de 100 años de aplicarse vacunas? No, espérate, ¡ya se! vas a mezclar antivacunismo con conspiranoia y quimiofobia… ¿en serio?
Las Facturas de la Mentira | maribelrodriguezfern
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churruflisquis
Los chakras que parten de un saber tradicional son constatados por percepciones subjetivas en un número significativo de personas con estas percepciones afinadas . Técnicas mentales como la meditación y la propia experiencia del reiki facilitan la toma de conciencia del carácter bioenergético del organismo . Aunque algunos no consideran el cuerpo como una herramienta válida y necesitarán que la ciencia detecte defina y mida esas bioenergías y sus canales . No son estudios de gran rango científico ni que constaten grandes mejoras pero los estudios de ricardo monezi apuntan en la dirección de mejoras en el sistema inmunológico independientes de un posible efecto placebo . Por otro lado : el que niegue que el timerosal es un potente veneno MIENTE . http://www.bibliotecapleyades.net/salud/esp_salud33w.htm .
Miguel Espinosa
Todas las sustancias son venenos en potencia. Hasta la natural y saludable agua. ¿No me crees? intenta beber 9 litros y luego hablamos… si es que todavía tienes pulso. Cuando hablamos de venenos, hablamos de dosis letales. Hay sustancias que con unos cuantos miligramos causan la muerte, mientras que con otras se requieren litros o kilogramos.
Como tú dices «Los chakras que parten de un saber tradicional son constatados por percepciones subjetivas…» Viene a ser lo mismo que afirmar que si tienes la percepción subjetiva de que tu novia te engaña (celos), entonces es verdad que tu novia te engaña. Y no importa que pongas cámaras de vigilancia, que contrates investigadores privados que te informen de sus actividades, y que en dichas actividades no aparezca con ningún otro hombre en actitud amorosa; como tienes la percepción subjetiva de que tu novia te engaña, entonces es verdad.
Argumentarás que la muy malvada sobornó a los investigadores (o se acostó con ellos) para que en sus informes no aparecieran sus infidelidades, argumentarás que ella ha alterado los vídeos (como que las sombras no concuerdan con la luz) «de algún modo», sin importar que los has estado vigilando personalmente. Como ya decidiste que el engaño existe, entonces existe, sin importar la falta de pruebas que lo constaten.
Las Facturas de la Mentira | A tiempo completo
[…] noticia original […]
maitecicleta
Me atrevo a ofrecerte una mejor traducción para «broma práctica»: gamberrada.
Gracias por tu trabajo difundiendo el pensamiento crítico . Saludos.