La mitología griega, y por extensión también la romana, siempre ha sido muy atractiva para la gente de otras culturas o de otros tiempos, como es nuestro caso, y prueba de ellos son lo fascinantes que siempre nos resultan los libros, las películas o las obras de teatro basadas en las aventuras y quehaceres de personajes clásicos que se ven envueltos en los caprichos de los dioses del Olimpo. Algunos ejemplos son los clásicos de la literatura como la Eneida o la Odisea, y los clásicos del cine como Furia de titanes o sus versiones más modernas, y otras adaptaciones como las recientes Hércules o Inmortales.
La nomenclatura binomial de los seres vivos, propuesta por Carl Von Linneo, da unas claves más o menos sencillas para poder organizar y clasificar la enorme diversidad de nuestro planeta, y a día de hoy seguimos usándola de la misma manera que en sus orígenes, para darle un nombre universal a cada ser, por pequeño o grande que sea. Muchos científicos han encontrado en la nomenclatura un campo fértil para dar rienda suelta a sus instintos creativos y nombrar a las nuevas especies encontradas con nombres de lo más original o llamativo. De esta manera, no faltan entre los nombres más o menos descriptivos, nombres científicos en homenaje a cantantes o actores, o a personajes ficticios; y como no podía ser de otra manera, nombres científicos asociados con los dioses olímpicos de la mitología griega.
Y este punto de confluencia entre la mitología y la taxonomía es el que nos va a servir de guía para hacer un recorrido por algunos de los seres vivos que llevan nombres relacionados con los dioses que la gente adoraba en la antigua Grecia.
El Padre de los dioses del Olimpo era Zeus, el dios del trueno y del cielo. Su equivalente romano era Júpiter, y en el reino animal encontramos varios representantes de distintas especies que lo llevan en su nombre, y entre ellos destacan el llamado vulgarmente Pez de San Pedro, Zeus faber, la rana Eleutherodactylus zeus, el lagarto Norops zeus y la almeja Austrocochlea zeus.
En el primer caso, el pez Zeus faber, es el único de los escogidos que lleva el nombre del padre de los dioses en el nombre genérico y curiosamente su nombre vulgar también hace referencia a otro personaje de la mitología religiosa, aunque en este caso cristiana, como es el santo San Pedro. El género Zeus está representado por dos especies: la ya mencionada Zeus faber y Zeus capensis. Existen varias historias que justifican la nomenclatura de este pez, tanto en vulgar como en científico, y una de las más extendidas es la leyenda que dice que la marca negra que tiene en el costado es la huella dactilar de San Pedro o la del propio Zeus.
La rana, el lagarto y la almeja llevan la referencia a Zeus en el nombre específico, y no hay ninguna explicación específica al porqué de dichos nombres en estos animales, pero no deja de ser curioso que Zeus aparezca en grupos tan diversos como reptiles, anfibios, peces y moluscos, de la misma manera que el antiguo dios gustaba de transformarse en distintos animales durante sus devaneos amorosos en la Tierra.
La esposa y a la vez hermana de Zeus en el Olimpo era Hera, que por ello era conocida como la Reina de los dioses. Destacaba especialmente por sus celos contra las amantes mortales de su esposo, así como contra su descendencia bastarda. Su equivalente romana era Juno. En el reino animal nos encontramos a un pez y varias mariposas que llevan el nombre de la diosa en su epíteto.
El pez Aphyosemion hera es un pequeño cipronodontiforme africano descubierto en 1998 y que presenta una coloración muy diversa y llamativa; Pyropteron hera es una pequeña polilla de alas transparentes, mientras que Hemileuca hera tiene una coloración blanca, negra y anaranjada muy llamativas y Paravitrea hera es un pequeño caracol que también homenajea a la diosa. La relación entre la diosa y los animales no queda en estos homenajes en los nombres, y por ejemplo en el conocido Mito de Argos, es la propia Hera, la encargada de colocar los ojos del monstruo guardián Argos en la cola de los pavos reales, Pavo cristatus, lo que explicaría mitológicamente el origen de los muchos ocelos en las plumas de la cola de estas magníficas aves. La presencia de ocelos y la coloración llamativa de alguna de las especies mencionadas anteriormente, junto con la relación entre la diosa y los pavos reales, podrían ser el origen de que algunos autores decidieran usar el nombre de Hera en los nombres científicos de dichos animales.
Poseidón era el dios del mar, y, como tal, tenía el control de todas las criaturas marinas, además de la capacidad de crear islas, o de destruirlas con inmensos maremotos y enormes olas. En la mitología romana era conocido como Neptuno. Como no podía ser de otra manera, son criaturas marinas las que ostentan el honor de llevar a Poseidón en sus nombres, y la primera de ellas y, quizás la más conocida, es la Posidonia oceanica, una planta acuática, endémica del mar Mediterráneo, que forma extensas praderas en los fondos de este mar, aunque desgraciadamente está en regresión en la actualidad. Otras dos especies con este nombre en su género son dos pequeños gusanos nemertinos, Poseidon ruber y Poseidon viridis, cuyos epítetos hacen referencia respectivamente a los colores rojo y verde.
El dios de la guerra griego era Ares; representaba la violencia, el tumulto, la brutalidad, la destrucción y era conocido por ser un dios bastante sanguinario y que actuaba por impulsos, cambiando incluso de bando de forma aleatoria. En roma era conocido como el dios Marte y en el reino animal hay varios representantes en distintos tipos de insectos en honor a Ares, como son la mariposa Emesis ares y Semonina ares, la polilla Barbasphecia ares, el heteróptero Anisops ares, y los coleópteros Copris ares y Lethrus ares.
Palas Atenea representa todo lo contrario que Ares, la civilización, la sabiduría, las artes y la estrategia, a pesar de ser también una diosa de la guerra. De hecho era prácticamente imbatible, y ni el mismo Ares podía vencerla en batalla. En la mitología romana era Minerva y uno de sus símbolos más reconocibles es la lechuza o ave de Atenea, que ha servido para asignar el nombre científico a todo un género de rapaces nocturnas, en el que se encuentran algunas de las más populares estrigiformes: los mochuelos. El género Athene, reúne ejemplares tan conocidos como el mochuelo común, Athene noctua, el mochuelo de madriguera Athene cunicularia o el mochuelo de Blewitt, Athene blewitti. También una especie de mariposa ninfálida comparte epíteto, la Melitaea athene, y lo mismo ocurre con la cigarra Typhlocyba athene.
El mensajero de los dioses olímpicos era Hermes, aunque también lo era de las fronteras, de los viajeros, de los ladrones, de los mentirosos, de los oradores, de los pastores y del comercio. En sus representaciones más frecuentes suele llevar un sombrero de ala ancha, o uno más pequeño con alas, aunque más habitual aún es verlo representado con dos pequeñas alitas en cada uno de sus pies o sandalias. En cualquier caso esta presencia de alas ha hecho que algunos insectos alados reciban el epíteto en honor a Hermes en su nombre científico. Entre ellos nos encontramos a Cissia hermes y a Lycaena hermes, ambas especies de mariposa; y Phanaeus hermes, un precioso coleóptero de hermosos colores metalizados.
Una de las diosas griegas más conocidas y representadas ha sido Afrodita, la equivalente de la Venus romana y diosa del amor, de la sexualidad, de la lujuria y de la belleza, surgida de la espuma del mar, y que aparece en el nombre de una flor perteneciente al grupo de las orquídeas, donde se encuentran algunos de los ejemplares de flores más llamativos del reino Plantas. La especie en particular es Phalaenopsis aphrodite, una orquídea blanca de gran belleza, originaria del sudoeste asiático. También está en algunos animales como la Speyeria aphrodite, una bonita mariposa norteamericana; o el Chaetodon aphrodite, conocido también como pez mariposa negro; o la Aphrodita aculeata, un anélido poliqueto llamado vulgarmente ratón de mar, con una belleza muy distinta a la de los seres nombrados anteriormente. En realidad, el género Aphrodita comprende catorce especies distintas de ratones de mar.
El dios del inframundo, Hades, hermano de Zeus, y bautizado como Plutón por los romanos, también cuenta con ciertos homenajes en algunos seres vivos, como son las polillas del género Hades, como Hades noctula, de color pardo oscuro, con dos manchas rojas en las alas. En este género nos encontramos también con un par de especies con doble referencia a la mitología griega: Hades hecate y Hades hecamede, ya que Hécate era la diosa de las tierras salvajes y de los partos y Hecamede un personaje de la Ilíada. Otras polillas de coloración parecida, aunque forma corporal distinta, llevan al rey del inframundo en su nombre específico, como es el caso de Elysius hades. Existe también un género de polillas diurnas que lleva el nombre de Hadesina.
Apolo, el dios identificado con el Sol, jefe de las musas y dios de la música y de la poesía, también tiene sus seres asociados, como la mariposa Parnasius apollo, de llamativa coloración blanca, que podemos encontrar ampliamente distribuida por la Península ibérica, destacando las poblaciones de Sierra Nevada, con diferencias en la coloración de sus ocelos con respecto a otras poblaciones. Otra especie de mariposa es Stamnodes apollo. Pero aún hay más: Phyllopetalia apollo es un tipo de libélula endémica de Chile, mientras que Leporinus apollo es una especie de pez argentino. Otros son, un insecto himenóptero llamado Heterospilus apollo; un plecóptero de nombre Nemoura apollo; la chinche Ugyops apollo; yuna araña cuyo nombre es Oxyopes apollo. Todos ellos son solo algunos de los muchos animales que llevan a este dios griego en su epíteto.
Artemisa era la hermana melliza de Apolo y fue una de las diosas más veneradas, siendo la diosa de la caza y de los animales, por lo que convenientemente vamos a terminar con ella. Pero paradójicamente, el primer ser vivo que vamos a observar que hace honor a Artemisa, no es precisamente un animal, sino una planta. El género Artemisia comprende casi 1500 especies de arbustos de la familia de las compuestas, con propiedades medicinales y cuya especie tipo es la Artemisia vulgaris, que fue descrita originalmente por Linneo. En el reino animal el áfido Arthemisaphis artemisicola hace un doble homenaje llevando la referencia a la diosa tanto en el nombre genérico como en el específico.
Algunos dioses menores como Deméter, Dionisio, Hefestos o Hestia también tienen su pequeña representación en la enorme biodiversidad de nuestro planeta. Munidopsis demeter es un cangrejo, Pheidole demeter es una especie de hormiga, Gynacantha demeter una libélula, Megachile demeter es una abeja y Heterospilus demeter es otro himenóptero del mismo género ya mencionado en el dios Apolo; Adicellas dionisos es un insecto tricóptero; Hestia longifolia es una planta arácea; Barbasphecia hephaistos es un himenóptero y Chaetorellia hestia es una especie de mosca.
En resumen, hemos podido ver multitud de homenajes a la mitología griega en la nomenclatura binomial de muchos grupos de seres vivos, aunque la mayor parte de los mencionados pertenecen al reino animal y si concretamos más, al filo de los artrópodos. El tema de la clasificación y la taxonomía es complejo y cambiante, pero todavía lo es más cuando la persona que nombra a una especie recurre a su imaginación y utiliza a su artista, cantante o actor favorito para nombrarla, como decíamos al principio. En este sentido el usar nombres de dioses griegos tiene la misma poca lógica, a no ser que la descripción del organismo coincida con alguna de las características de la deidad, pero hay que reconocer que queda mucho más elegante un nombre como Hades hecate, que otros como Aptostichus angelinajolieae.
Este post ha sido realizado por Carlos Lobato (@Biogeocarlos) y es una colaboración de Naukas con la Cátedra de Cultura Científica de la UPV/EHU.
Manolo Elmas
Hace ya un tiempo, y como aficionado a las aves rapaces carroñeras, estuve investigando sobre el origen del nombre latino de los buitres españoles, y me encontré con una curiosa historia que no he podido volver a localizar. Trataba de algún tipo de dios a cuyos hijos llamó Neophron y Aegypio y que convirtió en buitres por su mal comportamiento (o algo similar, ya digo que fué hace mucho tiempo y no lo recuerdo con claridad). De ahí venía el nombre de Aegypius Monachus para el Buitre negro y Neophron Percnopterus para el Alimoche. También aparecía en la historia un tal Gypaeto (del que vendría el Gypatus Barbatus, o sea, el Quebrantahuesos). Me encantaría poder recuperar esa historia ¿sabes si está disponible para su consulta en algun lugar de Internet?
Nomenclatura mitológico-biológica
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Ana Puente
Hola Carlos:
Estupendo artículo.
Te paso un nombre relacionado con la mitología vasca, Oxychilus basajauna, un pequeño caracol.
Y otro, Plentuisa vendia, mío, más bien relacionado con los romanos. Otro caracol.
Que sigas bien!
Santiago Recio
Estimado amigo:
he leído con mucho interés su artículo «nomenclatura mitológico-biológica».
Querría ampliar su línea de trabajo con referencias a otros animales y plantas, con la intención de relacionar personajes metarmofoseados en tales seres, según Ovidio en su conocida obra, con los que figuren en la nomenclatura binomial.
Mi pregunta es: ¿dónde encuentro el material o listado científico para relacionar con rapidez a Procne con la golondrina o a Tereo con la abubilla? La cuestión léxica o etimológica resulta esencial.
Le agradezco por anticipado su rápida respuesta y felicito de nuevo por su trabajo que me ha despertado dormidas sugerencias.
Cordiales saludos
Santiago Recio Muñiz
Oviedo
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Luis Fernando De Luna Meza
¡Maravilloso artículo! Me ha servido para elaborar material didáctico para un curso de biología a nivel secundaria. Muchas gracias por compartir conocimiento.