Los enigmas que nos cantan desde el fondo del océano

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La ballena más solitaria del mundo Fuente: 52thesearch.com

Mientras lees este artículo, en algún lugar del Pacífico Norte, una ballena vaga solitaria por sus aguas. Se la conoce como la ballena de los 52 hercios porque es esa la frecuencia en la que emite su canto, una frecuencia mucho más alta que las otras ballenas (la ballena azul canta a entre 10 y 39 hercios, y la ballena de aleta a 20). Se la detectó por primera vez a finales de los años 80 y desde entonces se la ha captado en distintos puntos del océano. Siempre ella, y siempre sola. Parece que nadie oye ni responde a su canto (puedes escucharlo aquí), y por eso se la conoce como la ballena más solitaria del mundo.

Para un oyente atento, el océano es un lugar de lo más interesantes. Señales humanas y animales cruzan las aguas enviando todo tipo de información a kilómetros de distancia. Solo hay que tener la habilidad (y las herramientas) para interpretarla.

Registro de los movimientos de la ‘ballena más solitaria del mundo’. Fuente: Woods Hole Oceanographic Institution

Claro que a veces eso no es suficiente. El canto de la melancólica ballena solitaria es misterioso por la particular situación del animal, dotado, al parecer, para su desgracia de un sistema vocal único en el mundo. Pero no fue especialmente difícil de interpretar para los científicos que lo captaron.

Otros sonidos fueron más complejos de desentrañar, y algunos no lo han sido todavía.

Upsweep, un barrido de origen desconocido

Cuando en agosto de 1991 el Laboratorio Ambiental Marino del Pacífico, perteneciente a la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica comenzó a grabar los sonidos marinos de la zona, uno de estos enigmas por resolver ya estaba allí. Lo llamaron Upsweep (literalmente «barrido arriba») y se trata de una serie de sonidos de barrido de varios segundos de duración que se repiten durante varios minutos y que son tan potentes que se han registrado de un lado al otro de ese océano (puedes oírlo aquí).

Upsweep. Fuente NOAA

No se sabe qué lo genera, aunque sí se saben otras cosas, como por ejemplo que alcanzó su máxima intensidad en 2004 y que desde entonces se ha ido atenuando aunque sigue siendo claramente audible. También que se escucha mejor en primavera y en otoño, aunque esto podría deberse tanto a la naturaleza de su fuente como a que el sonido viaje mejor con las condiciones ambientales de esas estaciones.

También se han descartado algunas posibilidades. El sonido es bastante uniforme, lo que en principio significaría que no proviene de una fuente animal, como las ballenas, ni de la actividad volcánica, que suele ser cíclica. Sin embargo, según una teoría, aun sin probar, quizá sea un tipo concreto de actividad volcánica submarina constante o con variaciones muy tenues a lo largo del tiempo la responsable del Upsweep.

Otra hipótesis es que el sonido esté causado por el propio movimiento del agua y el rozamiento del viento contra su superficie. Hasta que alguna de esta hipótesis sea descartada o confirmada, la naturaleza de este sonido sigue siendo un enigma.

¿Es un calamar? ¿Una ballena gigante?

Para otros sonidos misteriosos ya creemos tener una respuesta. Uno de ellos es el Bloop (puedes escucharlo aquí). Captado en 1997 en las costas de Chile al reparar los micrófonos submarinos instalados durante la Guerra Fría, se trata de un sonido muy potente que desciende lentamente hasta una frecuencia casi subsónica durante unos 7 minutos y con un volumen tan fuerte que fue captado por tres sensores diferentes distanciados entre sí por miles de kilómetros.

Bloop. Fuente: NOAA

Gracias a la información disponible se consiguió situar el origen de este sonido: un punto distante en el sur del Océano Pacífico, al oeste del extremo sur de América del Sur frente a las costas de Chile.

En cuanto a su causa, se ha especulado con que pudiese ser un animal de gran tamaño, quizá un calamar gigante o una ballena de una especie desconocida mayor que todas las conocidas hasta ahora, aunque las dos posibilidades han sido descartadas. Por un lado, porque los cefalópodos carecen de sistemas que les permitan emitir sonidos, y por otro, porque las ballenas, como mamíferos que son, están obligadas a subir a la superficie en búsqueda de oxígeno, así que se habrían producido avistaciones en algún momento.

Ahora se considera que las características del Bloop coinciden con los sonidos que se producen cuando grandes icebergs se desgajan, produciendo auténticos terremotos, y raspan con su duro hielo contra el fondo marino.

Referencias:

Song of the Sea, a Cappella and Unanswered – The New York Times

Icequakes (Bloop) – NOAA

Upsweep – NOAA

Sobre la autora: Rocío Pérez Benavente (@galatea128) es periodista

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