La contribución global de los ríos intermitentes al ciclo del carbono

Investigación UPV/EHU

Un trabajo de investigación en el que ha participado Daniel von Schiller del Departamento de Biología Vegetal y Ecología de la UPV/EHU ha estudiado por primera vez cómo afectan los ríos intermitentes a las emisiones fluviales de CO2 a nivel global. Los resultados se han publicado en Nature Geoscience.

Cauce seco del río Guadalmedina a su paso por Málaga. Imagen: Juan Martín Martín

En los últimos años, varios estudios han demostrado que los ríos tienen una contribución importante en las emisiones de CO2. Este trabajo se ha centrado en los ríos intermitentes, ya que hasta ahora no se ha profundizado en su estudio. Tal como explica von Schiller, “aunque son mucho menos estudiados que los ríos permanentes, podrían representar la mitad de la red fluvial del mundo, y en respuesta al cambio climático y las crecientes demandas de agua, podrían llegar a dominar el paisaje en algunas regiones”.

Cuando un río deja de fluir, la hojarasca terrestre, en su mayoría hojas y madera de la zona adyacente, cae y se acumula en los lechos de los ríos secos. El tipo y cantidad de hojarasca varía dependiendo del clima, la vegetación, el ancho del cauce del río, la duración del período seco y el régimen de flujo del río. En este trabajo, “hemos analizado la hojarasca depositada a lo largo de los lechos secos de 212 ríos distribuidos por todo el mundo y hemos medido la respiración, traducida a emisiones de CO2, cuando el agua vuelve a fluir en esos ríos, y en consecuencia se rehumedece toda la hojarasca”, explica el investigador de la UPV/EHU. “Ese momento de rehumedecimiento es un momento caliente en el cual se reactivan muchos de los mecanismos biológicos que estaban latentes en el río. El agua reactiva las comunidades biológicas, sobre todo las bacterias pero también los hongos, que como llevan un tiempo en la fase latente, se reactivan de forma muy acelerada y empiezan a respirar con tasas muy elevadas. Por eso se llama un momento caliente. Es un momento de actividad desproporcionada, de gran actividad biológica”, continua.

“Hemos medido la respiración, que se puede traducir a CO2, simulando un rehumedecimiento en el laboratorio DYNAM de IRSTEA (Francia), ya que hacerlo in situ resulta muy complicado porque es difícil saber cuándo vuelve el agua a un río intermitente”, apunta Daniel von Schiller. “Las altas tasas de respiración medidas reflejan la reactivación de las comunidades microbianas, que a su vez liberan cantidades sustanciales de CO2 a la atmosfera”, afirma el investigador.

“Los resultados obtenidos indican, que las estimaciones de las emisiones diarias de CO2 podrían aumentar entre un 7 y un 152 % si se sumaran los datos de emisiones de los ríos intermitentes a los datos ya existentes de ríos permanentes”, detalla von Schiller. Y por otro lado, “hemos observado que el pulso de emisión de CO2 que se produce en un solo momento de rehumedecimiento podría contribuir hasta un 10 % de ese incremento”.

Referencia:

Datry T, Foulquier A, Corti R, von Schiller D, Tockner k et al. (2018) A global analysis of terrestrial plant litter dynamics in non-perennial waterways Nature Geoscience doi: 10.1038/s41561-018-0134-4

Edición realizada por César Tomé López a partir de materiales suministrados por UPV/EHU Komunikazioa

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