La investigación en matemáticas evoluciona como las estaciones del año

Matemoción

La gran aventura del conocimiento. Un paseo con las matemáticas en cuatro estaciones (Editorial Planeta Chilena S.A., 2023) es el título de una original propuesta divulgativa de las matemáticas Leslie Jiménez Palma y Constanza Rojas-Molina.

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Fuente: Editorial Planeta Chilena S.A.

El libro se estructura en cuatro capítulos que corresponden a las cuatro estaciones del año en el hemisferio sur; cada capítulo se divide en tres secciones que corresponden a los meses de la estación protagonista, y cada una de esas secciones en otros cuatro apartados.

Cada estación del año simboliza un momento del proceso creativo en la investigación matemática: descubrimiento de un problema matemático (otoño), pensamiento profundo para comprender las “dobleces” del problema (invierno), colaboración y puesta en común de ideas (primavera) y final del proceso con la solución (o la falta de ella) del problema planteado (verano).

Del otoño al verano (australes)

El libro comienza en otoño, “Es un momento de reflexión y descubrimiento, es el momento de mirar un problema con ojos matemáticos […] Es también el momento donde nos hacemos preguntas, donde tratamos de responderlas […]”, dicen las autoras. Y recorren los meses otoñales, desde marzo a mayo, dando algunas claves sobre la relación entre las matemáticas y el arte, hablando del papel de las matemáticas en la comprensión de nuestro entorno por medio del modelamiento y, finalmente, revindicando a algunas matemáticas chilenas que “crearon comunidad y redefinieron el quehacer matemático con sus aportes”: Guacolda Antoine, Irene Mikenberg, Salomé Martínez y el colectivo de mujeres matemáticas en Chile.

Tras el otoño llega el invierno, la época en la que la meteorología nos trae frío, los días son más cortos, y no apetece salir a la calle como en otros momentos del año. Para Leslie y Constanza, “Es un momento de pensamiento profundo con el que buscamos revelar los secretos que esconde nuestro problema matemático y donde buscamos desencriptarlo […] para luego poder solucionarlo usando las reglas matemáticas”. En la sección correspondiente al mes de junio las autoras nos invitan a conocer mejor las matemáticas de los códigos secretos; julio está dedicado a los fractales de Sierpinski, de Mandelbrot, de Koch y en la naturaleza, es decir, a las replicaciones infinitas; y agosto se centra en las matemáticas y el lenguaje, desde los símbolos a las metáforas, pasando por la programación.

Para Constanza y Leslie, la primavera “es el momento donde salimos de nuestros pensamientos solitarios a buscar la ayuda de nuestros nuevos colaboradores. […] el regreso de la luz y el calor nos hacen salir y conversar, comunicarnos y buscar ideas en común con otras disciplinas”. La física es el área a la que se dedica esta estación del año, una disciplina profundamente conectada con las matemáticas. En septiembre y octubre se pasa del suelo al cielo a través de la física y las matemáticas: los movimientos sísmicos, las leyes de Newton, la mecánica celeste o el espacio-tiempo son algunos de los temas elegidos. Noviembre se dedica a la matemática Emmy Noether, cuyo trabajo ayudó a entender la conexión fundamental entre la simetría en física y las leyes de conservación.

El libro finaliza festejando el verano austral, para las autoras “el momento en el que hemos logrado describir matemáticamente nuestro problema, lo hemos investigado y llegamos a un resultado”. El mes de diciembre se centra en algunos ejemplos de cómo la biología es una disciplina que, en nuestros días, avanza en parte gracias a la utilización de variadas técnicas matemáticas. La sección dedicada al mes de enero repasa algunos de los grandes problemas matemáticos, con un especial recuerdo a la segunda mujer que ha obtenido una medalla Fields (tras la matemática iraní Maryam Mirzakhani (1977-2017): Maryna Viazovska. Finalmente, el mes de febrero introduce algunos desafíos relacionados con la sociedad: la igualdad de género, la diversidad, la educación matemática y la comunicación de las matemáticas para públicos diversos.

Las autoras y el formato del libro

Las autoras, Leslie Jiménez Palma y Constanza Rojas-Molina, son matemáticas chilenas. Las dos son profesoras, investigadoras, divulgadoras y están profundamente preocupadas por la situación de las mujeres en el entorno matemático, en particular en Chile.

Leslie Jiménez Palma trabaja en la Universidad de Chile y, además de su docencia y su investigación, se dedica a la comunicación de las matemáticas.

Constanza Rojas-Molina es matemática e ilustradora; trabaja en la CY Cergy Paris Université. En este Cuaderno de Cultura Científica ya conocíamos su faceta artística al haber ilustrado la sección Historias que cuentan a cargo de Alberto Mercado Saucedo. Y también conocíamos su precioso proyecto #Noethember dedicado a la genial matemática Emmy Noether. Este libro también se nutre de sus ilustraciones en forma de sketchnotes, notas visuales usadas como herramienta para resumir los contenidos del texto.

La gran aventura del conocimiento es una propuesta singular, estimulante y atractiva para entender cómo trabajan las personas que hacen investigación en matemáticas y para conocer algunos hermosos resultados matemáticos y a sus protagonistas. Es una joya.

Referencias

Sobre la autora: Marta Macho Stadler es profesora de Topología en el Departamento de Matemáticas de la UPV/EHU, y colaboradora asidua en ZTFNews, el blog de la Facultad de Ciencia y Tecnología de esta universidad

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