Esperar el autobús en un frigorífico

Experientia docet

Un equipo de investigación de la Escuela Superior de Ingenieros de la Universidad de Sevilla ha diseñado una parada de autobús bioclimática que reduce hasta 20 grados la temperatura de su entorno. Esta marquesina ‘inteligente’ detecta cuándo hay un usuario esperando y activa su sistema de acondicionamiento térmico (parecido al de un frigorífico), que rebaja el calor extremo del verano para que las personas que alberga se encuentren más cómodas y seguras. Las investigadoras confirman que el primer prototipo se instalará en Sevilla el próximo año.

Un diseño o arquitectura bioclimática es aquella que, por un lado, aprovecha las condiciones ambientales y elementos naturales para lograr que se integre de forma armoniosa con el entorno. Por otro lado, posee un ambiente interior confortable, que requiere un menor consumo energético. La marquesina que proponen las investigadoras está basada en este principio y funciona mediante radiación térmica, esto es, una forma de transferencia de calor o frío que ocurre cuando un objeto emite ondas electromagnéticas debido a su temperatura. “No es como un aire acondicionado, que produce aire frío; sino que la propia estructura de la parada de autobús emite frescor, como ocurre con los frigoríficos”, explica el investigador de la Universidad de Sevilla José Sánchez.

En el artículo que recoge los resultados, las científicas explican que la marquesina está compuesta por tres partes. En primer lugar, un tanque subterráneo donde se almacena agua depurada. Este elemento está conectado a la marquesina, o sea, la estructura de la parada de autobús, mediante tubos que recorren su interior y hasta el techo, lugar donde hay instalados sensores y placas solares. “A pesar de que consta de más elementos, su producción es más económica que las paradas de autobús comunes”, añade José Sánchez.

Marquesina ‘inteligente’

La marquesina posee un sistema de autosuficiencia que produce electricidad y agua fría, además de una serie de sensores que perciben la temperatura exterior, la presencia humana y el clima del entorno, de modo que ‘toma decisiones’ de forma autónoma. Por ejemplo, detendría su funcionamiento en caso de que bajaran las temperaturas.

Las investigadoras explican que, por la noche, el agua del tanque asciende hacia las placas solares, se enfría y retorna al tanque subterráneo, donde se almacena y mantiene el frescor. Cuando la parada detecta mediante sus sensores la presencia de una o varias personas, activa su sistema de enfriamiento y el agua recorre el interior de la estructura, expulsando el frío por el metal de la marquesina mediante unos poros muy pequeños, del tamaño aproximado de un garbanzo. Durante el día, los paneles fotovoltaicos acumulan la energía que impulsa el agua y el enfriamiento tiene una duración de 10 a 20 minutos, periodo máximo que un usuario suele esperar el autobús.

Según comentan las investigadoras, se trata de un espacio desarrollado por arquitectas e ingenieras, de modo que integra el diseño exterior de las paradas comunes y las funcionalidades automáticas e ‘inteligentes’. El prototipo está ideado como un refugio climático, de modo que ejercería su función de enfriamiento durante las horas más calurosas del verano en el sur, de 13:00 a 19:00 horas. “Si la temperatura alcanza, por ejemplo, los 42 grados centígrados, la sensación térmica en el interior de la marquesina sería aproximadamente de 23”, señala José Sánchez.

Referencia:

MPaz Montero Gutiérrez, Teresa Palomo Amores, Rafael Monge Palma, MCarmen Guerrero Delgado, José Sánchez Ramos, Servando Álvarez Domíguez (2023) Thermal conditioning of short-term stays. Radiant solution in a bus stop in Seville Science Talks doi: 10.1016/j.sctalk.2023.100237.

Edición realizada por César Tomé López a partir de materiales suministrados por la Fundación Descubre

1 comentario

  • Avatar de Rafa

    Y no mas fácil y mejor poner las paradas de autobús bajo la sombra de un árbol y orientar apropiadamente las calles y las paradas en función de las latitudes y longitudes de las ciudades. Los españoles fuimos pioneros en eso, cuantas ciudades hemos creado en America con la figura del «oidor de vientos».
    Yo es que alucino de como se planifican algunas ciudades y servicios urbano, parece que el desarrollo urbanistico lo han Epi y Blas de Barrio Sesamo. Algunas personas cuando tienen responsabilidades publicas o no estan preparadas para tenerlas o apagan el cerebro y solo saben firmar papeles sin leer ni pensar. Esto es otro invento mas, para gastar dinero publico en cosas, que si pensamos un poco, no nos harían falta..

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