Herta Taussig Freitag: «Quiero convertirme en una buena profesora de matemáticas»

Matemoción

Por fin he encontrado una materia en la que no necesito memorizar, sino que puedo pensar por mí misma: las matemáticas. (1921).

Quiero ser profesora de matemáticas. No sé si seré suficientemente buena (Poco tiempo más tarde).

No quiero ser simplemente profesora de matemáticas. Quiero convertirme en una buena profesora de matemáticas. (Seis años más tarde).

Diario de Herta Taussig

Herta
Herta Taussig Freitag. Fuente: Hollins Digital Commons.

Herta Taussig nació el 6 de diciembre de 1908 en Viena, Austria. Era hija de Paula Caroline Sara Taussig y Josef Heinrich Israel Taussig. Herta tenía un hermano mayor, Walter Adolf Taussig, nacido también en 1908, el 9 de febrero. La pasión de Walter era la música; se dedicó a ella profesionalmente llegando a ser director de varias orquestas, al principio en Europa y posteriormente en Canadá y Estados Unidos.

Persiguiendo su sueño de convertirse en profesora de matemáticas (que plasmó en varias ocasiones en su diario), Herta ingresó en la Universidad de Viena con la intención de recibir formación para dedicarse después a la docencia en un gymnasium (centro de enseñanza secundaria).

Recibió el título de Magister Rerum Naturalium en matemáticas y física en la Universidad de Viena en 1934. Allí se cruzó con Kurt Gödel (1906-1978), quien había defendido su tesis en 1930 y trabajaba como Privatdozent desde 1933.

Taussig consiguió enseñar en la Universidad de Viena como Gymnasium Professor entre 1934 y 1938.

Huyendo a Reino Unido

Su vida cambió drásticamente a principios de marzo de 1938, cuando las tropas de la Alemania nazi invadieron Austria. Su padre era el editor del periódico Die Neue Frei Presse y había escrito varios artículos advirtiendo sobre los peligros del nazismo. Perdió su trabajo. Walter estaba de gira por Estados Unidos, allí no corría peligro. El resto de la familia se refugió en una casa de verano en las montañas intentando planificar sus desplazamientos posteriores para huir de la amenaza nazi.

Solicitaron refugio en Reino Unido. Pero este país no deseaba una inmigración a gran escala de profesionales que podían poner en peligro los empleos de los ciudadanos británicos. Aunque necesitaban empleadas domésticas, así que Herta solicitó uno de esos empleos para atender a dos mujeres mayores en Sussex. Unos meses más tarde, sus padres se pudieron reunir con ella. Herta pasó seis años en Inglaterra esperando poder emigrar con sus padres a Estados Unidos; trabajó como empleada doméstica, institutriz, camarera y finalmente como profesora de matemáticas. Su padre falleció en 1943. Herta y su madre obtuvieron finalmente un visado para entrar en Estados Unidos; en abril de 1944 se reunieron finalmente con Walter.

Estados Unidos como destino final

Herta consiguió trabajo en el Greer School, una escuela privada en el norte del estado de Nueva York. Allí enseño entre 1944 y 1948 y conoció al profesor de matemáticas Arthur Henry Freitag (1898-1978) con quien se casó en 1950.

En 1948 Herta comenzó a enseñar en una universidad privada para mujeres, el Hollins College en Roanoke, Virginia. Consiguió crear un Departamento de Matemáticas, alternando la docencia en el centro con su trabajo preparando su tesis doctoral en la Universidad de Columbia. Allí estuvo particularmente influenciada por los matemáticos Edward Kasner (1878-1956) y Howard Eves (1911-2004). Defendió su tesis doctoral en 1953 con la memoria titulada The Use of the History of Mathematics in its Teaching and Learning on the Secondary Level (El uso de la historia de las matemáticas en su enseñanza y aprendizaje en secundaria).

Junto a su marido, Arthur Freitag, escribió varios artículos conjuntos y la monografía The Number Story (National Council of Teachers of Mathematics, 1960).

Herta se jubiló anticipadamente en 1971 para cuidar de Arthur que había caído enfermo; él falleció siete años más tarde. Y, al quedarse sola, volvió a dar clases, a impartir conferencias en escuelas locales y a publicar numerosos artículos en revistas de educación matemática. De hecho, la mayor parte de su trabajo sobre los números de Fibonacci lo realizó tras su jubilación.

Publicó más de treinta artículos en Fibonacci Quarterly a partir de 1985. Esta revista matemática le dedicó su número de noviembre de 1996, cuando Herta cumplía 89 años, “en reconocimiento a sus años de destacado servicio y logros en la comunidad matemática a través de la excelencia en la enseñanza, la resolución de problemas, la docencia y la investigación”. La elección de la fecha no se decidió al azar: recordemos que 89 es el decimosegundo elemento de la sucesión de Fibonacci (0, 1, 1, 2, 3, 5, 8, 13, 21, 34, 55, 89, …).

Uno de sus colegas, recordando las palabras de Carl Friedrich Gauss (“Las matemáticas son la reina de las ciencias y la teoría de números es la reina de las matemáticas”), proclamó a Herta Freitag como la “reina de The Fibonacci Association”. Este “nombramiento” agradecía la constancia de esta matemática, que había presentado una ponencia en todas las conferencias internacionales de la Asociación desde la primera realizada en 1984, y había contribuido con numerosos artículos en la revista Fibonacci Quarterly.

Herta Taussig Freitag falleció el 25 de enero de 2000, tenía 91 años. Consiguió, sin duda, cumplir esos deseos que, de niña, anotó reiteradamente en su diario.

Referencias

Sobre la autora: Marta Macho Stadler es profesora de Topología en el Departamento de Matemáticas de la UPV/EHU, y colaboradora asidua en ZTFNews, el blog de la Facultad de Ciencia y Tecnología de esta universidad

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