La tectónica de placas de Venus

Planeta B

Venus es un planeta extraño para nuestros estándares: A pesar de tener un tamaño y una composición parecida a la Tierra, son dos mundos totalmente diferentes en casi todos los aspectos que podamos imaginar, desde su achicharrante atmósfera hasta su relieve, cuya geografía tampoco nos recuerda mucho a ningún paisaje terrestre, salvo raras excepciones.

Pero, ¿y la geología? ¿Podemos compararla? Claro, pero lo cierto es que hasta en este aspecto tenemos dificultades, ya que la escasez de misiones modernas y la dificultad que nos plantea el estudio de su superficie lo convierten en un planeta inhóspito hasta para la investigación, aunque afortunadamente, si todo va bien, en la próxima década podríamos tener una gran cantidad de datos fruto de las misiones espaciales, como DAVINCI, VERITAS o EnVision.

Lo que está claro es que si comparamos Venus, Marte y la Tierra -por situar los planetas interiores más similares- su camino evolutivo los ha llevado a ser lugares radicalmente diferentes. Desde el punto de vista geológico, una de las diferencias más marcadas es la total ausencia -al menos en la actualidad- de una tectónica de placas… ¿es acaso la Tierra un bicho raro entre los planetas?

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Venus observado por la sonda MESSENGER en junio de 2007 durante su travesía hacia Mercurio. Ni un atisbo de su superficie es visible debido a su opacidad atmosférica. Cortesía de NASA/Johns Hopkins University Applied Physics Laboratory/Carnegie Institution of Washington.

Hoy nuestro viaje para comprender mejor la geología de Venus va a comenzar en su atmósfera. Cuando pensamos en la atmósfera de cualquier cuerpo planetario, es importante tener en cuenta que estas tienen un vínculo esencial con el interior, ya que una gran parte de los gases que forman las atmósferas actuales proceden directamente de la degasificación que ocurre en las zonas volcánicas, conectando de este modo en interior del planeta y su exterior. Por norma general, sería muy difícil que un planeta tuviese atmósfera si de algún modo su superficie fuese “impermeable” y no dejase escapar los gases desde su interior. Obviamente hay excepciones, pero de eso igual hablamos en otro momento.

Y es aquí donde entra un nuevo estudio publicado en Nature Astronomy… ¿Podría estar relacionada la actual composición y presión atmosférica con la existencia de una tectónica de placas en el pasado? Como hemos mencionado más arriba, hoy día Venus carece de una tectónica de placas, estando su corteza formada por una gran placa, al igual que también ocurre en Marte.

Este tipo de régimen tectónico limita mucho la interacción entre el interior y el exterior del planeta, ya que, por ejemplo, no existen zonas de subducción en las cuales se introduzca materia hacia el interior, creando una serie de ciclos geológicos y geoquímicos de gran importancia y que, en la Tierra, entre otras cosas, permiten una regulación climática a gran escala y el ciclo de elementos -entre los distintos reservorios de nuestro planeta- esenciales para la vida. O lo que es lo mismo, sirve como un gran mecanismo regulador que hace nuestro planeta un lugar más habitable.

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Quizás lo que más nos recuerde de Venus a la Tierra en la actualidad sean sus morfologías volcánicas, como este pequeño volcán situado en Parga Chasma. Cortesía de NASA/JPL.

Que hoy Venus sea así no quiere decir que siempre haya funcionado de la misma manera. Y es que estos investigadores han realizado numerosas simulaciones de la atmósfera del planeta para saber el porqué hoy día es como es, llegando a la conclusión que para tener la abundancia de nitrógeno y dióxido de carbono que hoy día observamos, la única forma de lograrlo es si Venus tuvo una tectónica de placas entre hace 4500 y 3500 millones de años. No una tectónica de placas tan desarrollada como la que tenemos hoy en la Tierra, pero al menos sí una incipiente.

Este hecho podría indicarnos que Venus en esos primeros momentos fue un planeta muy similar a la Tierra y que probablemente ambos planetas habrían iniciado la tectónica de placas en un marco temporal muy similar, pero que Venus habría comenzado a transformarse con el paso del tiempo.

¿Qué quiere decir esto? Pues que probablemente Venus sufrió una evolución climática y geodinámica de una manera más o menos simultánea: al mismo tiempo que Venus fue calentándose y perdiendo su agua, la ausencia de esta y las altas temperaturas pudieron dificultar el mantenimiento de los mecanismos que pusieron en marcha la tectónica de placas.

Y es que no podemos olvidar que el agua juega dos papeles fundamentales dentro de ese mecanismo: por un lado, en la zona más superficial de las cortezas planetarias podría ayudar a facilitar la fracturación de esta -y, por lo tanto, iniciando el ciclo de la subducción- y por otro, ya más en el interior del planeta, la hidratación de en capas como la astenosfera facilitaría su deformación y movimiento a escala geológica.

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¿Canales de agua? No, canales de lava. Es curioso como distintos procesos geológicos son capaces de crear morfologías similares en planetas diferentes. NASA/JPL.

Este nuevo estudio abre varias cuestiones bastante profundas: Por un lado, tenemos el hecho de que los planetas no tendrían por qué tener un régimen geodinámico único a lo largo de toda su vida, sino que por una serie de cambios podemos pasar de un planeta con tectónica de placas a otro sin tectónica de placas, algo muy importante a considerar a la hora de estudiar la evolución de nuestro entorno planetario.

Por otro, si Venus fue más parecido a la Tierra en el pasado que lo es hoy, pudo tener un aspecto astrobiológico que tenemos que considerar, puesto que teniendo en cuenta que es muy similar en tamaño y composición al nuestro, también podrían haberse dado las condiciones para el origen de la vida, pero también que planetas que han sido habitables -en el sentido de unas condiciones como las nuestras- pueden dejar de serlo y quizás, viceversa.

Por último, este estudio pone de manifiesto que es posible que a través del estudio de las atmósferas podamos inferir no solo el estado actual de los planetas -no solo en nuestro Sistema Solar, sino también pienso en exoplanetas- a nivel geológico, sino que quizás también podamos tirar hacia atrás la línea del tiempo y conocer cómo fue su geología y si el planeta pudo ser habitable también en el pasado.

Referencias:

Weller, M. B., Evans, A. J., Ibarra, D. E., & Johnson, A. (2023) Venus’s atmospheric nitrogen explained by ancient plate tectonics. Nature Astronomy doi: 10.1038/s41550-023-02102-w

Sobre el autor: Nahúm Méndez Chazarra es geólogo planetario y divulgador científico.

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