Primeras evidencias de presencia humana en Europa hace 2 millones de años

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Restos fósiles de animales con marcas de corte datadas en 1,95 Millones de años, descubiertos en Grăunceanu . Fuente: Curran, Sabrina C., et al. (2025)

Hace algo más de medio siglo, durante la década de los sesenta, un equipo de paleontólogos y antropólogos realizó un interesante hallazgo cerca de la pequeña localidad de Grăunceanu, Rumania. Junto al valle del río Olteţ, centenares de huesos de animales prehistóricos, acumulados en un solo yacimiento, resurgían de la tierra ante el asombro de los investigadores. El inexorable paso del tiempo y la paciente acción fluvial habían arrastrado, sedimento tras sedimento, capa tras capa, una impresionante cantidad de restos fósiles, concentrándolos en un rincón de apenas 90 m2. Una amplia diversidad de huesos que el agua fue arrastrando durante milenios y que los investigadores de la época describieron como «mamuts, varias especies de bóvidos y cérvidos, jirafas, équidos, rinoceróntidos, múltiples especies de carnívoros, roedores (castor, puercoespín), avestruces, una gran especie de mono terrestre (Paradolichopithecus) y el representante más temprano de los pangolines en Europa». La colección llegó a alcanzar miles de restos que se guardaron en dos instituciones, el Instituto de Espeleología «Emil Racoviţă» y el Museo de Oltenia… y allí se quedaron durante décadas, guardados en cajas y volviendo a cubrirse de polvo en algún almacén olvidado.

Un nuevo examen

Sesenta años más tarde, un equipo internacional de investigadores recordó aquel antiguo yacimiento de Grăunceanu y se propuso revisar los restos guardados con la mirada que proporcionan las avanzadas tecnologías actuales. Los huesos aún estaban en sus cajas pero la documentación que los identificaba y clasificaba no aparecía por ningún lado. «Desafortunadamente, casi todos los registros de la excavación y datos de procedencia de los restos se han perdido», explica Sabrina C. Curran, investigadora principal.

Comienza entonces una exhaustiva labor de reidentificación, que se extendió durante cuatro veranos (años 2019 al 2022), y en la que se utilizaron modernas técnicas de datación mediante uranio-plomo (U-Pb) de alta precisión así como análisis de isótopos estables de oxígeno y carbono de alta resolución. El resultado de estas campañas fue alentador y descubrió que algunos de estos restos se remontaban dos millones de años en el pasado. «Nuestro equipo ha identificado e inventariado un total 5527 restos, incluyendo materiales de Grăunceanu (4983) y localidades más pequeñas como Fântâna lui Mitilan (139) y La Pietriș (116)». Una rica biodiversidad que, según las reconstrucciones paleoecológicas, se desarrolló en un entorno de pastizales abiertos, con bosques, ríos y lagos, comparable a un hábitat de bosque-estepa.

Presencia de homínidos

En ocasiones, el conocimiento científico no llega gracias a un nuevo y flamante descubrimiento sino al cuidadoso análisis o revisión de uno antiguo, y es aquí donde llegan las novedades más fascinantes. Los resultados de esta moderna revisión de los restos hallados en Grăunceanu se han publicado hace unos días en Nature Communications y nos sorprenden con las evidencias más antiguas de presencia humana (homininos) en Europa que se remontan a hace unos dos millones de años. Es un salto considerable si tenemos en cuenta que, hasta ahora, las pistas más antiguas que teníamos del género homo en Europa pertenecían al célebre yacimiento de Dmanisi (Georgia) donde se descubrieron restos de homínidos que datan de hace 1,8 millones de años.

«No hay que olvidar que la presencia de homínidos en el yacimiento de Dmanisi se basa directamente en restos humanos mientras que el nuevo estudio está basado en pruebas indirectas», nos explica Roberto Sáez, Doctor en Antropología y divulgador científico, experto en evolución humana.

Este es un hecho que los propios investigadores reconocen al afirmar que «aunque no hemos identificado restos de homínidos ni industria lítica in situ en Grăunceanu […] en este trabajo presentamos evidencia de la presencia de homínidos en Eurasia hace al menos 1,95 millones de años en forma de huesos con marcas de corte, respaldados por estimaciones de edad de uranio-plomo (U-Pb) de alta precisión».

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Restos fósiles de animales con marcas de corte datadas en 1,95 Millones de años, descubiertos en Grăunceanu. Fuente: Curran, Sabrina C., et al. (2025)

El equipo analizó un total de 4746 especímenes a la búsqueda de modificaciones de la superficie ósea para descartar en primer lugar «cualquier marca abiótica (por ejemplo, matriz adherida, alisado, picaduras en la superficie ósea, erosión/disolución, agrietamiento/división de sedimentos, exfoliación/descamación) o bióticas no antropogénicas (modificación de carnívoros u homínidos, pisoteo, grabado de raíces/rizomorfos fúngicos, roedores, actividad de insectos, digestión, marcas de preparadores)». Para ello utilizaron herramientas ópticas de aumento con especial atención a las marcas líneas, «definidas como cualquier marca al menos el doble de larga que ancha». Cuando identificaron las marcas de interés, los investigadores siguieron los criterios cualitativos y protocolos de atribución ya establecidos en la literatura científica para registrar la trayectoria, orientación, morfología, número de marcas visibles, simetría, etc.

Según los resultados publicados se han encontrado un total de veinte especímenes que exhiben marcas de corte de interés de las cuales, siete muestran marcas de corte de alta confianza, doce muestran marcas de corte probables y un espécimen presenta ambos tipos de marcas, lo que lleva a los autores a «argumentar a favor de una presencia de homínidos en Europa hace al menos dos millones de años».

Qué homínidos

Los yacimientos más antiguos (anteriores a 2 millones de años) fuera de África se agrupan en Oriente Medio, Rusia occidental alrededor de los mares Negro y Caspio, Asia central y China. Estos yacimientos incluyen una mezcla de localidades en la que se han encontrado líticos y/o una pequeña cantidad de huesos con marcas de corte. Aunque existen yacimientos donde se han descubierto posibles restos de homínidos de esa antigüedad (como los seis dientes descubiertos en Longgudong), los expertos aún albergan dudas sobre ellos y el consenso científico es que el yacimiento con restos humanos confirmados más antiguos fuera de Europa sigue siendo Dmanisi.

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Los yacimientos en letra en azul poseen una antigüedad superior a dos millones de años. El recuadro inferior izquierdo muestra las ubicaciones de los yacimientos analizados en este estudio. Fuente: Curran, Sabrina C., et al. (2025)

El estudio publicado evita deliberadamente entrar en el espinoso tema de qué especie de homínido pudo realizar esas marcas en los animales de Grăunceanu. «Este es un período en el que múltiples especies de homínidos coexistieron en sitios en el este y sur de África». La afinidad taxonómica de casi todos los fósiles de homínidos descubiertos hasta ahora sigue en pleno debate y abarca diferentes grupos homo, como el erectus o el ergaster.

No es el único hueco que nos queda por rellenar, aún nos faltan muchas piezas para completar el puzle de esas primeras migraciones, pero los hallazgos y estudios publicados en las últimas décadas nos animan a afirmar que, hace aproximadamente unos dos millones y medio de años, se inició la primera gran oleada de diferentes especies de homínidos desde África hacia Eurasia. «La interpretación actual es que no fue migración única sino muchas, intermitentes, que alcanzaron lugares tan lejanos como el norte de China», aclara Sáez. Contábamos con pistas indirectas, como industria lítica o marcas de cortes con herramientas, que indican presencia de homínidos por toda Asia y con una datación de hasta 2,1 millones de años, pero hasta ahora no habíamos encontrado pruebas en Europa con esa antigüedad. El estudio publicado en Nature Communications abre por fin esta puerta.

Referencias y más información:

Curran, Sabrina C., et al. (2025) Hominin Presence in Eurasia by at Least 1.95 Million Years Ago Nature Communications doi: 10.1038/s41467-025-56154-9.

Roberto Sáez «Homininos en Europa hace dos millones de años» Nutcrackerman.com

Sobre el autor: Javier «Irreductible» Peláez (Puertollano, 1974) es escritor y comunicador científico. Autor de 500 años de frío. La gran aventura del Ártico (Crítica, 2019) y Planeta Océano (Crítica 2022). Es uno de los fundadores de la plataforma Naukas.com, editor de ciencia en Yahoo España y Latinoamérica. Es guionista científico en los programas de televisión «El Cazador de Cerebros» y «Órbita Laika» de RTVE. Durante más de una década ha escrito en diferentes medios de comunicación (El País, El Español, National Geographic, Voz Populi). Es autor de los podcasts Catástrofe Ultravioleta y La Aldea Irreductible, y ha colaborado en diferentes proyectos radiofónicos y televisivos (Radio Nacional de España, Radio Televisión Canaria). Es ganador de tres premios Bitácoras, un premio Prisma a la mejor web de divulgación científica y un Premio Ondas al mejor programa de radio digital.

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