Los métodos de la ciencia

Experientia docet La tesis de Duhem-Quine Artículo 5 de 6

Una descripción equivocada del funcionamiento del Canrd Digérateur de Vaucanson, o una visión simplista-reduccionista del la realidad.
Una descripción equivocada del funcionamiento del Canard Digérateur de Vaucanson, o una visión simplista-reduccionista de la realidad.

Comentábamos en la introducción de esta serie que hay mucho profesor y, en general personas interesadas por la ciencia, que mantienen posiciones que son filosóficas, aunque ellos piensen que son “la posición”, en el sentido de la única descripción fiel de la realidad, de una inocencia conmovedora. Una de esas posiciones es la creencia en que existe una cosa llamada “el método científico” en el que se asume un falsacionismo naíf. Si se les pregunta en qué consiste dicho método la respuesta no viene a diferir mucho de lo siguiente (muy esquemáticamente):

Dado un fenómeno y con objeto de explicarlo…

1 Usa tus conocimientos y experiencia. Considera los distintos aspectos del problema, reune datos suficientes y, con lo que sabes, intenta explicarlo. Si lo consigues, problema resuelto. Si los conocimientos existentes ya desarrollados no son suficientes para encontrar una explicación satisfactoria, el fenómeno lo consideraremos un problema nuevo; pasa al punto 2.

2 Con las observaciones y mediciones disponibles y los conocimientos teóricos existentes crea una conjetura, a la que llamaremos hipótesis.

3 A partir de la hipótesis deduce predicciones

4 Diseña experimentos que prueben que la hipótesis creada en el paso 2 es falsa.

5 Si es falsa, vuelve al punto 2. Si no lo es, problema explicado.

Esta es la base del método hipotético-deductivo (MHD) que muchos, como decíamos, confunden con “el” método científico. Tenemos que hacer notar que el punto 4 habitualmente no se formula así, sino que se plantea como “verificación de la hipótesis”; en estas situaciones estamos solamente ante un caso más de falta de reflexión sobre lo que se está describiendo. El método hipotético-deductivo y el falsacionismo naíf van de la mano necesariamente.

En este punto, si el amable lector ha leído las entregas anteriores de esta serie, será capaz por sí mismo, muy probablemente, de concluir que el MHD tiene muchos puntos débiles, y el que no es una descripción fiel del modo en que se hace ciencia es sólo uno de ellos. Pero veámoslo de forma algo más explícita desde la descripción más habitual del MHD.

La idea básica tras el MHD es que a partir de una hipótesis o conjunto de hipótesis (habitualmente llamado, en sentido amplio, teoría) se pueden deducir consecuencias observables y que se pueden diseñar experimentos/observaciones para comprobar si esas consecuencias se observan. Si esto es así, tal y como explicamos en su día lo que es el razonamiento confirmatorio, se toma como confirmación o apoyo a la hipótesis. Si las consecuencias predichas no se observan, entonces esto se toma como una prueba en contra de la hipótesis, en virtud del razonamiento disconfirmatorio.

Cuando el MHD se plantea así hay un paso que suele obviarse y es el de la generación de las hipótesis. El MHD sólo habla de la “confirmación” o, a lo sumo, “justificación”, de las hipótesis. La creación de hipótesis es una de las partes más creativas y fundamentales de la ciencia (la otra es el diseño de experimentos capaces de comprobar las consecuencias) y es el proceso que realmente explora nuevos territorios habitualmente. Esta distinción entre cómo se generan las hipótesis y cómo se confirman se suele denominar en filosofía de la ciencia, en terminología de Hans Reichenbach, como la diferencia entre el contexto de descubrimiento y el contexto de justificación. El contexto de descubrimiento se suele considerar el más complejo de los dos; de hecho, muchas veces la historia de la ciencia queda reducida a una historia del contexto de los distintos descubrimientos, con sólo menciones de pasada a los experimentos relevantes que favorecieron a una u otra hipótesis. Con todo, con lo que llevamos visto en la serie, podemos comprobar que el contexto de justificación ya es bastante complejo por sí mismo.

No hay duda de la importancia que los razonamientos confirmatorios y disconfirmatorios tienen en ciencia. Como estos modos de razonamiento están íntimamente ligados al MHD, podemos decir que el MHD juega un papel importante en el desarrollo de la ciencia; aún más si consideramos que muchos científicos creen seguirlo cuando hacen ciencia. Sin embargo, si consideramos la tesis de Duhem-Quine y otros aspectos que venimos discutiendo, a saber,

podemos llegar fácilmente a una conlusión:

La idea de que la ciencia sigue un método y que éste consiste en generar predicciones a partir de hipótesis, y que después estas hipótesis se aceptan o rechazan dependiendo de que la observación se observe o no, es demasiado simplista como para describir con un mínimo de aproximación lo que realmente sucede en ciencia.

Por tanto, con las limitaciones que indicábamos más arriba, y teniendo en cuenta el factor psicosocial de la creencia en el MHD por parte de muchos científicos, podemos decir que el MHD es, a lo sumo, uno de los métodos de la ciencia.

Sobre el autor: César Tomé López es divulgador científico y editor de Mapping Ignorance

2 comentarios

  • Avatar de Joseba

    Hola, César.

    Sigo la serie con gran atención y placer.

    Llegados al punto de «el» método científico,
    1. ¿Cómo ves en éste sentido la crítica de Feyerabend?
    2. ¿Crees que son complementarias o difieren totalmente?

    Salud.

    • Avatar de Luis Mella

      La idea de que Feyerabend era un relativista científico es algo iluso a mi juicio, realmente Feyerabend tiene que situar su obra en su contexto histórico:

      Contra el método era una respuesta a ciertas posiciones que Imre Lakatos sostenía, era realmente un experimento donde el hacía parte del irracionalismo y Irme la parte racionalista, para ver qué resultados de ese intercambio saldría. El problema radica en que Imre muere antes de poder hacer una réplica a Feyerabend. El tono irónico y cínico de Contra el método es precisamente para ilustrar como el irracionalismo es parte del quehacer científico, de como esas excepciones a las reglas «del método» son precisamente en donde la ciencia produce sus hallazgos más transcendentales.

      Si te sitúas en papers previos a «Contra el método» ya tienes bien clara la posición de Feyerabend, un ejemplo de ello es en «Los límites de la ciencia: explicación, reducción y empirismo» (hay dos partes, el paper pt. 1 y el 2), donde puedes ver de una manera más propiamente académica de la visión de Feyerabend acerca de la ciencia la cuál es en cierta medida la siguiente: Si no existe un criterio diferenciador entre términos analíticos y sintéticos porque en el lenguaje (incluyendo el lenguaje formal/artificial) no permite tal operación, y qué por lo tanto hay una carga teórica en los fenómenos empíricos. Y qué el método reductivista de Hempel se cae a pedazos si afirmamos lo siguiente ya que es imposible reducir un término a sus meros componentes observacionales, (ahí sigue siendo muy popperiano).

      Pero los criterios para elegir entre una teoría y otra no son puramente lógicos (ni se siguen de ese criterio de racionalidad que precisamente Lakatos defendía) sino que elección entre un programa de investigación científica u otro no dependía si era únicamente regresivo, sino que depende del propio criterio del investigador científico y que, las teorías no se testean aisladas de otras teorías e hipótesis (siguiendo la tesis Duhen-Quine) entonces, según Feyerabend, todo es teoría. Claro, todo esto desde un lenguaje un poco más académico y no tan controversial como en Contra el método.

  • […] * Si nos fijamos, Eisntein no seguía el llamado “metodo científico” estándar, que asume que existen datos experimentales que las teorías actuales no pueden explicar. La forma de trabajar de Eisntein, en general, basada en principios estético-filosóficos, nunca se acomodó a la descripción del método hipotético deductivo, considerado como “el” método científico. A este respecto, puede resultar interesante leer La tesis de Duhem-Quine (V): Los métodos de la ciencia […]

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