Dinosaurio con alas de murciélago: FAQ

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Incredulidad. Desconfianza. Racismo chinofóbico. Basta ya de todo esto, por favor. El superpaleontólogo Xing Xu y sus colegas han descubierto un dinosaurito con alas de murciélago. O sea, lo que viene siendo un dragón (en miniatura). Toda la ciudadanía está discutiendo sobre el Xi qi, el dino más extraño y con el nombre más corto de la historia. Por eso es pertinente el siguiente FAQ.

¿Esto va en serio? ¿No es una broma?

El trabajo ha sido publicado en la Nature, una de las dos revistas científicas más importantes del mundo. Los autores son expertos de enorme prestigio. No era el día de los inocentes, ni el de los tontos de abril. Esto va en serio, como cuando sacaron el dinosaurio de cuatro alas. Totalmente en serio.

¿Podría tratarse de un fraude?

El fósil estaba en posesión de un granjero. Xing Xu y sus colaboradores han certificado que es auténtico con pruebas de sedimentología, tafonomía… incluido un escáner con tomografía computarizada. El fraude parece de todas formas improbable, primero por la gran experiencia de los autores y, segundo porque el objetivo de los falsificadores de fósiles es aumentar su valor completándolos o dándoles mayor espectacularidad… y no es el caso. Este fósil está incompleto y en él no se ven las alas de murciélago. Solo se deducen después de un concienzudo estudio, y podrían haber pasado desapercibidas durante años.

Yi qi by Hyrotrioskjan (Devianart)
Yi qi por Hyrotrioskjan (Devianart)

Pero ¿no es verdad que los chinos siempre están falsificando fósiles?

Los fósiles chinos de dinosaurios con plumas han sido los protagonistas absolutos de la más reciente “revolución” paleontológica, y son fósiles auténticos. Es cierto que las falsificaciones son frecuentes en la compraventa de fósiles en China y en otros países. Casi siempre se trata de intentos de completar un ejemplar con otro distinto, siendo ambos trozos por separado auténticos. Los fraudes son fácilmente detectados por un paleontólogo con experiencia, y no han influido ni obstaculizado el conocimiento. El único caso sonado de este tipo de fraude científico es el del “Archaeoraptor”, y precisamente fue desmontado por Xing Xu.

¿Qué significa su nombre?

Yi qi es “ala extraña” en chino mandarín.

¿Cómo saben que tenía esas alas?

No es que los autores lo sepan, es su propuesta, su hipótesis, su solución al puzzle. Hay varios rasgos del fósil que quedan bien explicados cuando se postulan unas alas membranosas:

  • La gran longitud de los brazos y de las manos
  • La hipertrofia del último dedo de la mano, sospechosamente similar a la de los pterosaurios.
  • La ausencia de plumas rémiges (plumas de vuelo, con su estructura compleja y ancladas al segundo dedo y al antebrazo en las aves y otros dinosaurios próximos).
  • La presencia de un hueso extraño en forma de vara ligeramente curvada, que nunca antes se había encontrado en un dinosaurio, y que parte de la muñeca. Los autores han llamado a este hueso “elemento estiliforme”. Según argumentan, se parece a otras varillas que aparecen en otros animales que vuelan o planean mediante una superficie membranosa: ciertos murciélagos (en el pie), pterosaurios (el hueso pteroides), ardillas voladoras.
  • Por último, en el fósil aparece un tejido atípico preservado, que podría ser un resto de la membrana.

¿Son iguales a las alas de los murciélagos?

No. Serían parecidas, pero con diferencias importantes. En los murciélagos el “patagio” (la membrana del ala) se extiende entre cuatro de los dedos de la mano, el resto del brazo, y la “pierna”. También entre las piernas y la cola. En el Xi qi apenas habría membrana entre los tres dedos de la mano. El ala se extendería sobre todo entre el tronco, el tercer dedo, y el “elemento estiliforme” que no es propiamente un dedo sino un hueso de la muñeca modificado. Estrictamente hablando, las alas del Yi qi serían distintas a cualquier otra conocida.

¿No se parecen también a las alas de los pterosaurios?

Se parecen un poco también. Tanto en los pterosaurios como en el Yi qi hay un dedo de la mano hipertrofiado que sustenta el ala. Pero este dedo es mucho mayor, con gran diferencia, en los pterosaurios. Ellos tampoco tenían el “elemento estiliforme”, aunque sí un hueso alargado llamado pteroides fortaleciendo la membrana delantera del ala (propatagio).

ReconstruccionesAlternativas

¿No será una forma intermedia entre dinosaurios y pterosaurios?

En absoluto. El parentesco entre el Yi qi y los pterosaurios es tan lejano como el de cualquier otro dinosaurio. Si sus alas se parecen algo a las de los pterosaurios, claramente se trata de un caso de convergencia evolutiva, es decir, que ambos tipos de animales lograron una estructura similar por caminos evolutivos independientes. Exactamente lo mismo puede decirse del parecido con los murciélagos. Cualquier dinosaurio está muy alejado evolutivamente de los mamíferos.

¿Puede ser que se hayan equivocado al interpretar el fósil?

Sí, siempre está esa posibilidad. Otros científicos pueden aportar cualquier día otra intepretación mejor, incluso los propios autores. De hecho, estos afirman que el animal no ha podido ser reconstruido con seguridad debido a las partes que faltan.

yiqi

¿Podía volar?

Xu y sus colaboradores afirman que es “plausible” que fuera un animal volador (en sentido de vuelo activo, es decir, aletear y conseguir así impulsarse y elevarse). Pero, dicen, hay indicios de que principalmente se dedicaba a planear. Primero, porque no parece tener la superficie de anclaje en los huesos necesaria para unos músculos de vuelo potentes. Segundo, porque el “elemento estiliforme” interferiría con las oscilaciones y rotaciones que se producirían en el aleteo. Según el experto Kevin Padian, la reconstrucción publicada resulta en un animal con el centro de gravedad situado demasiado atrás. Esto haría muy difícil que pudiera volar, ¡ni siquiera planear!

¿Cómo se ha clasificado?

A pesar de su rareza, el Yi qi ha sido clasificado en un grupo previamente establecido: el de los escansoriopterígidos (Scansoriopterygidae). Pertenecen a este grupo el Scansoriopteryx y el Epidexipteryx. En este último está basada la cola corta con plumas larguísimas de las reconstrucciones del Yi qi. Los escansoriopterígidos forman el grupo Paraves junto con las aves, los dromeosáuridos (“raptores”) y los troodóntidos. Todos ellos pertenecen también al gran grupo de los dinosaurios terópodos.

¿Es el único dinosaurio con alas membranosas?

Es el primero que se conoce de momento, pero ahora parece razonable especular que otros miembros de su grupo, los escansoriopterígidos, también tenían alas membranosas. Eso explicaría la distintiva estructura de sus brazos. De hecho, esta hipótesis fue sugerida en el año 2008 en su blog por el palentólogo Andrea Cau, mucho antes de que se supiera nada del Yi qi.

¿Además de membranas, tenía plumas?

Sí, pero aparentemente no tenía plumas pennáceas, es decir, plumas complejas con un eje central y barbas laterales, las más típicas de las aves. Esto es curioso porque otros dinosaurios menos emparentados con las aves que el Yi qi sí tienen estas plumas pennáceas (por ejemplo, el Caudipteryx). El Yi qi presenta otros tipos de plumas (o protoplumas) diversas: filamentos simples, ramificados, en forma de haz, e incluso estructuras con forma de pincel, con una parte homogénea y otra compuesta de pelillos paralelos. Las plumas se ven claramente en el fósil en la cabeza, cuello, brazos y piernas.

¿Qué parentesco tiene con las aves?

Un parentesco bastante cercano, a pesar de lo que pueda parecer por sus extrañas alas. Digamos que no está tan emparentado con las aves como un Velociraptor o un Troodon, pero sí está más emparentado con ellas que un Oviraptor, un Gallimimus o un Tyrannosaurus.

¿Era un antepasado de las aves?

Es muy improbable. Para que fuera un antepasado de las aves, muchos rasgos de su esqueleto tendrían que haber “desevolucionado”.

¿Este descubrimiento pone en duda el origen de las aves?

Para nada. El Yi qi no altera la posición evolutiva de las aves respecto a otros dinosaurios ni, que yo sepa, afecta a ninguna hipótesis sobre el origen de las aves o sobre la evolución de su vuelo.

¿Qué significa eso de que es un experimento evolutivo fallido?

Lo ha dicho Xu y es una metáfora, porque lógicamente la evolución no “experimenta” de forma consciente. Parece ser que en el Jurásico había cierta diversidad de pequeños dinosaurios adaptándose a subir (a árboles, rocas o lo que fuera) y saltar. Evolucionaron en ellos al menos dos tipos de alas. Unas membranosas, otras hechas de plumas planas. Está claro que las alas de plumas, es decir, las de tipo pájaro, tuvieron luego un enorme éxito desde su origen hasta nuestros días. Las otras… pues no.

¿No es absurdo que un animal con plumas desarrolle alas membranosas?

Puede parecerlo, pero no es absurdo desde el punto de vista evolutivo. Las mutaciones son aleatorias y el proceso adaptativo no tiene capacidad de predecir. Si comenzó a ser ventajoso un brazo con una superficie aerodinámica cada vez mayor, las variaciones que incrementaban esta superficie se irían seleccionando, tanto si producían un pliegue de piel mayor en el lugar adecuado, como si producían unas plumas más largas. Por otra parte, es posible que los escansoriopterígidos, grupo al que pertenece el Yi qi hubieran perdido las plumas rémiges (las que forman el ala de las aves). Quizá la capacidad genética de producir plumas largas y fuertes en los brazos había desaparecido para siempre en este grupo.

¿Puede haber inspirado las leyendas sobre dragones?

Parece difícil, ya que su tamaño era apenas el de una paloma. Luego está el pequeño detalle de que vivió hace 160 millones de años.

Pero ¿y si sus descendientes se hicieron más grandes y sobrevivieron hasta la Edad Media y…?

Entonces sí, ¡todo lo que quieras! 😉

Este post ha sido realizado por @Paleofreak y es una colaboración de Naukas con la Cátedra de Cultura Científica de la UPV/EHU.

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