Cómo hacer ciencia en un periódico: la experiencia de ‘Público’

Firma invitada

Patricia Fernández de Lis

Público y su sección de Ciencias

El diario Público salió la calle el 26 de septiembre de 2007 y, desde su nacimiento, apuesta por la información científica de calidad. El periódico decide, desde su lanzamiento, contar con una amplia sección de Ciencias que se publica diariamente, y cubre noticias y reportajes de temas como la biomedicina, la física, la astrofísica, la paleontología, la química, las matemáticas, el medio ambiente, las ciencias sociales, la salud y las tecnologías de la información.

La idea es no reducir la ciencia a un ‘gueto’ semanal, apostando por nuestros propios temas y banderas (ciencia vs pseudociencia, apoyo a la ciencia española, derecho a la intimidad en internet, defensa del medio ambiente…) y contando con la colaboración de reputados científicos (Miguel Delibes de Castro, José María Bermúdez de Castro, Manuel Lozano Leyva , Carlo Frabetti y Miguel Ángel Quintanilla, catedrático de Lógica y Filosofía de la Ciencia y es miembro del Consejo Editorial del diario) y también de jóvenes blogueros, que han integrado sus páginas en la web de Público y colaboran con nosotros.

Más importante aún es el hecho de que la sección de Ciencias colabora en la redacción de los temas más complejos del diario, aquellos que requieren la respuesta de especialistas: cuando se cae un avión, hay un terremoto imprevisto, un volcán en erupción paraliza el tráfico aéreo o se colapsa una central nuclear. El método de trabajo y los conocimientos de los redactores de Ciencias son más importantes que nunca.

Los resultados

Público es el unico diario general de difusión nacional que crece de manera ininterrumpida. Tiene un nuevo tipo de lector: el 50% son mujeres y el 49% tiene entre 25 y 44 años de edad.

La sección más valorada es la de Ciencias, según una encuesta con 3.300 lectores.

Se encuentra en el ‘Top 10’ en internet; ha superado los 8.000 seguidores en Twitter y los 1.300 fans en Facebook.

Ha recibido el premio Prisma por la divulgación de la ciencia, algo “raro” tratándose de un diario.

Los retos o problemas que afrontamos

1. Por parte del trabajo diario.

Tenemos muchas presiones: recibimos toneladas de información de múltiples fuentes, también chequeamos los embargos, tenemos un tiempo limitado para entender toda esa información y clasificarla, y también tenemos un tiempo y un espacio limitado (y, a menudo, cambiante a lo largo del día) para escribir sobre ella. Necesitamos contrastar esa información con múltiples fuentes, y necesitamos contarla para que se entienda. Y, además, en los temas referidos a sucesos de carácter especial (como los mencionados arribas), la dirección suele reclamar una respuesta simple e inmediata a un problema complejo y mutante. “Preguntad a ver qué respuestas dan los expertos”, dicen. A eso, nosotros solemos contestar: “Los expertos suelen tener más preguntas que respuestas”.

2. Por parte de los gabinetes de prensa.

Presionados por los científicos o sus propias instituciones, muchas veces caen en dos trampas: o bien exageran el titular para salir en la prensa, o bien son tan cautos en la conclusión que de la nota no se entiende nada.

3. Por parte de los científicos.

Aquí suelo citar una reflexión que me hizo Dorion Sagan, hijo de Carl Sagan y Lynn Margulis y divulgador científico, cuando hablé con él por el aniversario de ‘Cosmos’ Me parece muy gráfico. Así que te la planteo tal cual:

“La mayor parte de los científicos, como la mayor parte de la gente, no es demasiado elocuente. Y si pueden expresar sus pensamientos y resultados, los científicos responsables no quieren ver sus descripciones, cuidadosas y cualificadas, descuartizadas por los medios, que están más preocupados de conseguir titulares sensacionalistas y de vender periódicos que en la búsqueda de la verdad. Los científicos que trabajan en corporaciones quizá tengan prohibido discutir sus resultados, por los patrocinadores de sus estudios. Y es más, el científico medio, tanto en el campo académico como comercial, está demasiado especializado para decir cosas que resulten de interés para el público general. La influencia de las corporaciones, la dejadez y sensacionalisimo de muchos medios y la superespecialización científica hace que sea difícil comunicar la ciencia al público. No hay solución fácil, pero siempre debemos impulsar la curiosidad y el pensamiento crítico”.

4. Por parte de los políticos y ecologistas.

Uno de los grandes problemas de una sección de medio ambiente, salud y ciencia es que no podemos contraponer argumentos científicos con argumentos políticos. Esto es particularmente obvio en tres temas: los transgénicos, la energía nuclear y la influencia de las antenas sobre la salud. En estos casos, procuramos aislar las pruebas o argumentos puramente técnicos y científicos de las declaraciones políticas.

Algunos consejos para científicos en su relación con los medios

1. Qué hacer: ser precisos y claros, comunicar lo que se piensa con la mayor sencillez posible, y evitar tecnicismos y clichés.

2. Qué no hacer: dar lecciones a los periodistas, esperar que publiquen tesis doctorales o papers en lugar de artículos periodísticos.

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Nota: este texto resume la presentación que hizo la autora en el seminario “Nuevos modelos de Comunicación Científica” que se celebró en Bilbao el 26 de mayo de 2011, organizado por la Cátedra de Cultura Científica y la Fundación Biofísica Bizkaia. Ver aquí la crónica y las imágenesque publicó GUK sobre el desarrollo del seminario.

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Sobre la autora: Patricia Fernández de Lis, (@pflis) es responsable de la sección de Ciencias del diario Público

Nota: Desde mayo de 2012 Patricia Fernández de Lis es directora de Materia.

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