Las teorías científicas no son falsables

Experientia docet

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Cuando hablamos de ciencia y, sobre todo, si la comparamos con lo que llamamos pseudociencia, tarde o temprano termina apareciendo el concepto de falsabilidad. Sin embargo, pocas veces se usa, según nuestro punto de vista, con propiedad. En efecto, no es raro encontrar expresiones del estilo de “es que esta teoría científica es falsable” o “las pseudociencias no son falsables”. Y esto, amable lector, carece de sentido. Vamos a verlo.

Los orígenes

El padre del falibilismo no fue otro que Charles Sanders Peirce. Peirce mantenía, simplificando mucho, que nuestros alegatos de conocimiento científico son invariablemente vulnerables y pueden resultar ser falsos. Desde su punto de vista no se puede afirmar que una teoría sea verdadera de forma categórica, sino tan sólo que tiene una cierta probabilidad de ser verdadera (en el sentido de que se corresponde con una realidad existente). [Véase Provisional y perfectible]

Karl Popper basó buena parte de sus posiciones en filosofía de la ciencia en Peirce, dando un paso más, eso sí. Popper siempre sostuvo una posición de escepticismo à la Hume respecto al problema de la inducción, a resultas de la cual llegó a afirmar que era imposible verificar o confirmar una teoría científica universal con ningún grado de probabilidad. Pero eso sí, podemos falsarla, esto es, probar que es falsa. Un ejemplo puede sernos útil en este punto.

Si afirmamos que “todos los cuervos son negros”, para poder confirmar su veracidad tendríamos que encontrar y censar todos los cuervos que en el mundo son y verificar que, efectivamente, son negros. Algo que se nos antoja, si no estrictamente imposible, al menos muy complicado. Imaginemos ahora una afirmación que tenga que ver con la estructura de las estrellas tipo Sol: simplemente carecemos de los medios para poder verificar todas y cada una de ellas. Ahora bien, con que sólo encontremos un cuervo que no sea negro habremos probado que la afirmación, tal y como está formulada, es falsa. Es lo que los matemáticos llaman un contraejemplo y cuyo hallazgo juega un papel especialmente importante a la hora de dilucidar el paso a teoremas de las conjeturas cuando las demostraciones positivas se resisten.

Vemos pues que la falsabilidad puede llegar donde no puede llegar la prueba positiva. Por tanto, para Popper la frontera entre ciencia y no-ciencia está en la forma en la que las teorías científicas hacen predicciones comprobables y son desechadas cuando no pasan esas comprobaciones.

Aunque lo pueda parecer de aquí no se desprende que las teorías científicas sean falsables, en el sentido de que la falsabilidad sea una de sus características definitorias.

Mantenella y no enmendalla

Popper se preocupó de distinguir entre ciencia y pseudociencia. La segunda surgiría bien cuando aquellos que apoyan una teoría empírica rechazan pruebas en su contra o bien cuando una supuesta teoría no hace predicciones empíricas comprobables (incidentalmente, Popper da como ejemplo del primer caso el marxismo y como del segundo el psicoanálisis). Esta es una posición que es habitual encontrar hoy día y encierra el quid de la cuestión de qué es la falsabilidad en realidad.

Pero no todo es tan evidente. Según esta distinción la llamada teoría de cuerdas, por ejemplo, es una pseudociencia. Lo que implica que debe haber algo más que la capacidad de predicción empírica comprobable si hemos de considerar una hipótesis como la teoría de cuerdas como perteneciente al ámbito de la ciencia, algo que pocos dudan [véase Leyes, teorías y modelos (II): Prescripción y descripción en ciencia]. Por consiguiente, si la falsabilidad debe ser un criterio para considerar una hipótesis como científica, y lo es, pero no así su capacidad de predicción empírica, entonces no es una característica de las hipótesis.

Efectivamente, la falsabilidad no es una característica de las teorías científicas sino la actitud de una persona o grupo de personas con respecto a una determinada teoría. Si una persona está dispuesta a admitir que una teoría puede ser falsa y reconocer como válidas las pruebas que así lo demuestren entones diremos que esa persona trata a la teoría como falsable. Así, si yo creo que el universo entero fue creado para el hombre hace 6.000 años y no estoy dispuesto a admitir ninguna prueba de los contrario estoy tratando a mi “teoría de la creación” como no-falsable; pero si otra persona que mantiene esa misma teoría cambia de criterio por las pruebas que se le han presentado está tratando a la misma “teoría de la creación” como falsable. A lo largo de la historia muchos pioneros de la ciencia lo que han hecho ha sido precisamente esto, tratar la teoría de la creación recibida como falsable, frente a otros, mayoritarios muchas veces, que la trataban como no falsable.

Por tanto, las teorías científicas no son falsables, son tratadas como tales. La falsabilidad, quede claro, es una actitud.

El problema de de la falsabilidad no es tan sencillo como pueda parecer y lleva a algunas consideraciones sobre la evolución de la ciencia muy interesantes que trataremos en una próxima anotación.

Sobre el autor: César Tomé López es divulgador científico y editor de Mapping Ignorance

Nota 1: Francis Villatoro alimenta el debate en su blog, reflexionando acerca de la teoría de cuerdas y haciéndose la pregunta de si tal teoría es ciencia o pseudociencia.

42 comentarios

  • Avatar de eulez

    La teoría de cuerdas no es que sea una pseudociencia (aunque lo parece dada la fe y la radicalidad con la que la defienden algunos), es que es matemáticas. Es decir, desde cierto punto de vista no es ciencia, al igual que no lo son las matemáticas. Es otra cosa. Depende de la definición del concepto.

    • Avatar de César

      Aunque no es del todo comparable a mi me recuerda a la teoría de la evolución a finales del XIX. La propuesta de Darwin se basaba en la observación, en los conocimientos de ciencias naturales y en la lógica. Sin embargo, si bien tenía una notable capacidad explicativa carecía de capacidad predictiva alguna (hoy día tampoco tiene mucha más). Tampoco hacía referencia a los mecanismos de la herencia más que de una forma genérica. Sólo con el desarrollo bien entrado el siglo XX de la genética se han podido conocer los mecanismos moleculares y trazar árboles filogenéticos que han confirmado que la teoría de la evolución es todo lo correcta que puede ser una teoría. Y sus defensores del XIX tenían fe y radicalidad, y para los contemporáneos, que no conocían como nosotros sus éxitos posteriores, debieron de parecerles profetas de una nueva religión.

      Lo anterior, obviamente, no indica que la teoría de cuerdas será correcta, sino que la línea que distingue la ciencia de la psaudociencia en los inicios de una hipótesis no están tan definidos como nos gustaría.

      • Avatar de emulenews

        Ahora mismo empiezo a escribir una entrada sobre este asunto (falsabilidad de la teoría de cuerdas para mi blog). Si todo va bien, hoy a las 11:00 debería estar acabada…

        No diré más de lo que ya dije en mi artículo para el primer número de la revista Amazings, que fue criticado por muchos, pero que muchos lectores, creo, no llegaron a entender (en relación al asunto de la falsabilidad de la teoría).

        • Avatar de César Tomé

          ERROR. Esa predicción de Darwin puede explicarse por la teoría de Lamarck, por lo que no prueba nada. El artículo citado peca de presentismo histórico y no cita teorías alternativas compatibles con el hallazgo.

          • Avatar de Rafa

            ERROR TUYO: Que dos teorías hagan las mismas predicciones no las invalidan.

            Un ejemplo: las predicciones de movimientos a escala doméstica (no astronómica) de la teoría de la relatividad general coinciden con las predicciones de la Ley de gravitación universal de Newton. Nadie en su sano juicio rechazaría la teoría de la relatividad por eso.

            El objetivo de todas las teorías es explicar la realidad, así que es normal que a veces sus predicciones coincidan.

            Otro dato a añadir es que por mucho que las predicciones lamarckistas coincida con las darwinistas, eso no quita que el lamarckismo haya sido refutado hace siglos con experimentos como el de August Weismann (cortó la cola de ratones durante 68 generaciones y no nació ni un ratón con la cola atrofiada o sin ella).

        • Avatar de Rafa

          Existen más ejemplos… por ejemplo, a partir de su teoría y anatomía Darwin predijo que las ballenas descendían de mamíferos terrestres. También predijo que los humanos y los monos compartían un ancestro común más próximo que con otras especies.

          La genética del siglo XX y otras disciplinas le dieron la razón.

          Podríamos afinar más con las predicciones. Por ejemplo, Darwin afirmaba que los humanos y monos compartían un ancestro relativamente cercano. En el siglo XX se notó que los humanos tenían 46 cromosomas mientras que los primates tenían 48.
          Si el neodarwinismo era cierto, esos cromosomas perdidos debían haberse fusionado o eliminado por una mutación cromosómica. Y más adelante se descubrió que el cromosoma 2 era en realidad una fusión de dos cromosomas.

          Más ejemplos: La teoría de la evolución predice que haya especies transicionales entre, por ejemplo, las aves modernas y los dinosaurios. A partir de ahí, podemos predecir que en algún rincón del mundo debe de haber fosiles con rasgos transicionales. Tal como se predijo se encontraron, como los de Archaeopteryx .

          Las distintas teorías de evolución (darwinismo, neodarwinismo, síntesis moderna, síntesis integrada…) han hecho un montón de predicciones sobre el pasado y el futuro y es por ello que son una parte vital de la biología moderna.

  • Avatar de manzanodiosdado

    Tema complejo donde los haya, y en algunas cuestiones discrepo.

    Yo diferenciaría entre que una teoría sea falsable y que la gente sea demasiado dogmática como para aceptar la falsación. Como ejemplo la afirmación «Todos los cuervos son negros» es falsable en sí. Ahora bien, si yo te enseño un cuervo blanco, y aún así te niegas a cambiar de opinión no es problema de la teoría, sino tuyo. Igualmente el creacionismo es una teoría falsable, y falsada, que haya gente que aún así decida creer en ella no le elimina la falsabilidad.

    • Avatar de César

      Cualquier explicación (para englobar hipótesis, teorías, cosmogonías, cosmologías) que tenga pretensión de explicar la realidad o algún aspecto de ella es testable empíricamente (experimental u observacionalmente), de una forma o de otra, y está sometida a la navaja de Ockham. Ya hablemos de homeopatía, astrología, religiones variadas o la teoría de cuerdas. Es en este sentido que se suele decir (impropiamente) que una explicación es falsable o no.

      Pero démonos cuenta de que cuando no existe comprobación experimental posible, la falsabilidad sigue estando presente pero en una forma distinta de la que se suele entender. Que si yo digo que «el mundo lo mueven los espíritus» algo que concuerda con cualquier hecho empírico y una explicación que no supera la navaja de Ockham, es una hipótesis innecesaria y, por tanto, desechable. Es el criterio de simplicidad lo que me permitirá desechar esta explicación si mi «actitud» es tratar la explicación como falsable. Increíblemente, lo que permite seguir financiando a la teoría de cuerdas (que ocupan el papel de los espíritus) es que supera el test de la navaja de Ockham (y que genera matemáticas interesantes) ya que está de acuerdo con la ciencia conocida y podría ser una explicación en su ámbito, sin que existan hipótesis alternativas mejores a priori.

      Entonces la falsabilidad no es una característica de una explicación que permita distinguir la ciencia de lo que no lo es. Es la actitud con la que las consideramos.

      En este punto me permito recomendar de nuevo ( ya lo hice en el texto) la lectura de http://zientziakultura.com/2013/02/12/leyes-teorias-y-modelos-ii-prescripcion-y-descripcion-en-ciencia/

  • Avatar de Laura Morrón

    Este tema es realmente complejo. Puede que no lo haya entendido bien pero parece que no hay teorías científicas y teorías no científicas porque somos nosotros con nuestra actitud que las convertimos en una cosa u otra. No lo veo claro. Creo que las teorías científicas sí que son «intrínsecamente» falsables y la gracia es que en cuanto se prueba que son falsas ya no son teorías. Las pseudociencias ya no llegan a teorías porque ya se ha demostrado que son falsas y son historietas que muchos no quieren reconocer que son falsas. Ahí sí que son las personas las que las hacen no falsables. FInalmente también hay teorías pseudocientíficas como las religiones que ya intrínsecamente son no falsables. ya que en sus enunciados añaden cosas como la fe o los poderes mágicos de dios que justifican falsedades.
    Respecto a la teoría de cuerdas, yo creo que es falsable. POr bonita que sea si durante su desarrollo se encuentra que es falsa no será válida. Pero aún falta desarrollar la herramienta matemática y aplicarla al mundo físico, para que pueda comprovarse su falsabilidad.
    No sé si me he explicado bien…

    • Avatar de maeghith

      «la gracia es que en cuanto se prueba que son falsas ya no son teorías»

      Hasta dónde yo se, la teoría de la relatividad falsa la ley de la gravitación universal. Y ésta última no ha dejado de ser ley.

      Otra cosa es que decir que la falsabilidad sea una actitud suena mucho al posmoderno «la realidad no existe, todo es opinable».

      Debe haber alguna diferencia, porque me chirría que no veas, pero no la distingo.

      • Avatar de Cuentos Cuánticos

        Solo una precisión, la teoría de la relatividad general no anula a la teoría de la gravitación universal sino que la contiene como un límite muy definido para intensidades del campo gravitatorio muy determinadas y velocidades de los cuerpos involucrados muy pequeñas (comparadas con c).

        Esto es lo magnífico del avance científico, que las teorías que han sido comprobadas experimentalmente luego aparecen como límites de otras teorías más generales que las engloban.

      • Avatar de symploke

        Los conceptos de espacio y tiempo de la mecánica clásica no son conmensurables con los de la relativiidad general. Aunque matemàticamente puedan ser límite no tiene sentido hablar de espacio ni tiempo absoluto en RG. Desde el punto de vista de la lógica de teorías son incompatibles.

        • Avatar de Bilbo

          Pero ahí te estás refiriendo a un aspecto muy concreto de la mecánica clásica. Las ecuaciones de esta funcionan en escalas no relativistas y por tanto no han sido falsadas, sino completadas.

          En cuanto a la parte del espacio y tiempo solo podemos decir que E. partió de una nueva concepción del espaciotiempo y las matemáticas que surgieron permitieron hacer predicciones verificables. Y que funcionan hasta cierto límite, pues ya sabemos que la relatividad es correcta pero incompleta.

    • Avatar de Sekioz

      «y la gracia es que en cuanto se prueba que son falsas ya no son teorías». En ese caso no existe teoría alguna (o muy pocas, y menos «intrínsecas», genuinas), pues todas (o la mayoría) tienen singularidades y fallan bajo ciertas condiciones (p.e., en física, no se ha encontrado aún ninguna «teoría del todo»). Por supuesto que uno podría restringirse a los casos en los que cierto corpus teórico (llamase teoría de campos o mecánica de fluidos) es valido, pero esto es peligroso si uno considera (que no tiene porque) «ciencia=descripción de la realidad» (aquí se habló hace poco del Algamesto, aunque yo prefiero pensar en la máxima de Hadamard «La trayectoria más corta entre dos verdades reales pasa a través del dominio complejo»; las generalizaciones, el mirar desde arriba, da una mejor y más clara perspectiva de las cosas). De hecho, «localmente», mucha pseudociencia puede considerarse ciencia: los alquimistas hacían química, aunque la mezclaran con ideas esotéricas; Hamilton (u otros muchos matemáticos anteriores al rigor bourbakista que ya daba señales de vida en Bolzano, Dedekind…) y su «Algebra as the Science of Pure Time» influida por un Kant que luego fue linchado por los logicistas y el advenimiento de la geometría proyectiva, etc.

      • Avatar de Laura Morrón

        Tanto tú como maeghith estáis en lo cierto que mi frase no es acertada. Yo me refería en que, al menos para mí, la teoría deja de tener ningún peso ni aplicabilidad en el ámbito en el que ha sido falsada. Pero todo esto aún es más profundo y creo que no he leído suficientes filósofos científicos para pronunciarme al respecto como he hecho. Simplemente no veo claro que seamos nosotros los que le aportemos la falsabilidad a la teoría. Y también tengo que pensar entre la diferencia entre teoría y ley. Porque nunca hablo de la teoría de la gravedad de Newton sino de ley de la gravedad de Newton, en cambio siempre hablamos de teoría de la relatividad…No sé, lo dicho, reconozco que son pensamientos míos pero no están fundamentados con un estudio riguroso del tema.

    • Avatar de César

      Me permito recomendar mi respuesta al comentario de manzanodiosdado así como incidir en la importancia del concepto de modelo, que se suele olvidar (véase enlace al final de la respuesta). Y ya, de paso, la miniserie completa sobre «Leyes, teorías y modelos».

    • Avatar de César

      Puede que la respuesta anterior a manzanodisdado sea útil. Aparte, es importante recalcar el papel de los modelos en ciencia, ya que habitualmente nuestra aproximación al método hipotético-deductivo es quizás demasiado simplista y da lugar a sinsentidos, Quizás sería interesante echarle un vistazo al enlace que aparece al final de la respuesta y al conjunto de la miniserie «Leyes, teorías y modelos».

  • Avatar de JC García-Bayonas M. (@2qblog)

    Genial!

    Una duda ¿teoría tiene dos significados distintos? ¿no deberíamos usarlo los científicos cuando tiene un solo significado?

    Lo digo porque muchas veces se lee la teoría «x» en contraposición a la teoría «y», ¿no serían hipótesis?

    En tu propio post tienes un ejemplo «una hipótesis como la teoría de cuerdas»

    Un saludo, y reitero la claridad con que me ha parecido que expones que la falsabilidad es una actitud

    • Avatar de César

      Estrictamente hablando sólo existen hipótesis y modelos. Lo demás son nombres de abuso. Pero no se lo digas a nadie que me linchan.

      • Avatar de emulenews

        Cierto, César, «modelos» (yo a veces los llamo «marcos conceptuales») que conllevan cierto número de «hipótesis», algunas que pueden ser falsadas sin que el «modelo» se resienta y otras que falsan todo el «modelo».

        La teoría de cuerdas es un «modelo» muy general y muy continuista con el anterior (la teoría cuántica de campos), que incluye «hipótesis» de ambos tipos, las que no pueden falsar el modelo, sólo requieren adaptarlo, y las que lo pueden falsar de forma definitiva. El gran problema respecto a estas últimas es que no tenemos una formulación matemática rigurosa de dichas hipótesis falsadoras del modelo completo y por tanto no podemos diseñar experimentos para falsar el modelo completo.

        A día de hoy, la teoría de cuerdas sigue en pañales y sólo tenemos hipótesis del primer tipo (cuya falsación no falsa el modelo). De hecho, muchas de las predicciones «genéricas» de la teoría de cuerdas ya han sido falsadas, pero la teoría de cuerdas sigue tan viva y coleando como siempre, pues se ha aceptado que no se entendía bien el modelo y éste se ha sido adaptado para que sus «nuevas» predicciones «genéricas» sobre dichos asuntos estén de acuerdo con los nuevos resultados y por tanto, en lugar de haber sido falsadas, se hayan transformado en «confirmaciones» (predicciones a posteriori).

        Por cierto, no sé si tendré lita mi entrada para las 11:00…

  • […] Cuando hablamos de ciencia y, sobre todo, si la comparamos con lo que llamamos pseudociencia, tarde o temprano termina apareciendo el concepto de falsabilidad. Sin embargo, pocas veces se usa, según nuestro punto de vista, con propiedad. En efecto, no es raro encontrar expresiones del estilo de “es que esta teoría científica es falsable” o “las pseudociencias no son falsables”. Y esto, amable lector, carece de sentido. Vamos a verlo. […]

  • Avatar de Juan Ignacio Pérez (@Uhandrea)

    Voy a arrojar algo de oscuridad a este, por lo demás, apasionante debate. Conforme voy leyendo unas y otras cosas, me reafirmo en tres ideas:
    1. Estoy con César, en la noción de que hay hipótesis y modelos. A mí con eso me basta, y me evita líos. Lo de ley tiene una cierta connotación normativa que me desasosiega; y teoría es un término demasiado ambiguo.
    2. Con los requerimientos que le ponemos a los modelos o hipótesis para ser considerados «científicos» ocurre lo mismo que con los grandes sistemas de pensamiento, o sea, que no funcionan. La casuística (o sea, la realidad) es muy diversa y a menudo pasa que los requisitos que han cumplido ciertos enunciados que consideramos hipótesis o modelos científicos, no los cumplen otros a los que, sin embargo, también consideramos científicos. La conclusión a la que llego es que la aspiración a contar con un criterio (o criterios) de demarcación es vana. A eso me refería ayer en tuiter cuando escribí la (no tan) boutade de que ciencia es lo que hacemos los científicos, y que científicos somos los que hacemos ciencia. En el fondo, lo que vale, es lo primero, que ciencia es lo que hacemos los científicos. O sea, que se trata de una convención, de manera que es ciencia lo que la comunidad de científicos concedemos que lo es.
    3. Pero aunque considere vana la aspiración a contar con criterios de demarcación fiables, me adhiero a una cierta noción de progreso científico basado en la popperiana secuencia de conjeturas y refutaciones. Tiene la elegancia y la potencia de la simplicidad, y de hecho, creo que es como de verdad funciona la ciencia. No importa demasiado dónde está el origen de la conjetura; lo que importa es que si esa conjetura es refutable, se intentará refutar. Y de eso se trata.
    4. En última instancia, el juez es el tiempo. Veamos un ejemplo: ¿Cuánto ha dado de sí la homeopatía tras su fundación hace un siglo y medio? Sigue donde estaba. La medicina científica, por el contrario, ha dado un salto enorme. Y creo que se podrían poner más ejemplos como este. Las disciplinas, prácticas o enunciados pseudocientíficos no tienen capacidad para generar nuevas ideas y mejorar.
    Salud, y gracias por el debate

    • Avatar de symploke

      Creo muy clarificador y acertado tu comentario aunque me parece sinceramente que la pregunta sobre ¿qué es la ciencia? Es puramente filosófica y, por tanto, creo que se necesita una Teoría de la Ciencia para poder analizarla. Estoy de acuerdo con tu afirmación sobre la aspiración vana de encontrar principios de demarcación pero el convencionalismo, y el circularismo de tu argumento, simplemente evita el debate, o lo que es peor: lo cierra en falso. La cuestión es que hay muchos científicos que publican en revistas científicas y no estàn haciendo ciencia sino mala filosofía, aunque la comunidad de científicos admita los artículos y los firmantes tengan siete títulos y varias càtedras. Ejemplos claros los encontramos en físicos que reifican las matemàticas y nos hablan de multiuniversos, espacios 11 dimensiones, etc. El asunto es que se puede decir que este tipo de cuestiones son mala filosofía y no ciencia sólo desde una teoría de la ciencia que analice las ideas que transitan en esas teorías. Esto sería un debate sin interés si no tuviera consecuencias sociales como los rebrotes de dogmatismo y misticimo alentados por algunos científicos.

  • Avatar de Cuentos Cuánticos

    Para mí una teoría o modelo, me preocupa poco la terminología en este punto, tiene que tener dos ingredientes:

    a) Un modelo teórico coherente.
    Preferiblemente matemático o descriptivo.

    b) Que haga predicciones que se puedan comprobar en el laboratorio o por observación.

    Uno podria decir que la falsabilidad es una actitud, bien, no tengo nada en contra. Pero lo que no es discutible es el hecho de que un modelo o teoría, para ser considerada científica, tiene que poder ser comprobada experimentalmente.

    Y esto, como he leído en un comentario, es cuestión de tiempo. Siguiendo la línea histórica uno puede encontrar situaciones en las que primero fue un experimento inesperado, otras veces una teoría propuso la prueba experimental, en ocasiones se tuvo que esperar años, otras el experimento fue inmediato. Da un poco igual, el caso es que hay elementos para juzgar la validez o falsedad de los argumentos teóricos en un experimento.

    No voy a entrar en la reproductibilidad, en el concenso, y en tantos aspectos interesantes que se pueden discutir en este tema, pero creo que el escrutinio experimental es indispensable y un modelo o teoría debe de poner sobre la mesa la posibilidad de tal control experimental sobre la misma.

    Yo estoy de acuerdo con Francis, con algunos matices, fundamentalmente de lenguaje, con que F=ma no es «falsable». Pero podemos decir que hasta la fecha se ha verificado y eso es lo importante.

    Podemos hablar de los muchos experimentos diseñados única y exclusivamente para mostrar que la mecánica cuántica fallaría y no lo ha hecho. Eso es lo maravilloso y por lo que la llamamos teoría, marco conceptual o modelo, dan igual las palabras.

    ¿Y teoría de cuerdas?

    Pues la teoría de cuerdas tiene un sólido cuerpo teórico.
    Es consistente con la física conocida, o con sus principios, a pesar de que para ello necesite introducir elementos como las dimensiones extra o la supersimetría. Y ojo, este es el punto clave, esos son elementos que deberán ser confirmados o refutados por los experimentos cuando tengamos posibilidad técnica de hacerlos.

    Uno puede decir que es una entelequia, que no tiene contenido físico porque no se puede comprobar experimentalmente. (Eso es injusto con la teoría de cuerdas ya que se está trabajando muy mucho en lo que se conoce como fenomenología de cuerdas que busca predicciones de la misma a baja energía, y es un campo no trivial). Así que, por ahora, lo único que podemos decir es que no tenemos posibilidad técnica de someter al esquema «teoría de cuerdas» al proceso experimental.

    Y como siempre en ciencia, todo esto es un gran… por ahora.

    • Avatar de Aitor

      ¿Pero eso de que no podemos descartarla porque no podemos hacer los experimentos necesarios aun, no suena un poco a eso de no podemos en última instancia porbar que Dios no existe porque no podemos hacer los experimentos para ello? Es un poco como lo del dragón en el garage…ciertamente que se está haciendo mucho esfuerzo por avanzar hacia la falsabilidad definitiva de la teoría de cuerdas, pero hoy por hoy, todo lo que tenemos es un dragón invisible al que cuando aparece algo que lo contradice hacemos un ajuste en el modelo que explica el por qué y salva el modelo. También el sistema geocéntrico era algo muy bien basado en la observación antes de las leyes de Kepler y el sistema copernicano no podía en si mismo descartar al geocéntrico ni con las observaciones de Galileo, todo era cuestión de hacerle «pequeños» ajustes y listo, se salvaba el modelo, como las cuerdas.

  • Avatar de Garuru Den

    Algo que me quedó muy claro en el artículo, es que dice el autor «La falsabilidad, quede claro, es una actitud».

    He ahí el meollo del asunto: El científico DEBE tener criterio de falsación de sus propias teorías. Yo creo que es parte de la ética profesional, aceptar que no estás diciendo una verdad categórica, sino que estás planteando un modelo de explicación con cierto porcentaje de confiabilidad (digamos un 95% estadísticamente hablando).

  • Avatar de respuestasveganas

    Hola.

    Dices: «las teorías científicas no son falsables, son tratadas como tales. La falsabilidad, quede claro, es una actitud.»

    Parece que tratas la falsabilidad como una característica «de quita y pon» que podemos quitar o añadir a las ideas, como si cualquier idea pudiera ser falsable o no falsable, dependiendo de lo que cada persona decida. No veo que esto que dices sea así, podemos comprobar su falsabilidad de lo . Por ejemplo, la idea de «alma inmaterial» por definición no es falsable, no es una actitud, como dices.

    Saludos.
    David.

  • Avatar de respuestasveganas

    Hola.

    No veo que la falsabilidad sea una actitud. Por ejemplo, la idea de un «alma inmaterial» es por definición no falsable, no depende de las actitudes de las personas.

    Una pregunta: ¿creéis que el determinismo es falsable? Estuve pensando que si el destino está escrito, según lo que propone el determinismo, entonces si lo pudiéramos calcular y conocer podríamos hacer cosas que lo contradijeran, demostrando así el libre albedrío (libertad). ¿Qué pensáis de esto?…

    Saludos.
    David.

  • Avatar de José Luis Ferreira

    Vayan por delante dos puntos de acuerdo que tengo con la entrada y algún comentario posterior:

    1. La falsabilidad es una actitud de los científicos.
    2. Estrictamente hablando, solo hay hipótesis, modelos y trabajos para validar o refutarlos.

    Sobre el segundo punto, esto no evita que a los humanos nos guste ordenar hipótesis y modelos y llamar a algunas cosas leyes y a otras teorías. (Leyes como explicación de muchos fenómenos y teorías como modelos generales que tienen algunas leyes como primitivas y de las que se deducen otras leyes.)

    Sobre el primer punto, de hecho, pienso que la ciencia es una actitud y que se corresponde con lo que hacen los científicos (intentar explicar y entender la realidad de la manera más certera posible), como digo aquí con más detenimiento

    http://todoloqueseaverdad.blogspot.com.es/2011/03/de-unos-comentarios-mios-en-el-otto.html

    Con todo eso no impide que el modelo no comparta algunas características que vienen dada por esta actitud científica y por las limitaciones cognitivas de los seres humanos. Así las teorías (modelos) tendrán unas propiedades necesariamente:

    -Consistente (no contiene contradicciones)
    -Sinóptica (navaja de Ockham)
    -Presenta un cierto homomorfismo con la parte de la realidad que trata de explicar (estas manchas en este papel se corresponde con estas calles de esta ciudad o estos símbolos en estas ecuaciones se corresponden con estos fenómenos)
    -Con poder de explicación (son falsables, no cualquier estado que se puede describir en el lenguaje de la teoría será “el caso” que selecciona la teoría)

    Lo que es “el caso” puede seleccionarse ad hoc (cuando no sabemos los mecanismos que explican los fenómenos), mediante un mecanismo determinista o mediante uno estadístico o probabilístico.

    Cuánta precisión, conocimiento del mecanismo, universalidad o control de todas las variables pertinentes pidamos para que algo sea llamado ciencia es cuestión, en principio, semántica, aunque pueda tener su interés epistemológico para distinguir entre tipos de ciencia o entre ciencia y otra cosa (técnica, ingeniería, práctica…). En su acepción más general ciencia será el conjunto de conocimientos adquiridos usando el método científico (que es lo que marca la actitud). Uno puede interesarse por un problema, por ejemplo, la Astrobiología, y tener la actitud científica, pero en ausencia de ningún conocimiento (algún ejemplo estudiado de vida extraterrestre) todavía no será ciencia (a no ser que incluyamos en su definición el estudio de los extremófilos y el desarrollo de posibles modelos biológicos distintos a los terrestres).

    La falsabilidad es la otra cara de la inducción y, en cuanto se reconoce que los errores de observación son posibles, acaban siendo la misma cosa. ¿Alguien ha observado un cisne negro, por ejemplo unas partículas súperlimínicas? Habrá que ver si no se ha cometido un error y para ello habrá que asegurarse de que la observación está bien hecha e incluso repetirla. Al final los procesos inductivos o falsacionistas nos llevan a la deducción (probabilística) por medio del mismo proceso de inferencia estadística, que es el modelo en que se explica el quehacer y el avance científicos.

    Por supuesto las propiedades anteriores son necesarias pero no suficientes. La astrología no es falsable puesto que no se mojan en decir lo que es “el caso”: cualquier no acierto se excusa porque también podía pasar. La homeopatía tal no lo será si solo tenemos la práctica de algunos homeópatas que ven imposible cualquier intento de validación, pero no lo será si es tomada por científicos que se adscriben al método científico (es decir, los que quieren explicar la realidad de la mejor manera posible). Un plano escala uno a uno, por muy realista y preciso que sea (y justamente por eso) tampoco es un modelo científico porque será igual de inmanejable que la realidad misma.

    La teoría de la tierra plana cumple las cuatro características, pero ha sido falsada. Aún así es útil si uno no la usa solo para andar por una ciudad o un país no muy grande. Además, porque es falsable permitía diseñar experimentos o atender a observaciones que, de contradecir la teoría, nos daba pistas de por dónde desarrollar una nueva teoría (al ver desde un barco que se acerca a puerto primero las montañas, luego los edificios altos y solo al final el puerto).

  • Avatar de jbm

    Lo siento, pero no comparto tu opinión de que la falsabilidad es una actitud. Si hablamos en clave de ciencia, la falsabilidad es una metodología que responde a unos supuestos epistemológicos bien concretos con los que podemos estar de acuerdo o no. El problema es que si encuentras un contraejemplo, no significa que la teoría quede invalidada si afecta a proposiciones secundarias no vitales. Pero ya no se llama teoría sino programa de investigación.

    Que la tierra se creó hace 6.000 años es falsable si soy un científico que opera con esta metodología. No importa lo que crea el que la sostiene. El falsacionismo es otra herramienta de la caja de herramientas del científico.

    La ciencia no es lo que dice Popper, Lakatos, Kuhn o Feyerabend. La ciencia es lo que hacen los científicos. La geometría euclediana es falsa y, sin embargo, sigue siendo usada.

    • Avatar de symploke

      Y ¿quienes son los científicos? Los que hacen ciencia y ¿qué es la ciencia? Pues lo que hacen los científicos. Y ¿quienes son los científicos? Pues… La geometría euclidea no es falsa ni verdadera como tampoco son falsos o verdaderos los números primos.

  • Avatar de Elio Campos

    El avance en la ciencia está en falsar sucesivas teorías para así, sabiendo lo que no es, poder acercarse cada vez más a lo que es.

  • Avatar de Vicente Pascual Fidalgo

    el origen esta en el origen judeocristiano del concepto de verdad o su antipoda falsedad , en mi opinion un concepto mas rico es el concepto de valided esto presupone un estado del mundo y una idea o fin dentro del estado del mundo supone la coherencia y la valided es un soporte a una idea que todavia no forma farte de los estados del mundo incluso puede no pretender estarlo nunca, por tanto la logica es incompatible con las totalidades hace ya tiempo que godel desterro estas ideas , y dejar claro que las matematicas no forman parte de estados del mundo sino de las ideas fines que solo existen en el cerebro humano

  • […] Cuando hablamos de ciencia y, sobre todo, si la comparamos con lo que llamamos pseudociencia, tarde o temprano termina apareciendo el concepto de falsabilidad. Sin embargo, pocas veces se usa, segú… […]

  • Avatar de symploke

    El problema no es que las teorías sean o no falsables, sino que aunque se falsen se pueden proteger de falsacion, v.gr. Con hipótesis ad hoc. El falsacionismo es una epistemología que muestra problemas graves por lo que pràcticamente ha sido abandonado en filosofía de la ciencia. Por otro lado, un instrumentalista diría que no hay teorías verdaderas sino solo empíricamente equivalentes. Por último, yo diría que la teoría de cuerdas es una teoría en elaboración que no tiene evidencia empírica.

    • Avatar de Bilbo

      Que una hipótesis pueda ser protegida de la falsación con mala fe no impide que esta sea necesaria para hacer Ciencia.

  • Avatar de Gabriel

    Recién me animo a decir algo sobre este removedor artículo, con el cual por cierto, estoy plenamente de acuerdo.

    En Popper hay una permanente, sistemática y deliberada ignorancia histórica, en particular de la historia de la ciencia como en este caso. Eso creo que se debe a cuestiones ideológicas, si bien no hay correlación directa entre la epistemología y la ideología es muy evidente que tampoco las posiciones en uno y otro campo son prescindentes.

    En todo caso, me quedo con lo que Sokal y Bricmont escribieron en ‘Imposturas Intelectuales’, naturalmente no recuerdo la cita exacta, pero se hace mención a que si hay algo que precisamente define el contenido científico de una afirmación es precisamente su contrastabiliad con la experiencia: la ciencia no se ‘faslsea’ sino que demuestra que ‘funciona’. Esa es la idea.

    Muy buen artículo, y por cierto un debate imperdible.

  • Avatar de César Tomé

    Este comentario lo ha dejado Jesús en la antigua página del Cuaderno (le respondo en otro para mayor claridad):

    Hola César.

    Después de leer este post, me he quedado literalmente “sin palabras”.
    La afirmación que haces “Las teorías científicas no son falsables, son tratadas como tales. La falsabilidad, quede claro, es una actitud” es una barbaridad en el sentido más estricto del término.

    Es que el análisis lógico más elemental ya indica la clase de sinsentido que se está proponiendo.

    Para que no haya dudas ni enredos filosóficos que no vienen al caso –relacionados con las llamadas ciencias blandas, considera que en lo que sigue cuando hablo de ciencia me refiero a ciencia empírica, y cuando hablo de teorías científicas me refiero a la Física, por poner un ejemplo. Por lo demás, la exposición que haces da también por sobreentendido que tu argumentación está centrada en la misma dupla.

    Así, la afirmación “Las teorías científicas no son falsables” es equivalente a “Las teorías científicas no tienen capacidad de ser sometidas a prueba para ser desmentidas por los hechos o los experimentos adversos”. Como resulta obvio, si aceptamos esta afirmación nos cargamos la ciencia de un plumazo; si las predicciones de las teorías científicas no son falsables, esto es, no son contrastables con los hechos observados, entonces hemos convertido a la Física en Metafísica de la Naturaleza.

    Cojamos ahora la afirmación completa “Las teorías científicas no son falsables, son tratadas como tales. La falsabilidad, quede claro, es una actitud”, que equivale a “Las teorías científicas no se pueden refutar mediante evidencia experimental en contra, pero, dependiendo de la actitud que adoptemos frente a ellas, se puede considerar que sí son refutables mediante evidencia experimental en contra”. En este caso subimos un grado y pasamos de la Metafísica de la Naturaleza a la Metafísica pura, puesto que nuestra voluntad puede hacer que las teorías que intentan explicar y predecir la realidad tengan unas u otras características, dependiendo por ejemplo de con qué pié nos levantemos un determinado día.

    Como se ve, la afirmación “Las teorías científicas no son falsables, son tratadas como tales. La falsabilidad, quede claro, es una actitud” es un sinsentido de tal calibre que podríamos incluso parafrasear a Pauli y decir: ¡Not Even Wrong!

    Por lo tanto, las teorías científicas sí son falsables; de hecho, es que si una teoría pretende ser científica, es porque sigue el método científico; y entre las características del mismo está la propiedad lógica de que las afirmaciones predictivas hechas bajo su amparo tienen la propiedad lógica de la falsabilidad, es decir, tienen la capacidad de ser demostradas falsas mediante evidencia experimental en contra.

    Revisando tu redacción, se ve claro dónde patina el asunto.

    Has hecho la siguiente deducción:

    Premisa 1: La TC es una ciencia
    Premisa 2: La ciencia es falsable
    Conclusión: La TC es falsable.

    Como la conclusión es falsa, ya que actualmente la TC no es falsable, entonces necesariamente alguna de las premisas debe ser falsa. Ya que consideras que “casi nadie duda” de que la TC es una ciencia, entonces te ves abocado a considerar como falsa la segunda premisa y llegas a la conclusión –errónea- de que las teorías científicas no son falsables.

    Veamos ahora la deducción correcta para aceptar a la TC como ciencia sin cargarnos a la propia ciencia.

    El quid de la cuestión está en darse cuenta de que, en el fondo, lo que pretendes decirnos es que el criterio de demarcación popperiano en base a la falsabilidad para distinguir la ciencia de la pseudociencia no es válido, ya que entre lo que la comunidad científica acepta comúnmente como ciencia hay teorías que no son falsables, como por ejemplo la TC.

    Entonces la deducción correcta es la siguiente:

    Premisa 1: La TC es aceptada por la comunidad científica como ciencia
    Premisa 2: Todo lo que la comunidad científica acepta como ciencia es falsable (=El criterio de demarcación popperiano en base a la falsabilidad es válido para distinguir la ciencia de la pseudociencia, si consideramos lo que la comunidad científica considera como ciencia)
    Conclusión: La TC es falsable

    De nuevo como la conclusión es falsa (la TC no es falsable en su estado actual), entonces tenemos que ceder en alguna de las premisas. Como aceptados como verdadero que la comunidad científica acepta a la TC como ciencia, entonces debe ser falsa la premisa 2, lo que nos lleva a afirmar que “No todo lo que la comunidad científica acepta como ciencia es falsable”, que es equivalente a decir que “El criterio de demarcación popperiano en base a la falsabilidad NO es válido para distinguir la ciencia de la pseudociencia, si consideramos lo que la comunidad científica considera como ciencia”.

    • Avatar de César Tomé

      Existen varias cuestiones con este texto tuyo, Jesús y la clave está en la exclusión de los enredos filosóficos que, curiosamente, es de lo que se trata.

      En primer lugar: cualquier afirmación relacionada con la realidad es falsable en principio, en el sentido que se puede refutar experimentalmente (¡ojo!, con todas las teorías necesarias referentes a los experimentos y a su interpretación). En este sentido el que exista una tetera orbitando Júpiter es falsable; el que un dios creó el universo hace 6000 años es falsable.

      Pero: si tenemos encuenta la tesis de Duhem-Quine, la falsabilidad que se atribuye a una teoría se disuelve. En palabras de Lakatos: «dada la suficiente imaginación, cualquier teoría (consistente en una o un conjunto finito de proposiciones) puede ser salvada permanentemente de «refutación» por medio de algún ajuste adecuado en el contexto del conocimiento que la contiene». Y es que las teorías científicas están mucho más subdeterminadas de lo que nos gustaría.

      Respecto a la lógica, recordarte que los principios aristotélicos están superados. Una proposición puede adoptar un tercer valor aparte de verdadero o falso: desconocido.

      Es interesante leer los textos que precedieron a este y que están enlazados en el mismo y la serie Galileo vs. Iglesia Católica (en este mismo Cuaderno) que ilustra con cierto detalle la cuestión.

      • Avatar de Jesús

        Gracias César por tu respuesta.

        Permíteme hacer un comentario, algo extenso, sobre la tesis de Duhem-Quine; para centrar el asunto, supongo que estaremos de acuerdo en considerar a la misma como la tesis de que las teorías científicas adolecen de subdeterminación empírica, esto es, cualquier conjunto de datos observacionales y experimentales es insuficiente para definir unívocamente la verdad/falsedad de una teoría científica.

        Esta tesis se puede desglosar en los tres siguientes enunciados: (a) Las hipótesis por sí solas carecen de entidad empírica; las hipótesis sólo tiene contenido experimental en unión de otras hipótesis auxiliares. Por lo tanto, ante una evidencia experimental en contra, no es posible identificar unívocamente la hipótesis errónea, lo único que podemos afirmar con certeza es que la unidad empírica formada por la hipótesis de interés y las hipótesis auxiliares es falsa. En definitiva, la falsabilidad es ambigua. (b) Ante evidencia experimental en contra, siempre es posible encontrar un acomodo adecuado de algún elemento de la unidad empírica afectada de modo que sea posible alcanzar la adecuación empírica manteniendo la hipótesis de interés. (c) Siempre es posible definir teorías lógicamente incompatibles pero empíricamente equivalentes.

        A partir de aquí, se puede afirmar que las teorías científicas no son falsables, y que en la aceptación/rechazo de las mismas intervienen otros elementos no factuales, como por ejemplo los intereses particulares de cada grupo científico.

        ¿Qué argumentos se han aportado para sostener esta tesis? Vayamos por partes, como decía Jack el destripador.

        Respecto a (a), es la tesis original de Duhem, y adolece de dos fallos graves: (1) se basa exclusivamente en un esquema hipotético-deductivo, cuando de todos es sabido que la ciencia utiliza también otros medios de inferencia no afectados por la ambigüedad descrita, y (2) las hipótesis de interés se contrastan en muchos casos contra un fondo de hipótesis auxiliares bien contrastadas experimentalmente en el día a día y por ello sólidamente fundamentadas y confirmadas por la comunidad científica; generalizar de forma indiscriminada la ambigüedad de la falsabilidad a cualquier contraste experimental hipotético-deductivo no es aceptable.

        Respecto a (b), es la tesis original de Quine, y el único argumento que aporta para tal afirmación es su famoso símil de la tela de araña que simula nuestra red de creencias (web of beliefs), que puede ser retocada tanto como queramos para restablecer la adecuación empírica ante hechos experimentales que no son explicables. O sea, nada. Al respecto, Adolf Grunbaum lo dijo claramente: quien quiera afirmar de forma taxativa que siempre es posible acomodar de forma no trivial un conjunto de hipótesis para amoldarlas a los hechos experimentales, lo que tiene que hacer es demostrarlo sobre bases lógicas. De momento seguimos esperando esa demostración.

        Y respecto a (c), más de lo mismo: sólo se ha planteado como una posibilidad lógica, pero no existe ninguna prueba ni argumento –ni creíble ni no creíble, no existe- que asegure siempre la existencia de teorías lógicamente incompatibles y empíricamente equivalentes.
        Bien, hagamos balance: aunque los subtesis (a), (b) y (c) son todas lógicamente posibles, sin embargo ninguna de ellas es demostrable sobre bases también lógicas. ¿Qué nos queda? Apelar a los casos reales de la historia de la ciencia.

        ¿Apoyan los ejemplares reales de la historia de la ciencia alguna de las tesis mencionadas? La respuesta es no, radicalmente no. Respecto a la ambigüedad de la falsabilidad, existen multitud de ejemplos en los que la comunidad científica ha admitido sin ningún género de dudas la falsabilidad de hipótesis de interés. Por ejemplo, en la década de los años 50 del siglo pasado a partir de los experimentos correspondientes se rechazaron la clase completa de teorías de la interacción débil basadas en la conservación de la paridad. Y respecto al acomodo de las teorías, Leverrier acertó con Neptuno pero fracasó con Vulcano, con lo que se falsó en este último caso la mecánica clásica como teoría de la gravitación. Y finalmente, sobre las teorías equivalentes empíricamente, los escasos ejemplos reales que se han presentado por la parte interesada no son realmente lógicamente incompatibles. Así, las tres tesis propuestas quedan falsadas mediante evidencia en contra.

        Así, ¿las teorías científicas son falsables o no? Pues a mi entender la historia de la ciencia nos dice que las teorías científicas sí son falsables, es decir, que se aceptan y rechazan exclusivamente en función de su adecuación empírica. Y aunque es cierto que a veces la falsabilidad de las hipótesis de interés es ambigua –sobre todo cuando se trata de teorías científicas muy abstractas y en fase de concreción, también lo es que dicha ambigüedad siempre es transitoria y que la comunidad científica acaba resolviéndola en un sentido u otro mediante técnicas pertenecientes al método científico: mejorar la precisión de los experimentos, diseñar experimentos alternativos o acomodar de forma coherente las hipótesis. En resumen, toda teoría científica falsa acaba siendo doblegada por la evidencia experimental en contra y por lo imposible de acomodarla continuamente, aún de forma incoherente, para intentar restablecer su adecuación empírica.

        Adicionalmente, señalar a partir de todo lo anterior que la tesis de la subdeterminación empírica de las teorías científicas es mera especulación sin ninguna base, ni empírica ni argumental precisa y completa.

        Respecto a Lakatos, pues más de lo mismo: al final del día, sus programas de investigación acaban siendo progresivos o regresivos, es decir, acaban confirmando o falsando las teorías científicas.

        Y por último, creo que, utilicemos la lógica que utilicemos, intentar concluir que las teorías científicas no son falsables a partir de la premisa o creencia de que la teoría de cuerdas en su estado actual es aceptada como ciencia por la mayor parte de la comunidad científica (lo cual, de suyo, ya es discutible) es una falacia.

        Saludos, Jesús.

        • Avatar de Bilbo

          Muy intereaante lo que dices, Jesús.

          Si se me permite yo diría que la posibilidad teórica de poder falsar cualquier hipótesis, en teoría, no invalida el falsacionismo. Yo introduciría el elemento pragmático e iría lentamente. En el estado actual de las cosas, con nuestros medios hay cosas que podemos falsar y otras que no. No veo sentido en tener en cuenta la tetera voladora cuando aun no hemos resulto las posibilidades que nos ofrece las técnicas actuales que si nos permiten falsar hipótesis mas terrenales. Creo que a veces.los filosofos de la Ciencia se desapegan de la realidad y en su ambición acaban por perder el norte.

          Por otra parte suponer que la TC demuestra que la Ciencia no depende de la falsación creo que es un error. Estamos hablando de una hipótesis basada en las matemáticas (y lo de una es muy cuestionable, pero vamos a ceñirnos a la Teoría M), está en un estadio inmaduro dentro de la Ciencia y ya veremos si es capaz de proporcionar algun fruto o se quedará para siempre en una especulacion esteril. Una hipótesis científica no es una teoría científica y por lo tanto no deberíamos utilizar las limitaciones de fases tempranas de la ciencia como la prueba de que el falsacionismo es falaz.

          Decir que ciencia es lo que hacen los científicos no soluciona nada, pues habria que definir quienes son los científicos y…

          Por otro lado la acomodación de hipótesis auxiliares tampoco invalida la falsabilidad pues esta nos ayuda a eliminar las ramas inutiles e ir acercándonos al modelo correcto. Los modelos son utiles mientras nos proporcionan un medio para entender y predecir hechos naturales. Cuando ya no lo hacen se vuelven inutiles, tanto como las hipotesis teoricamente falsables pero no practicamente falsables en un momento dado.

          Creo que ahí está la razón de que todas estas discusiones no afecten a quienes practican ciencia y buscan resultados no futiles. La TC es mirada con desden por una parte nada desdeñable de los físicos hasta que no pueda hacer un número significativo de predicciones verificables.

          Por último la cuestion de falsar o verificar creo que es una cuestion lingüística. Si la hipótesis X predice a y a se puede poner a prueba pueden pasar dos cosas: que no sea a y haya que corregir o eliminarla (en cualquiera de las dos habremos podado ramas inutiles) o si se cumple a entonces habremos dado un paso en la corroboración de X. ¿Cuantas pruebas hacen falta para demostrar que X es cierta? Si alguien tiene la respuesta a ello entonces podremos hablar de demostrar y no de falsar con propiedad.

          Así que en mi humilde opinión no hay que ser tan ambicioso y contentarnos con las miguitas que la práctica científica común nos proporciona. La falsación cuando uno es honesto y práctico es útil para el avance de la ciencia y la prueba es el mundo que nos rodea.

          No sé si me he explicado bien

          • Avatar de Jesús

            Hola Bilbo.

            Pues te has explicado clarísimamente, y sólo te puedo decir que suscribo cien por cien todo lo que indicas en tu comentario.

            Sobre el aspecto pragmático del asunto, totalmente de acuerdo; cualquiera que conozca cómo funciona la ciencia real sabe intuitivamente que la tesis de que las teorías científicas no son falsables es mera retórica. Pero César nos propone un ejercicio de filosofía de la ciencia, y es por ello que mi respuesta ha ido en la línea de la contra argumentación estricta con el lenguaje y en el terreno de juego que nos propone.

            Sobre la filosofía de la ciencia, coincido contigo en que a veces pierde el sentido de la realidad e intenta proponer tesis de consecuencias devastadoras para el quehacer científico a partir de meras hipótesis que no tienen suficiente sustento argumental, y, lo que es más grave, que se parecen a la práctica de la ciencia real como un huevo a una castaña; que es justamente lo que ocurre con la tesis de Duhem-Quine.

            La segunda mitad del siglo pasado en particular nos ha deparado las fases “metafísica” y “teológica” de la filosofía y la historia de la ciencia, representadas respectivamente por las corrientes historicista y sociológica, que han llevado a afirmar a algunos, sin rubor, que la ciencia es irracional. Por suerte hoy día asistimos a una lenta recuperación de la versión “positiva” de la filosofía de la ciencia, y el positivismo lógico y el racionalismo crítico popperiano vuelven a desplegar sus velas con nuevas y frescas ideas.

            Sobre la TC. Ya que abres la veda, seré claro en mi opinión: en su mejor versión es matemáticas, y en su peor versión es metafísica altamente sofisticada que bordea a las claras la pseudociencia.

            Metafísica porque la TC, como herramienta para construir una teoría cuántica de la gravedad, no está motivada por ningún problema real de la comunidad científica: actualmente no hay un sólo dato experimental que no sea compatible con la relatividad general o con el modelo estándar de física de partículas. Y si no hay datos que explicar, no hay teoría y no hay ciencia. Como mucho podríamos considerar que se trata de pre-ciencia, que en algún momento podría dar lugar a hipótesis físicas que fuesen testables; pero sin ningún principio o motivación física sobre la que construir el modelo, el desarrollo de todo el edificio sólo puede ser errático. Y de ahí la situación actual de la TC: una estructura laberíntica de procedimientos matemáticos e intuiciones que se encuentra perdida en sus propios dilemas. Si todo lo que nos puede ofrecer la TC es “física de cuento de hadas” que jamás podrá ser falsada dadas las inimaginables escalas energéticas a las que se mueve, entonces debemos concluir que se trata de metafísica altamente sofisticada.

            Y desafortunadamente la comunidad practicante de la TC a veces muestra actitudes que son indicios claros de pseudociencia: poner el peso de la prueba en los escépticos, excesiva confianza en evidencia indirecta que sólo es testimonial y anecdótica, o la autoinmunización frente al control empírico.

            Ahí va un ejemplo: “So we are inclined to call supersymmetry a generic prediction. Suppose that the LHC rules this out. Will we still believe in this approach? I can only speak for myself, though I suspect that most others working in this field would agree. I believe that we have found the unique mathematical structure that consistently combines quantum mechanics and general relativity. So it must almost certainly be correct. For this reason, even though I do expect supersymmetry to be found, I would not abandon this theory if supersymmetry turns out to be absent” (J.H. Schwarz, Beyond Gauge Theories, arXiv: hep-th/9807195, page 2).

            Y se podrían poner bastantes más. Y la ambigüedad deliberada que acompaña a la última propuesta de la comunidad practicante, el denominado string landscape, habla por sí sola de por dónde parece que van los tiros. Simplemente: esto es absolutamente inaceptable en ciencia empírica, y ni siquiera es aceptable en la física teórica, por naturaleza especulativa pero siempre realista en sus objetivos.

            Termino refiriéndome al nuevo leitmotiv que se expande últimamente como la pólvora por las redes: “Ciencia es lo que hacen los científicos”. Como bien indicas, el problema de este slogan es que no aporta nada a ningún debate que podamos imaginar en el ámbito de la ciencia, pues antes habría que definir quienes son los científicos.

            A priori podríamos considerarlo como una mera ingenuidad, si no fuese porque está acuñado para justificar a aquellos que parece que quieren sustraerse a todo control: la comunidad practicante de la TC.

            El apóstol que divulga con pasión el nuevo mantra se llama Richard Dawid, es un ex físico de partículas reconvertido a filósofo de la ciencia, y ni que decir tiene que fervoroso apologeta de la TC. En su libro “String Theory and the Scientific Method” (2013) tira del arsenal de la filosofía de la ciencia en su vertiente metafísica/teológica y nos propone la siguiente tesis: el surgimiento de la TC representa un cambio de paradigma en la ciencia física que aporta nuevos métodos que son inconmensurables con los del antiguo paradigma representado por la ciencia tal y como se ha practicado en el siglo XX; la confirmación empírica se sustituye definitivamente por la confirmación teórica de las teorías, basándose en criterios como la plausibilidad y la coherencia.

            Parece que después de 2000 años se quiere volver a la filosofía platónica de las Ideas como objeto propio del conocimiento al que se accede mediante el método dialéctico. Sobran las palabras.

            Saludos, Jesús.

          • Avatar de Miguel Espinosa

            «confirmación teórica de las teorías, basándose en criterios como la plausibilidad y la coherencia.» Me suena a «es verdad porque así lo he elegido creer».

            «Confirmación teórica de las teorías», ¿no es acaso un argumento circular?

  • […] Habitualmente la tesis preferida para la defensa a ultranza es el falsacionismo naif, esto es, la idea de que las teorías científicas son falsables (cosa que los lectores de esta sección del Cuaderno a estas alturas ya deberían, por lo menos, dudar) y sus consecuencias inmediatas en esta línea de pensamiento, a saber, que sólo las teorías científicas son falsables y que, si una teoría es falsable, es científica (quizás debamos recordar que la falsabilidad no es un atributo de las teorías, sino una actitud). […]

  • Avatar de Edda Cruz Carrillo

    Medio complicado, porque si son teorias es porque fueron sustentadas verificadas, pero resulta contradicctorio que esta siendo teorias puedan ser falsas… ahora que pasa con el metodo cientifico que se basa en la ciencias del conocimiento

  • Avatar de Carlos

    Realmente se me hace que el escribió este post, no sabe de lo que habla (Y si es que me lee, pues espero que lo tome como una critica constructiva).
    Puesto que la falsabilidad, no es nada de lo que se dice acá, la falsabilidad es que se pueda falsar algo (Probar algo como falso/negativo), no tiene nada que ver que si esa persona (o tal grupo) este dispuesta a admitir que algo es falso, claro si no esta dispuesta, lo más probable es que ponga trabas, como en la analogía del dragón de garage de Carl Sagan donde cada contradicción o forma de probar si tal dragón es verdadero o falso inventa una excusa (Y sé que puede sonar repetitivo eso, pero lo digo porque es una analogía bastante conocida, y puede que el aturo de este post la conozca).
    Pero es que el ejemplo que colocas es totalmente tonto (Y de verdad lo es), ya que hablas dando el ejemplo de la tierra de 6000 años, y esa es una pésima analogía si es que quieres probar algo, ya que realmente si que es falsable tan solo habría que buscar algo (Cualquier prueba) que diga o que indique que el mundo tiene más de 6000 años, en eso no tiene que ver ningún actitud, solo se encuentra una evidencia que el mundo tiene más de 6000 años y tal «teoría de la creación» (Como le llamas) queda refutada, y no importa que piensen sus teóricos y así.

    • Avatar de César Tomé

      Carlos, tu inocencia es conmovedora. El texto, y los comentarios, que hay unos cuantos, deberían hacerte reflexionar un poco sobre lo que «crees».

      Siguiendo tu lógica no debería existir nadie en un país desarrollado, donde todo el mundo tiene acceso a la educación, que negase la teoría de la evolución, ya que la falsabilidad sería algo intrínseco a la teoría; como se refleja en tus palabras «ya que realmente si que es falsable…». Sin embargo, según un un estudio publicado en Science en 2014 (http://www.sciencemag.org/content/313/5788/765) solo el 40% de los estadounidenses aceptaban la evolución. ¿Cómo es posible, según tú, que el 60% no la acepte? Yo te doy una respuesta, porque tratan el creacionismo como no falsable. A ver la tuya.

  • Avatar de José Carlos Gálvez

    Creo que en este artículo hay una mala lectura de la posición de C. S. Peirce sobre su llamado principio de falibilidad (PF). C. S. Peirce indica que el PF implica que toda pretensión o validación de conocimiento está abierto a un desafío que implica su revisión, corrección e incluso su eliminación y rechazo. El iniciador del pensamiento pragmatista no duda de que podamos conocer las cosas como realmente son, sino, duda de que podamos ser capaces de dar cuenta de ello. Esto marca una clara diferencia con el escepticismo epistemológico que apunta a la existencia de un conocimiento genuino que es absoluto e incorregible. En este sentido, El falibilismo implica que la adquisición de conocimiento científico es similar a una empresa auto correctora que puede poner a discusión cualquier afirmación, y en ese sentido, validarla o rechazarla. De esto se podría seguir que la racionalidad de la ciencia no está en encontrar fundamentos que validen sus implicancias, sino, en esta característica para auto corregirse y poner en peligro cualquier afirmación pero no todas al mismo tiempo. Está será una posición anti fundacionalista, en donde fundacionalismo involucra la existencia de verdades básicas o incorregibles que no son objetos de revisión.

    Cualquier científico estaría de acuerdo en señalar que la mayor parte de nuestras teorías vigentes y por tanto actualmente exitosas deberán tener una revisión en el futuro. Es decir, que pueden ser falsas, pero esto no implica que debamos abandonarlas, sino más bien, que debemos buscar probar todas nuestras pretensiones de conocimiento en base a la mejor evidencia posible y la argumentación más coherente pero con un sentido honesto de falibilidad humana. En este sentido, un punto importante de anotar es cuando Karl Popper se refiere a la voluntad humana en la ciencia, indicando que la investigación científica es imposible sin fe en algunas ideas de índole puramente especulativas, en donde la fe está desprovista enteramente de todas las garantías desde el punto de vista de la ciencia. Esto es un elemento importantísimo no solo para la actividad del científico, sino para cualquier emprendimiento humano.

    En esta perspectiva, la pretensión de validación en la ciencia va estar definida dentro de una posición crítica que tenga a su disposición la mayor cantidad de evidencia relevante a favor y en contra en ese momento, y que cuente con argumentos coherentes y fuertes para sostenerla. Es indispensable además que al pretender validar un enunciado o teoría científica se deberá tener en consideración la falibilidad, no de la teoría, sino, más precisamente de la condición humana, cargada de intereses propios e ideales profundos. Creo que es conveniente citar en este sentido a William James:
    La evidencia objetiva y la certeza son sin duda unos ideales magníficos, pero ¿dónde vamos a encontrarlas en este mundo iluminado por la luna y visitado por los sueños?

  • Avatar de Alex

    El problema de tu conclusión es que apoyas la falsabilidad en una cosa subjetiva, que es la actitud. La teoría puede ser una construcción humana, una representación del funcionamineto del universo, pero si funciona, debe ser siempre bajo el objetivo escrutinio del experimento empírico comprobable. De tal modo que algo tan irrelevante como la actitud o la opinión no son aptitudes de un científico verdadero.
    Si la teoría de cuerdas no puede ser falseada, eso no significa que sea falsa, significa que, o no ha evolucionado lo suficiente como para arrojar predicciones comprobables o no sabemos como realizar dichos experimentos.
    Por favor, sabemos que es imposible deshacernos de todo rastro de subjetividad en las ciencias no exactas, pero eso no sginfica q

  • Avatar de Alex

    …. no significa que podamos abandonarnos a lo subjetivo. Concedo que en las ciencias sociales esto a veces es inevitable, pero en las ciencias exactas esto es inexcusable. El número no es relativo, el valor es preciso.

    Si algo que posee un trasfondo matemáticamente viable como la teoría de cuerdas no puede probarse empíricamente, entonces tal vez debamos avanzar un poco más en dicha teoría, en lugar de apoyarla en el relativismo de la opinión

  • Avatar de Zaid Lopez

    Les agradezco ha todos sus comentarios. Aún me falta mucho para alcanzar ese nivel de ciencia de ustedes. Soy médico especialista, y no me alcanzaria el tiempo para verificar el nivel de falsabilidad de toda la información que leo. A lo sumo puedo presumir falsables todas las teorias que aplico con mis pacientes, creo que es la actitud mas honesta y ética. Lo anterior quiere decir: le voy a dar el tratamiento que he leido es el mejor, aún sabiendo que puedo estar equivocado. Lo anterior con el fin de contrastar hipótesis en su momento. Y ese para mi sería el resumen de las conclusiones. La ciencia se consume a si misma para dar lugar a nuevas premisas.

  • […] ere, faltsutzearen kontuak baditu hainbat ertz -César Tomék Cuaderno de Cultura Científica blogean azaltzen duen bezala– eta, laburtuz esango dugu, faltsutzearen oinarria jarrera bat dela beste ezer baino […]

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