Hace unas semanas pudimos leer en esta sección del Cuaderno de Cultura Científica, Matemoción, una entrada sobre diseños geométricos de tabletas de chocolate, Diseños geométricos de chocolate . En ella hablábamos de una serie de diseños realizados por, o para, el maestro chocolatero barcelonés Enric Rovira. Bellos diseños de tabletas de chocolate, como las tabletas “Hexagon Gaudi” o “Choco dosis”, pero prestamos especial atención al diseño de la tableta de chocolate “Pythagoras”, realizada por el diseñador de origen croata, pero afincado en Donosti, Santos Bregaña, con la colaboración del matemático eibarrés Enrique Zuazua.
Sin embargo, esta no fue la única colaboración con el maestro chocolatero Enric Rovira de este diseñador que ha realizado un trabajo importante dentro del mundo de la gastronomía y que incluso recibió el premio Sphere otorgado por el Art Director Club NY por su trabajo para el restaurante Mugaritz. Si miramos en la página web de su estudio de diseño, Atelier Laia, descubriremos que creó otro diseño para realizar con chocolate, con el nombre “pecados capitales”. Un diseño, de nuevo, con mucha geometría.
Se trata de una serie de piezas de chocolate, “bombones”, que se guardan en una caja cúbica (como se muestra en la imagen). Este tipo de cajas, cúbicas, ya ha sido utilizado por Enric Rovira para guardar “rajoles” de chocolate, bámbolas o fragmentos de cacao. En este diseño, Santos Bregaña, propone que la forma de los bombones, de las piezas de chocolate, sea distinta a las utilizadas por este maestro chocolatero, e incluso por otros.
Para empezar, las piezas de chocolate cubren toda la caja cuadrada en la que se van a guardar, y además son de tipo “recto”, sin curvas. Las opciones más sencillas habrían sido, o hacer piezas de chocolate cúbicas, por ejemplo, 27 bombones cúbicos, que irían guardados en la caja cúbica, o bien hacer piezas que fuesen alargadas, con forma de barra, es decir, como formadas por tres pequeñas unidades cúbicas seguidas, y en total, la caja llevaría 9 de esos bombones alargados. Aunque, ninguna de las dos propuestas sería un diseño muy interesante, y menos innovador.
Pero el director de la editorial Tabula, dedicada a la difusión de la cultura y la gastronomía, Santos Bregaña, ha ido más allá. Para el diseño de las piezas de chocolate ha considerado el puzzle geométrico tridimensional “cubo soma”. Este puzzle está formado por siete policubos (es decir, figuras geométricas tridimensionales que se forman al unir dos o más cubos por alguna de sus caras) distintos. Un policubo formado por tres cubitos (con forma de L o V) y seis policubos formados por cuatro cubitos (una esquina o trípode, una L, una T, una Z y dos piezas que son una la imagen especular de la otra).
Este puzzle geométrico tridimensional fue inventado por el poeta, matemático y genio danés Piet Hein, en 1933. Se cuenta que durante una conferencia sobre mecánica cuántica del físico Werner Heisenberg, que recibió el premio Nobel de Física en 1932 “por la creación de la mecánica cuántica…” y que muchos conocen por el principio de incertidumbre que lleva su nombre, se dio cuenta de que con todos los “policubos” “irregulares” (es decir, que no son “rectos”, luego ni un cubo, ni una serie de cubos alineados; tampoco pueden ser cubos unidos para formar un cuadrado ) formados por 4, o menos, cubos se podía formar un cubo 3x3x3.
Las piezas del “cubo soma” son siete, como los pecados capitales a los que alude el diseñador en esta creación suya de una caja de bombones, y además son piezas distintas, cada una con su propia forma. Así mismo, al ser las piezas de chocolate un puzzle geométrico, en concreto, el “cubo soma”, esta delicia de chocolate se convierte así mismo en un juego. El reto del mismo consiste en construir un cubo 3x3x3 con los siete bombones, o lo que sería lo mismo, sacar las siete piezas de chocolate de su caja cúbica y volverlas a guardar de nuevo.
De hecho, como bien descubrió el matemático inglés John Conway existen 240 soluciones distintas, o formas de meter las piezas en su caja cúbica. Por lo tanto, tenemos diversión asegurada.
Personalmente, me parece una idea preciosa la de utilizar las piezas del “cubo soma” como bombones de chocolate, aunque cada vez que nos pongamos a comer estas deliciosas piezas nos quedaremos sin el puzzle geométrico, salvo que la pieza fuese envuelta en una pequeña caja. Esto, sin embargo, complicaría enormemente la realización de este diseño, además de que encarecería el producto final, por el desarrollo de un envoltorio duro. De todas formas, seguramente la realización de estas piezas de chocolate será compleja incluso aunque se utilizara un envoltorio ligero para cada una de ellas. De hecho, no he visto en la página de Enric Rovira que finalmente se desarrollara la caja de bombones “pecados capitales”, quizás por los problemas de realización, o incluso de coste, de esta interesante idea de Santos Bregaña. En cualquier caso, mi felicitación a Santos Bregaña por su delicioso y divertido diseño de una caja de chocolate.
Por cierto, dedicaremos una futura entrada a hablar del puzzle geométrico tridimensional “cubo soma”, o de otros puzzles similares.
Sobre el autor: Raúl Ibáñez es profesor del Departamento de Matemáticas de la UPV/EHU y colaborador de la Cátedra de Cultura Científica