El oído absoluto y las lenguas tonales

La naturaleza humana

Yo-Yo Ma en 1962. Nacido en Francia de padres chinos, Ma dio su primer concierto público con 5 años. En la imagen tiene 7 y estaba recién llegado a Estados Unidos; en esta época actuaría ante los presidentes D. D. Eisenhower y J.F. Kennedy. Su primera actuación en televisión sería al año siguiente dirigido por Leonard Bernstein. Es considerado un niño prodigio. Posee oído absoluto.

El oído absoluto (absolute pitch) u oído perfecto (perfect pitch) es la capacidad para identificar una nota musical cualquiera en ausencia de una nota de referencia. En Europa y Estados Unidos tan solo una persona de cada diez mil posee esa capacidad, aunque esa proporción es algo mayor entre quienes han recibido formación musical en edades inferiores a los cinco años.

La mayoría de la gente es capaz de identificar centenares de pasajes musicales y sin embargo, el oído absoluto es, como hemos visto, rarísimo. Aunque no tanto, también es raro en músicos profesionales, que pasan miles de horas leyendo partituras e interpretándolas. Y aunque se ha intentado entrenar a músicos adultos para que lo adquiriesen, los intentos no han dado el resultado buscado.

Desde 2006 se sabe que la capacidad para identificar un tono es mayor aún en los estudiantes de música que hablan mandarín, cantonés o vietnamita. Eso es debido al hecho de que hablan, desde pequeños, lenguas tonales, lenguas en las que el significado depende de modo crítico de la entonación con la que se pronuncian las sílabas.

En una prueba en la que se pedía que se identificasen 36 notas de tres octavas y emitidas en orden aleatorio, las personas que hablaban con fluidez alguna de esas tres lenguas identificaban más del 90% de las notas si habían empezado a estudiar música antes de los cinco años y algo menos del 90% si lo habían hecho entre los cinco y los nueve años. Por contraste, los hablantes de inglés, que no es una lengua tonal, tan solo identificaban el 25% y el 12% en cada caso. Y esos porcentajes no variaban dependiendo de si esos hablantes eran de origen caucásico o si se trataba de descendientes de familias que procedían de países en los que se hablan lenguas tonales. En otras palabras, no se trata de una capacidad ligada al origen de los individuos, sino a si la lengua que hablan es tonal o no. Por cierto, las citadas no son las únicas lenguas tonales; hay algunas en América y bastantes lenguas africanas lo son también.

Fuente: esta información procede de diferentes trabajos dirigidos por la profesora Diana Deutsch, del Departamento de Psicología de la Universidad de California en La Jolla. Pueden encontrarse aquí.

Sobre el autor: Juan Ignacio Pérez (@Uhandrea) es catedrático de Fisiología y coordinador de la Cátedra de Cultura Científica de la UPV/EHU

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