La evolución de los perros

Ilustrando ciencia

Los humanos hemos participado en la historia evolutiva de los perros desde el origen de la relación entre ambos. Hemos favorecido, por un proceso de domesticación, la aparición de las distintas razas de perro. Hoy en día, la mayoría de nuestras mascotas son perros de raza. Sin embargo, estos perros solo representan el 15% de todos los canes que existen en la actualidad, el 85% restante son chuchos o perros callejeros.

En general, se cree que los chuchos proceden del cruce entre perros de raza, pero no es así. Estos perros han surgido de la evolución por selección natural de los primeros cánidos que se asociaron a los humanos.

Imagen: Historia evolutiva de los perros actuales. (Ilustración: Raquel Morales)

La selección natural ha dotado a los chuchos de facilidades para acercarse a nosotros, estos privilegios les permiten aprovecharse de recursos que, directa o indirectamente, ponemos a su disposición. Es decir, la mayoría de los perros han seguido su propio camino evolutivo y se han adaptado para convivir con nosotros y obtener beneficios.


Ilustrando ciencia” es uno de los proyectos integrados dentro de la asignatura Comunicación Científica del Postgrado de Ilustración Científica de la Universidad del País Vasco. Tomando como referencia un artículo de divulgación, los ilustradores confeccionan una nueva versión con un eje central, la ilustración.

Autora: Raquel Morales Aguilera (), alumna del Postgrado de Ilustración Científica de la UPV/EHU – curso 2017/18

Artículo original: Domesticados. Juan Ignacio Pérez Iglesias, Cuaderno de Cultura Científica, 16 de abril de 2017.


6 comentarios

  • Avatar de Masgüel

    Si la tesis que defiende esta entrada (y la original que enlaza) es que los perros callejeros constituyen una subespecie autodomesticada, es falsa.

    Las tres afirmaciones del primer párrafo bien pueden ser ciertas, pero no queda claro el alcance de ese «sin embargo». Todos los perros actuales son el resultado de la domesticación humana, incluidos los callejeros.

    Las dos afirmaciones del segundo párrafo son falsas. Los chuchos proceden de la reproducción incontrolada de perros sueltos y del cruce con perros de raza. La mayor parte de las razas actuales son muy recientes (apenas doscientos años), pero nuestra especie lleva criando y seleccionando razas para distintos trabajos desde el neolítico (pastores, lebreles y molosos). Los perros de trabajo asilvestrados nunca han dejado de cruzarse con los perros suetos.

    Lo que resulta «de la evolución por selección natural de los primeros cánidos que se asociaron a los humanos» es el dingo (que en las últimas décadas está volviendo a ser domesticado).

    La distancia genética con el lobo hace muy raro el fracaso de la socialización entre seres humanos de cachorros callejeros, aunque sus ascendientes lo hayan sido durante muchas generaciones.

    El proceso de domesticación humana de los perros sueltos no se limita a selección indirecta de rasgos por el cruce no intencionado con perros de trabajo y mascotas. Cuando la conducta agresiva de perros sueltos, solos o en manada, se vuelve problemática, los matamos. Es otro proceso de selección indirecta humana de la docilidad también entre perros sueltos.

    Las especies autodomesticadas resultan de procesos de selección intra e intergrupal dentro de la propia especie. El lobo no se autodomesticó. El licaón, por el contrario, presenta todas los rasgos (y el homo sapiens también).

  • Avatar de Masgüel

    Yo también sé lo poco que he leído, entre otros a Coppinger, que era probablemente el mayor experto en la domesticación del perro. Afirma que el lobo se autodomesticó en la periferia de los asentamientos temporales de los cazadores. Y en un sentido muy laxo, probablemente sea cierto, pero ahí no termina la historia. La cría selectiva dirigida por los seres humanos de perros con distintas características desde el neolítico (no por casualidad coincide con la división del trabajo humano) ha tenido y tiene consecuencias de calado en toda la especie y Coppinger lo asume en mayor medida de lo que refleja la entrada. En mi opinión, el agente causal de la domesticación del lobo sigue siendo el ser humano, aún cuando inicialmente no fuese un ejercicio intencionado de cría selectiva, sino el efecto no buscado de la creación de un nuevo nicho «antropogénico». Pero los lobos nunca han tenido las características típicas de las especies autodomesticadas (matriarcado, reducción de la agresión entre machos del mismo grupo, sexo como apaciguador social, cuidado compartido de las crías ajenas, etc).

  • Avatar de Claudio Gaviglio

    Hace tiempo leí de cómo los rusos están domesticando zorros escogiendo a los que se socializaron y favoreciendo la reproducción de éstos.
    Hoy se sabe que es producto de una mutación genética o bien de un gen que ha quedado de otra época en la historia y de algunos animales aún se pueden hallar algunos ejemplares adaptables a la domesticación.

    • Avatar de Masgüel

      Aquí tienes un vídeo con en el mismo Coppinger hablando del experimento de Belyaev con los zorros (que por cierto, no se realizó para entender el proceso de domesticación o crear una nueva mascota, sino para facilitar su manejo en la industria peletera). Es un fragmento del documental «Dogs that changed the world»:
      https://www.youtube.com/watch?v=fXb8Drcday0

      Lo que hoy se sabe es que todos los rasgos del síndrome de domesticación resultan de un cambio en el ritmo de desarrollo de la cresta neural. Y se resume en una palabra: Neotenia. Tanto los rasgos pedomorfos en la fisionomía de las especies domesticadas como la infantilización de su conducta (la docilidad, el juego adulto, etc) se deben al mismo «trastorno» en el desarrollo del embrión.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.Los campos obligatorios están marcados con *