Juan Ignacio Pérez Iglesias, lector
En biología animal y fisiología nos interesamos por cómo varía la velocidad o intensidad de los procesos con el tamaño de los organismos que estudiamos. Del estudio de esa fuente de variación hemos descubierto que fenómenos tales como el metabolismo, el latido cardiaco, la proporción de grasa corporal o el tamaño del encéfalo no son funciones lineales de la masa corporal. Son funciones potenciales de la misma. Y el valor de la potencia de la ecuación que las relaciona con la masa puede ser mayor o menor que 1. Si fuera 1 la relación sería lineal, por supuesto.
Geoffrey West es un físico al que, hace más de veinte años y por razones que se encarga de explicar él mismo, le empezaron a interesar las relaciones entre ciertas variables y el tamaño de los organismos. Se asoció con otros científicos del campo de la ecología evolutiva y más adelante de otras áreas, e inició una línea de trabajo que a la postre ha resultado ser muy fructífera. Tanto, que además de un ramillete de artículos en algunas de las mejores revistas científicas, ha escrito un libro divulgativo en el que da cuenta de los resultados cosechados. El libro se titula Scale, en versión breve, y Scale: The universal laws of growth, innovation, sustainability, and the pace of life in organisms, cities, economies and companies en toda su extensión.
Como no le resultaban satisfactorias las hipótesis acerca de los factores que determinan esas dependencias de tamaño, propuso una nueva que, todo hay que decirlo, hoy es la que más aceptación tiene, aunque con alguna variación. La hipótesis en cuestión se basa en el carácter fractal de las ramificaciones de los sistemas de distribución de gases, nutrientes y demás sustancias de interés fisiológico en el interior de los organismos animales. A partir de consideraciones puramente geométricas desarrolló, junto con sus colegas, modelos que predecían cuál había de ser el valor de la potencia de las relaciones entre funciones diversas y el tamaño. Y los resultados le satisficieron.
Tras ocuparse de los animales, su metabolismo, su alimentación, sus corazones, el latido cardiaco y demás, pasó a las plantas, al modo cómo se distribuye la savia y llega hasta las hojas. Y no contento con los árboles, siguió con las ciudades: su funcionamiento, la velocidad a la que anda la gente por ellas, el volumen de combustible que consumen, la longitud de las redes de cables, su intensidad innovadora, y bastantes más rasgos cuantitativos que permiten caracterizar cómo funcionan los sistemas urbanos. También se ha ocupado de las empresas, aunque en menor medida.
Partiendo, en todos los casos, de una serie de premisas relativamente sencillas –las relacionadas con la fractalidad de los procesos analizados-, West y colaboradores realizan predicciones que vienen a cumplirse con un alto grado de acierto1 y que básicamente permiten definir una serie de magnitudes muy simples que caracterizan el funcionamiento de organismos o ciudades en función de sus dimensiones. Resumiendo mucho se puede decir que en los organismos las cosas van más lentas cuanto más grandes son, mientras en las ciudades ocurre lo contrario: en las de mayor tamaño casi todo va más rápido.
Lo más notable de los resultados de West es el carácter universal de las relaciones encontradas. Él sostiene que esos resultados reflejan, de hecho, la existencia de leyes que gobiernan el modo en que funcionan organismos de diferente naturaleza en función de su tamaño. Se trataría, según él de leyes de la Naturaleza equivalentes a otras leyes que la ciencia ha ido descubriendo a lo largo de su historia.
Como suele ocurrir en estos caso, no todo lo que he leído en Scale me ha gustado. No me gusta la actitud condescendiente del autor en relación para con sus colegas de otras disciplinas. Tampoco me han convencido algunas explicaciones de índole fisiológica; West es físico y los colegas con los que ha trabajado las materias biológicas son ecólogos y eso, cuando habla de fisiología, se nota. El texto es, a mi juicio, demasiado largo porque ha dedicado mucho espacio a explicar nociones muy básicas; es posible que haya lectores que lo agradezcan, pero no ha sido mi caso. Y por último, tampoco me ha parecido buena idea el ejercicio de prospectiva que hace hacia el final en un línea neomalthusiana. Porque el futuro sigue sin ser predecible.
Pero dicho lo anterior, Scale es un libro muy interesante porque los fenómenos que analiza y la aproximación seguida lo son. Además, para las gentes de ciencia resulta muy gratificante encontrar el tipo de regularidades universales que documenta. A mí, en concreto, me ha resultado muy sugerente, sobre todo lo relativo a las ciudades; creo que entiendo mejor la forma en que funcionan los sistemas urbanos después de leerlo. Es un libro que hace pensar, “thought provoking”, como dicen inglés.
Ficha:
Autor: Geoffrey West
Título: Scale: The universal laws of growth, innovation, sustainability, and the pace of life in organisms, cities, economies and companies.
Año: 2017
Editorial: Penguin Random House/Orion
Nota:
1 De otra forma, imagino que los trabajos no se habrían publicado.
En Editoralia personas lectoras, autoras o editoras presentan libros que por su atractivo, novedad o impacto (personal o general) pueden ser de interés o utilidad para los lectores del Cuaderno de Cultura Científica.
Manuel López Rosas
Excelente recomendación, el comentario además del autor y el libro, rescata para nuestra atención el tema y algunos de su filos indispensables de considerar, es posible que algunos de los lectores de esta nota comencemos a buscar fuentes cercanas a lo comentado.