Cada vez más vida, cada vez más pronto

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Cada vez más vida, cada vez más pronto

Quizá ya me hayas leído que cuanto más sabemos, sabemos que más pronto ocurrió todo lo relacionado con la vida. Siempre sienta bien que los hechos sigan dándole a uno la razón. Sobre todo, porque esto tiene unas implicaciones importantísimas para las probabilidades de existencia de vida en el universo. Lo último, calentito, nos lo trae un estudio geobiológico del Virginia Tech de los EEUU y la Academia China de Ciencias,i que han encontrado pruebas de vida pluricelular compleja 60 millones de años antes de la explosión cámbrica. O sea, de lo que más o menos creíamos hasta ahora.ii

Como es costumbre, vamos a situar primero el asunto. La vida pluricelular ha evolucionado al menos 25 veces, y la primera vez pudo ser hace más de 3.000 millones de años, en organismos del tipo de las cianobacterias.iii iv Eso es casi una cuarta parte de la edad del universo y dos terceras partes del tiempo que la Tierra lleva aquí. Por cierto que, ya que andamos metidos en harina, otro estudio reciente habla de indicios de vida hace 4.250 millones de añosv y aún otro más abre la puerta a que podría haber aparecido hasta hace 4.400 millones de años,vi en ambos casos antes del Bombardeo Intenso Tardío que debería haberlo aniquilado todo (pero igual no.) Esto pudo ser algo extraordinario, la caña. Sin embargo, como por el momento sólo son podrías, lo dejaremos ahí y nos centraremos en lo nuestro.

Lo nuestro, hoy, es el surgimiento de la vida pluricelular compleja. Esto es, con células claramente diferenciadas que desempeñan funciones distintas, separación nítida entre soma y germen y muerte celular programada. O sea, igual que tú, yo y demás animales y plantas modernos. Como te decía, se consideraba convencionalmente que esto sucedió en torno a la explosión cámbrica, comenzando hace unos 542 millones de años. Sin embargo, los investigadores del Virginia Tech y la Academia China de Ciencias han encontrado fósiles de un organismo que presenta indicios claros de estas características en la Formación de Doushantuo de la Provincia de Guizhou (República Popular China). Esta formación geológica no es cámbrica, sino ediacárica, con unos 600 millones de años de antigüedad. Lo que adelanta la aparición de la vida pluricelular compleja en al menos 15 y puede que hasta 60 millones de años. Que aunque dicho así parece poco, acostumbrados como ya estamos a estas cifras multimillonarias, es una cantidad notable de tiempo.

Cuando piensas en el Ediacárico, piensas en su vida fascinante pero muy primitiva y datada como muy pronto en la hipotética explosión de Avalon (575 millones de años.) Lo que han encontrado estos científicos es ligeramente distinto. Se trata de unos fósiles de Megasphaera, un viviente extinto del que aún sabemos bastante poco. Tan poco que hoy por hoy nadie tiene muy claro lo que fue: hay quien lo considera una bacteria oxidante del azufre, otros opinan que se trata de protistas unicelulares u holozoos similares a los mesomicetozoeos, no falta quien cree que es un alga verde del tipo de las Volvox e incluso algunos piensan que podrían ser embriones de animales muy primitivos. Y en esta última posibilidad radica la clave del asunto. Si son animales o cosa parecida, antecederían en al menos 15 millones de años a los indicios más antiguos de animales conocidos, con sus células especializadas y demás.

Las Megasphaera se conocen desde hace algún tiempo. Sabemos ahora que pasaban por distintas fases de maduración: primero una única célula y después una etapa llamada Parapandorina seguida por otra conocida como Megaclonophycus para dar lugar a la Megasphaera adulta en cuestión. Durante este proceso, el ser se convertía en pluricelular, como tantos otros antes a lo largo de la historia de la vida. La cuestión es si también se convertía en un ser pluricelular complejo, con las características que te he indicado antes.

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Y estudiando los fósiles de la Formación de Doushantuo en distintos estadios de desarrollo, han observado que sí: durante este proceso, Megasphaera desarrollaba células claramente diferenciadas, con una nítida división entre germen y soma, que presenta indicios notables de muerte celular programada. Los autores afirman que esta «pluricelularidad compleja es inconsistente con una afinidad filogenética con las bacterias, los protistas unicelulares o los holozoos del tipo de los mesomicetozoeos. La evidencia disponible también indica que es improbable que los fósiles de Doushantuo sean un grupo corona animal o algas verdes como las Volvox. Concluimos que la afinidad más probable es con eucariontes pluricelulares de células diferenciadas, incluyendo algas o animales troncales, si bien hacen falta más datos para definir [su] la afiliación filogenética exacta.» O sea, que siguen sin saber exactamente lo que son, pero son seres pluricelulares complejos, 60 millones de años antes de la explosión cámbrica.

A lo mejor, si no eres muy fan de estos temas, estarás pensando: “ya, vale, ¿y qué?” Pues que, como te decía al principio, los tiempos de la vida terrestre son relevantes para el estudio de la vida en el universo en su conjunto, o sea la Astrobiología. Cuanto antes sucediera todo aquí, invita a pensar que “más fácil es” y resulta más probable que haya sucedido en cualquier otro lugar. Sabemos ya que pudo haber formas de vida casi tan complejas como los insectos a principios del Cámbrico. Ahora, con este estudio, también tenemos indicios fuertes para hablar de vida multicelular compleja bien metidos en el Ediacárico. Hubo palmariamente ecosistemas microbianos hace 3.500 millones de años,vii tirando al fondo del Eón Arcaico. Como te dije al comenzar, hay anomalías de carbono-13 que sugieren atisbos de vida en pleno Eón Hádico, con este mundo recién estrenado y listo para recibir el Bombardeo Intenso Tardío, muy poco después de que algo diese lugar a la Luna. Quizá la vida no sólo sea mucho más fácil de lo que pensábamos, sino mucho más rápida, resistente y feraz. Mucho más. Quizá.

Referencias:

i Lei Chen; Shuhai Xiao; Ke Pang; Chuanming Zhou; Xunlai Yuan: «Cell differentiation and germ–soma separation in Ediacaran animal embryo-like fossils.«Nature, 24 de septiembre de 2014. DOI: 10.1038/nature13766

ii Virginia Polytechnic Institute and State University: «New evidence of ancient multicellular life sets evolutionary timeline back 60 million years.«Virgina Tech News, 25 de septiembre de 2014.

iii Grosberg, R. K.; Strathmann, R. R.: «The Evolution of Multicellularity: A Minor or Major Transition?«Annu. Rev. Ecol. Evol. Syst. (2007) 38:621–54. DOI: 10.1146/annurev.ecolsys.36.102403.114735

iv Parfrey, L. W.; Lahr, Daniel J. G.: «Multicellularity arose several times in the evolution of eukaryotes.«Bioessays 35: 339–347 (2013). DOI: 10.1002/bies.201200143

v Nemchin, A. A.; Whitejouse, M. J.; Menneken, M.; Geisler, T.; Pidgeon, R. T.; Wild, S. A.: «A light carbon reservoir recorded in zircon-hosted diamond from the Jack Hills.«Nature 454, 92-95 (3 de julio 2008). DOI: 10.1038/nature07102

vi Abramov, O.; Mojzsis, S. J.: «Microbial habitability of the Hadean Earth during the late heavy bombardment.«Nature 459, 419-422 (21 de mayo de 2009). DOI: 10.1038/nature08015

vii Noffke, N.; Christian, D.; Wacey, D. y Hazen, R. M.: «Microbially induced sedimentary structures recording an ancient ecosystem in the ca. 3.48 billion-Year-Old Dresser Formation, Pilbara, Western Australia.« Astrobiology, diciembre 2013, 13(12): 1103-1124. DOI: 10.1089 / ast.2013.1030.

Sobre el autor: Antonio Cantó (@lapizarradeyuri) es polímata y autor de La pizarra de Yuri

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